La Fundación Don Bosco ha celebrado en Sevilla el acto de clausura del Proyecto Europeo ALMA (Aim-Learn-Master-Achieve), una iniciativa transnacional cofinanciada por la Unión Europea y el Fondo Social Europeo+ que ha permitido a 30 jóvenes de Córdoba, Granada y Sevilla en situación de vulnerabilidad realizar una estancia formativa en Münster (Alemania). La Universidad Loyola, como entidad evaluadora del proyecto, ha sido clave en la medición del impacto social de esta intervención.
Bajo el lema Jóvenes con Alma, rompiendo fronteras y creando futuro, el evento ha reunido a representantes institucionales y europeos para compartir los resultados del programa y su impacto en la vida de los participantes. Durante la clausura, se ha destacado que el programa ha generado un retorno social estimado de 2,13 euros por cada euro invertido, consolidando así su valor como modelo de intervención replicable en otras políticas públicas de inclusión laboral.
Desde la Universidad Loyola se ha desarrollado un sistema de indicadores que ha permitido evaluar los efectos del proyecto en la empleabilidad y el bienestar de los participantes. La medición del impacto ha puesto de manifiesto que ALMA no solo mejora las competencias laborales de los jóvenes, sino que también refuerza su autoestima y confianza, elementos clave para su inserción en el mercado laboral y educativo a su regreso a España.
Los resultados obtenidos a través de las encuestas post-estancia realizadas a los participantes reflejan un impacto positivo en su situación educativa y laboral. De los 26 participantes encuestados:
- 7 han conseguido empleo.
- 7 han firmado un contrato de prácticas.
- 1 se encuentra en proceso de selección para un puesto de trabajo.
- 6 han retomado sus estudios o formación.
- 5 están en proceso de acceso a formación o estudios.
- Solo 1 participante se encuentra actualmente sin empleo ni formación.
Estos datos evidencian la efectividad del programa, con una tasa de éxito en la reincorporación que supera el 95%, en la mejora de la empleabilidad y la reinserción formativa de los jóvenes participantes.
El éxito de esta primera edición ha llevado a la planificación de nuevas fases del proyecto, con una especial atención a mujeres en situación de vulnerabilidad. En este sentido, Victoria Martí Lomeña, secretaria general del Servicio Público de Empleo y Formación de la Junta de Andalucía, anunció una inversión de 2,5 millones de euros que permitirá beneficiar a 160 jóvenes más en los próximos meses.
El evento contó con la presencia de diversas personalidades institucionales, como Antonio Huerta, director general de Protección Social y Barriadas de Acción Social Preferente; Daniel Ruiz, técnico de proyectos europeos de la Generalitat Valenciana; y representantes internacionales, como Cristina Smith, educadora de la entidad GEBA en Alemania, y Renato Pulsi, coordinador de la Red Asociativa y Desarrollo en Salesiani per il Sociale.
Los testimonios de los participantes han sido el eje central del evento, lo que refleja la transformación personal y profesional que han experimentado gracias al programa. Álvaro, uno de los beneficiarios, ha expresado: «Al principio fue difícil adaptarse a un país nuevo, con un idioma diferente, pero ahora me siento más preparado y seguro para afrontar mi futuro laboral». Por su parte, Fabiola, otra de las jóvenes participantes, ha destacado: «Esta experiencia me ha enseñado a ser más independiente, a gestionar mi dinero y a confiar en mis capacidades».
Además, la colaboración con empresas alemanas, facilitada por la entidad GEBA, ha sido un factor clave para el éxito del programa. Cristina Smith, representante de GEBA en Münster, ha explicado: «Desde el inicio del proyecto, nuestro objetivo fue encontrar oportunidades laborales reales que permitieran a los jóvenes integrarse y desarrollar sus competencias en un entorno profesional».
Con la evaluación de la Universidad Loyola, los resultados de ALMA se convierten en un referente para futuras políticas de inclusión laboral, consolidando su modelo basado en el acompañamiento personalizado, la movilidad y el refuerzo de las habilidades de los participantes. La universidad reafirma así su compromiso con la generación de conocimiento aplicado a la transformación social y laboral de los jóvenes en situación de vulnerabilidad.