La Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027 (EESST), se ha elaborado siguiendo el Marco estratégico de la UE en materia de salud y seguridad en el trabajo 2021-2027, y sus líneas de actuación se han desarrollado alienadas con otras estrategias y planes nacionales en materias fundamentales como la salud mental, la igualdad de hombres y mujeres, el cáncer laboral, la seguridad vial y el cambio climático, así como con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Destaca también en este contexto, la reciente Estrategia para la Igualdad de Género 2024-2029 (pdf), propuesta por el Consejo de Europa, y que indica atender las siguientes prioridades: prevenir y combatir los estereotipos de género y el sexismo; prevenir y combatir la violencia contra las mujeres y niñas y la violencia doméstica; garantizar a las mujeres y las niñas la igualdad de acceso a la justicia; lograr una participación equilibrada de mujeres y hombres en la vida política, pública, social y económica; velar por el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género en relación con los desafíos mundiales y geopolíticos; y lograr la integración de la perspectiva de género e incluir un enfoque interseccional en todas las políticas y medidas. A su vez, la EESST resulta complementada y desarrollada por los programas estratégicos de cada Comunidad Autónoma, como es el caso de la Estrategía Andaluza de Seguridad y Salud en el Trabajo 2024-2028, entre cuyos objetivos destaca el desarrollar aspectos troncales de la PRL, como la formación, la perspectiva de género y el tratamiento adecuado de colectivos vulnerables. Por ello, resulta relevante enfocar las actuaciones futuras en materia de prevención de riesgos laborales a desarrollar en la Comunidad Autónoma de Andalucía, articuladas a dichos marcos estratégicos, nacionales y europeos.
Considerando estos marcos estratégicos, LAOGEN ha organizado un seminario con personas expertas en temas de salud laboral, el día 12 de Diciembre en la Facultad de Psicología de la Universidad de Sevilla, destacando cinco aspectos que resaltan en dichos marcos estratégicos:
- Primero, se consideran la salud física y mental de las personas en el primer orden de prioridades en materia de seguridad y salud en el trabajo.
- Segundo, entre los desafíos valorados en dichos marcos, se considera que las pequeñas empresas continúan teniendo más dificultades para llevar a cabo una actividad preventiva eficaz.
- Tercero, que la adecuación de la normativa debe ir acompañada de una labor de investigación, generación y difusión del conocimiento que refuerce el sistema de prevención. Se propone aplicar los avances en las técnicas de investigación, y diagnóstico, así como promover la sensibilización y la gestión de los riesgos psicosociales y ergonómicos, con mayor presencia en los entornos de trabajo con motivo de la tercerización y la digitalización de la economía.
- Quinto, se plantea que la incorporación de la perspectiva de género se debe realiza con un enfoque transversal e integral en el conjunto de políticas preventivas, implicando para ello a todos los agentes involucrados en la mejora de la prevención de riesgos laborales, tanto en el ámbito institucional como en la empresa, poniendo el foco especialmente en la protección de los colectivos más vulnerables.
Se constata, por tanto, desde diversos marcos estratégicos autonómicos, nacionales e internacionales, que las desigualdades de género son uno de los principales escollos a abordar en la gestión preventiva actual, tanto porque limitan el modo en que mujeres y hombre gestionan su salud y su bienestar en el trabajo, como porque limitan la capacidad de resiliencia de las organizaciones y la sociedad en su conjunto, en momentos de dificultad y a la vez de oportunidades, como la presente.
En este contexto, se ha tratado de sensibilizar a las personas participantes en los ámbitos de actuación que resultan prioritarios en la gestión preventiva desde la perspectiva de género.
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