Incorporar la perspectiva de género en la gestión de los riesgos y condiciones de trabajo permite crear puestos seguros y saludables para todas las personas. Un imprescindible para las organizaciones que quieran ir más allá de la normativa y las evaluaciones, y utilizar todos los recursos disponibles para trabajar en la mejora continua de su entorno.
Con este objetivo nace DIGEN, una sencilla herramienta de autodiagnóstico con la que cada organización puede identificar diferencias de género en los riesgos laborales para valorar el estado de integración de la perspectiva de género en su gestión preventiva. Un recurso que puede ayudarnos internamente a decidir dónde intervenir para que podamos priorizar acciones de mejora.
El proyecto, apoyado por el Instituto Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales (IAPRL) de la Junta de Andalucía, y desarrollado por el equipo de investigación del Laboratorio-Observatorio de Salud Laboral desde la Perspectiva de Género (LAOGEN) de la Universidad de Sevilla, tiene hasta 9 guías de diagnóstico diferentes, divididos por distintas temáticas.
Dentro del programa de sensibilización de la perspectiva de género llevado a cabo con la colaboración del IAPRL, LAOGEN y PRLInnovación, se ha celebrado el 31 de Enero una sesión doble para abordar dos de los temas y guías de DIGEN.
En los webinars se ha planteado que la pandemia ha provocado un cambio radical en la forma de trabajar de las personas, ya que el trabajo remoto o desde casa, se ha vuelto cada vez más frecuente. Efectivamemte, se ha entrado abruptamente en el cambio más radical de las condiciones de trabajo de esta generación. La pandemia ha acelerado el proceso de transición a la digitalización en el entorno laboral y ha tenido un gran impacto en el mundo del trabajo, de modo que “el lugar de trabajo pospandemia” es inevitablemente muy diferente del anterior. Una forma hibrida de combinación de trabajo en la oficina y trabajo en casa, “ha venido para quedarse” según la frase de Forges.
Al abordar el reto del teletrabajo desde la perspectiva de género, se distinguen dos situaciones que tienen consecuencias muy diferentes: a) la que se ha producido durante la pandemia y el confinamiento, que en muchas ocasiones ha sido improvisada y con falta de preparación, y b) lo que sería una situación habitual de teletrabajo en condiciones bien diseñadas, aprovechando las oportunidades y las experiencias adquiridas en esta fase previa, y que permiten dar una respuesta inclusiva y resiliente desde los planes de prevención de riesgos laborales. Desde esta perspectiva de una situación habitual para el futuro, se ha esbozado el itinerario de una agenda de trabajo en los ámbitos de las condiciones del teletrabajo, que ofrecen mayor incertidumbre y a las que se enfrentan, especialmente, las mujeres que teletrabajan.
Una cuestión clave para gestionar exitosamente esta nueva configuración laboral consiste en abordarlo desde la diversidad de las personas que se ven afectadas por el teletrabajo y las nuevas formas de organización del trabajo, como inmigrantes, jóvenes, mayores, o personas con discapacidad. Por ello, dar respuesta a la gestión de la diversidad en la prevención y promoción de la salud laboral es otro de los ámbitos relevantes a considerar, paralelamente a la promoción de un liderazgo inclusivo, para gestionar dicho entorno.
En este sentido, y con el objetivo de apoyar a la empresas/instituciones en las diversas fases de la implementación de la perspectiva de género en la gestión preventiva, se ha desarrollado una Guía de autodiagnóstico de integración de la perspectiva de género (Guía DIGEN), que mediante indicadores y descriptores, pretende ser de ayuda en cada una de los retos del programa de sensibilización, para que las empresas/instituciones sepan en qué punto se encuentran, evaluar como van avanzando y planificar futuros pasos. Este es el objetivo de los dos webinars presentados en esta sesión. Se adjunta el programa y el link a los webinars.