El programa incluye la adaptación de asignaturas ya existentes en diferentes estudios, como por ejemplo Derecho, Comunicación, Geografía y Arquitectura, además de cursos presenciales y virtuales y la confección de un manual para la docencia
La Universitat Rovira i Virgili participa en el proyecto Climate Justice Living Lab, que tiene como objetivo promover la formación en litigación climática, ámbito específico de la litigación ambiental relacionado con la lucha contra el cambio climático. El proyecto está financiado a través del programa Erasmus+ de la Unión Europea, con la participación de una universidad italiana y una ucraniana, una ONG dedicada a la justicia ambiental y una empresa griega de TIC. El proyecto, que finalizará en agosto del 2026, se basa en tres grandes bloques: actividades docentes a través de la adaptación de algunas asignaturas ya existentes de estudios oficiales de las universidades, además de cursos presenciales y virtuales; la confección y publicación de un manual de docencia en litigación climática, y un espacio virtual para el análisis conjunto de casos.
El proyecto tiene una clara vocación interdisciplinaria y, en este sentido, una de las asignaturas incluidas en el proyecto en el caso de la URV es Sostenibilidad y cambio climático, que se imparte a los grados en Derecho, Comunicación, Geografía y Arquitectura. Las otras cuatro asignaturas forman parte del Máster en Derecho Ambiental: Clima y energía: justicia y sostenibilidad, Seminarios, Derechos humanos y justicia ambiental y Cimientos de derecho público ambiental.
“Son asignaturas ya existentes a las cuales incorporamos algunos cambios en los contenidos y la metodología que este curso estamos empezando a implantar, testando el currículum desarrollado con miras a su replicabilidad por otras universidades”, explica Joan Ramon Fallada, profesor de Derecho Público y responsable del proyecto por parte de la URV. Las actividades de docencia presencial, complementadas con un curso de verano, van dirigidas, sobre todo, a estudiantes de derecho y profesionales del derecho, incluidos profesores. También hay un curso de invierno virtual, que va dirigido a activistas climáticos, profesionales del derecho no especialistas en la temática y profesionales de la comunicación.
En cuanto al manual de docencia en litigación climática, el objetivo és convertirlo en la gran referencia en este ámbito. Se estructurará en diferentes bloques temáticos: ciencia del cambio climático, tendencias en la litigación climática, gobernanza del cambio climático (políticas y derecho internacional, de la UE y estatal), litigación climática basada en derechos humanos y litigación estratégica. “La idea es que resulte útil tanto a personas con conocimientos jurídicos como personas que no tienen, y que se use en las actividades formativas de educación superior”, afirma Fallada.
Por último, el proyecto se propone articular a través de la web del proyecto un Living Lab sobre litigación climática, es decir, un espacio virtual para la colaboración y el análisis conjunto de casos que se concibe como un espacio para el intercambio de información, recursos y conocimientos entre los participantes. Todo ello, según los responsables del proyecto, tiene que permitir mejorar la formación alrededor del derecho y la litigación climática, que tiene cada vez más protagonismo en muchos de los conflictos que van surgiendo en el ámbito internacional.