Desde el periódico se espera que los almerienses interesados en participar manden un correo electrónico con sus datos.
Han pasado veinte años, pero muchos aún recuerdan el calor de aquel verano, el bullicio en las calles, los colores de las banderas y, sobre todo, la emoción del momento. En 2005, Almería vivió una de las páginas más luminosas de su historia reciente con los Juegos del Mediterráneo, una cita que transformó la ciudad y dejó una huella imborrable tanto en sus calles como en la memoria colectiva de su gente. En el corazón de aquel logro estuvieron los más de 3.000 voluntarios que, con generosidad y entusiasmo, hicieron posible que todo funcionara. Ahora, dos décadas después, La Voz de Almería y Cadena SER buscan a esos protagonistas anónimos para rendirles homenaje y contar, por primera vez, la historia de los Juegos desde su mirada.
Este homenaje busca reunir a antiguos voluntarios para construir un especial informativo; una iniciativa que incluirá un gran reportaje digital en formato inmersivo que se publicará el próximo 13 de junio, una edición especial impresa que se repartirá durante la gala conmemorativa del Aniversario, y un programa en directo dentro del espacio Hoy por Hoy de SER Almería.
Debido a que no existen registros oficiales con los datos de quienes formaron parte del voluntariado en 2005, La Voz de Almería hace un llamamiento a la ciudadanía para localizar a quienes participaron. Las personas interesadas en formar parte de este homenaje pueden enviar un correo electrónico a buzonmarketing@lavozdealmeria.com, indicando nombre y apellidos, número de teléfono, localidad, una fotografía y el área en la que colaboraron durante los Juegos.
Además del especial digital y de prensa, también se prevé una mesa redonda con voluntarios, que permitirán no solo compartir vivencias, sino generar un espacio de reflexión en torno al legado ciudadano, deportivo y humano que dejaron los Juegos en la provincia.
Este nuevo especial conmemorativo aspira a revivir aquella emoción, rindiendo tributo a quienes, con una camiseta, una sonrisa y una acreditación colgada al cuello, ayudaron a que Almería brillara como nunca antes.