En este contexto, se considera empresa familiar a aquellas compañías en las que la persona que la fundó o adquirió su capital social posee al menos el 25% de los derechos de voto, ya sea él, ella, sus familiares o sus descendientes.
El estudio, publicado recientemente en la revista Journal of Business Ethics, ha determinado que la predisposición de las empresas familiares por promover políticas ecológicas que disminuyan las emisiones de gases de efecto invernadero es aún mayor cuando los miembros de la familia propietaria están involucrados en el sistema de gobierno de la corporación a través de su participación en el Consejo de Administración.
“También hemos visto que cuando la generación fundadora sigue al mando de la compañía, se acentúan todavía más los esfuerzos de las empresas familiares por ser más sostenibles medioambientalmente hablando”, indica una de las investigadoras, María José Sánchez Bueno, profesora del Departamento de Economía de la Empresa de la UC3M.
El estudio, en el que están representados 22 países europeos (lo que permite que los resultados sean generalizables al conjunto de Europa), también ha esclarecido que las empresas familiares que acometen este tipo de prácticas encaminadas a potenciar la sostenibilidad desde un punto de vista medio ambiental obtienen a su vez un resultado financiero superior.
“Puede resultar sorprendente, pero nuestro estudio pone de relieve que la disminución de la contaminación, lejos de suponer un coste para la sociedad o un ‘precio económico’ para las empresas, permite mejorar tanto los beneficios sociales como financieros derivados de las actuaciones vinculadas a la responsabilidad social corporativa”, concluye María José Sánchez Bueno.
Los resultados de este estudio podrían tener importantes implicaciones sociales puesto que el cumplimento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es indispensable actualmente para garantizar la protección del planeta a largo plazo, según los investigadores.
Para realizar el estudio, los investigadores han empleado datos de emisiones (de empresas familiares y no familiares), publicados por el Mercado Europeo de Derechos de Emisión, que es una piedra angular de la política de la Unión Europea en materia de lucha contra el cambio climático, y de Amadeus, una base de datos que recoge información sobre el tipo de propiedad e indicadores financieros de las empresas.