Arte contemporáneo y cine se unen en La Nau de la Universitat de València este viernes, día 17 de enero, para reivindicar la riqueza de l’Horta valenciana a través de un diálogo artístico-visual entre la exposición ‘Contra-Huellas’ y el docuweb ‘Orgull d’Horta’, que se proyectará a las 19 horas en el Aula Magna, con entrada libre.
El activismo ecológico, la crisis medioambiental y la emergencia climática protagonizarán la tarde de la mano de la artista Chiara Sgaramella y la realizadora Isabel Fernández, que presentarán el documental web y participarán del debate con el público junto con la comisaria de la exposición, Eugenia Rojo, y uno de los testigos directos, el agricultor Vicent Moncholí.
Los suelos fértiles como l’Horta de València, declarada sistema importante del patrimonio agrícola mundial por la FAO y las Naciones Unidas, “es un regalo” que se le ha concedido a las ciudades mediterráneas y ambas autoras, Sgaramella y Fernández, coinciden al reivindicar su valor como espacio autosuficiente para la producción de alimentos, base del equilibrio sostenible, sin intervenciones agresivas que invaden el terreno agrícola y promueven el consumo industrial, altamente contaminante.
Orgull d’Horta es un documental web, un nuevo género audiovisual que permite la interacción del espectador con la narración haciéndolo partícipe directo de la misma hasta el punto de que es él, el observador, quien acaba construyendo el relato.
En la proyección del viernes -una actividad del Vicerrectorado de Cultura y Sociedad de la Universitat de València, a través del Aula de Cineme UV y la Col·lecció Martínez Guerricabeitia, con la gestión de la Fundació General UV-, la artista Chiara Sgaramella será la diseñadora de este relato, quien mostrará cuestiones presentes en su investigación y en las obras que expone ahora en la colectiva Contra-Huellas como son “la soberanía alimentaria, la agroecología y los usos de la tierra”, señala.
“El documental tiene una metodología similar a la que utilizo en mi trabajo, basada en la escucha del territorio y de las personas que lo habitan. Su particular estructura (se trata de una plataforma web que contiene varios microdocumentales) permite al público crear su propio recorrido audiovisual, un modo de aproximación que también planteo en la pieza Oryza Collection que contiene dibujos, libros, mapas, etcétera, que el público puede consultar libremente”, explica.
Esta instalación puede visitarse en la Sala Martínez Guerricabeitia del Centre Cultural La Nau de la Universitat. Es la primera de las cinco propuestas artísticas contemporáneas que completan la exposición, abierta al público hasta el próximo 23 de febrero, y que, como Orgull d’Horta, se basa en una narración coral que intenta “enfatizar la importancia de la defensa del territorio y de sus saberes encarnados como bienes comunes frente a un modelo de crecimiento económico y urbanístico destructivo”.
Un modelo que denuncian tanto la artista como la cineasta y que han evidenciado las trágicas consecuencias de la devastadora dana del pasado 29 de octubre sobre la comarca de L’Horta Sud.
Orgull d’Horta aborda, además, “la alimentación y la agricultura como espacios de relación y cuidado entre las personas”, una fuente de inspiración para Sgaramella en cuanto que su arte realza “los valores del ecofeminismo, haciendo hincapié en las relaciones que nos nutren, nos sostienen y nos mantienen vivas a nivel físico, cultural y simbólico”, apunta.
Y es que el arte de Sgaramella, procedente de Cerignola (Italia), “un pueblo con fuerte vocación agrícola” como dice ella, tiene un objetivo muy transparente: la defensa de un modelo agroecológico alternativo a la agricultura industrial “que está agotando los recursos naturales y contribuyendo a destruir los equilibrios climáticos y los ecosistemas”. En este sentido, levanta la voz contra los “graves impactos sociales” de la gestión macroeconómica (como lo hace Isabel Fernández en su documental) y reconoce que cuestionar “las inercias del sistema socioeconómico en el que vivimos es una forma de activismo”.
¿Entonces, la cultura, el arte… pueden cambiar las cosas? “El arte no puede sustituir a la acción democrática y la participación ciudadana, pero sí puede fomentar y acompañar los procesos de cambio y transformación social”, sostiene. De hecho, “puede enriquecer enormemente el debate sobre la crisis climática mostrando aspectos que no aparecen en los discursos dominantes como el impacto emocional de los eventos extremos” y que está experimentando en estos momentos la sociedad valenciana tras la riada.
En definitiva, Contra-Huellas y Orgull d’Horta se fusionarán en una intensa propuesta cultural que, desde el activismo ecológico y artístico, tratará “de expresar aquello que las palabras no consiguen describir, movilizarnos y generar vínculos; crear un espacio para imaginar y cultivar un futuro diferente, basado en la escucha y en una relación respetuosa con el territorio”.
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