La vicerrectora de Investigación, Irene Díaz, ha participado este jueves en la inauguración de la Jornada de Computación Cuántica en Asturias, en la que el grupo Quantum and High Performance Computing (QHPC) de la institución académica asturiana ha repasado las posibilidades de esta tecnología y los trabajos que se están llevando a cabo
Asturias se ha situado en los último años como un referente nacional e internacional en el ámbito de la computación cuántica de la mano del grupo de investigación Quantum and High Performance Computing (QHPC) de la Universidad de Oviedo y CTIC, Centro Tecnológico, que suman sinergias para el desarrollo de esta tecnología y su aplicación al ámbito de la empresa.
Este hecho se ha puesto de manifiesto en el trascurso de la Jornada Computación Cuántica en Asturias, celebrada hoy en Gijón en el marco del “Año Internacional de la Ciencia y Tecnología Cuántica” declarado por la UNESCO este 2025, y organizada por CTIC Centro Tecnológico, el Grupo de Investigación QHPC (Quantum and High Performance Computing) de la Universidad de Oviedo y la empresa tecnológica EVIDEN. Un evento en el que se han dado cita personas expertas del ámbito académico, tecnológico e industrial que han debatido sobre los avances y las aplicaciones de la computación cuántica en la actualidad y cuyo objetivo ha sido al público sobre la importancia de la ciencia cuántica y sus aplicaciones en todos los aspectos de la vida.
La jornada ha sido inaugurada por el director general de CTIC, Pablo Coca; el viceconsejero de Ciencia, Innovación, Investigación y Transformación digital, Iván Aitor Lucas del Amo, y la vicerrectora de Investigación de la Universidad de Oviedo, Irene Díaz. Los tres coincidieron en los retos y el potencial de esta tecnología tanto para resolver problemas prácticos de alta complejidad, como para abrir nuevas fronteras a la investigación y el desarrollo de nuevas realidades.
El catedrático de la Universidad de Oviedo e integrante del QHPC, Elías Combarro, hizo un pequeño repaso por la computación cuántica: qué es, aplicaciones, estado actual y cuál es su futuro esperable a corto plazo, así como los retos y oportunidades que presentan su desarrollo y uso tanto en el mundo empresarial como en el académico.
Combarro explicó que los ordenadores cuánticos no son máquinas mágicas capaces de resolver cualquier problema de forma instantánea, sino que tienen aplicaciones específicas en algunos campos en los que pueden ser exponencialmente más rápidos que los ordenadores tradicionales. Para alcanzar estas ventajas en problemas prácticos aún es necesario mejorar el hardware existente, que está sujeto a errores y ruido por las interferencias externas. Sin embargo, ha destacado, en los últimos años se han logrado avances significativos en el campo de la corrección cuántica de errores, lo que acerca la llegada de ordenadores cuánticos con utilidad comercial.
Por su parte, José Camacho, director de HPC y Quantum de Eviden Iberia, analizó la situación actual y los retos a los que se enfrentan las tecnologías cuánticas para conseguir que converjan en una opción real de negocio, tanto desde el punto de vista de la demanda, como de la oferta; aportando una visión empresarial basada en la experiencia del líder europeo de SuperComputación.
Durante la jornada, Carmen Bouzas, consultora en Transformación Digital de CTIC Centro Tecnológico, hizo un recorrido por la trayectoria del centro asociada a la computación cuántica, que le han llevado a liderar la Red de Excelencia Cervera ARQA, una red de la que también forman parte EURECAT (Centro Tecnológico de Cataluña) e ITG (Instituto Tecnológico de Galicia), centros con los que ya habían colaborado en consorcios Cervera en el área de la Inteligencia Artificial. Esta Red, financiada por el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI), dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, permite integrar capacidades y aumentar la calidad científico-técnica en computación cuántica.
ARQA aborda, mediante computación cuántica, la resolución de tres problemas específicos de las áreas de la clasificación, la optimización y la IA generativa. Campos en los que la computación cuántica podría aportar una ventaja significativa. Aunque no se ha completado aún la investigación, ya se pueden vislumbrar algunos resultados prometedores: en el ámbito del Machine Learning, la computación cuántica parece necesitar una cantidad de datos mucho menor que los que necesita la computación convencional para entrenar a los modelos de inteligencia artificial. Esto es particularmente importante en campos de investigación como la medicina.
Esta investigación llevada a cabo por ARQA se materializa en el desarrollo de tres demostradores, uno por cada ámbito de estudio: la clasificación de imágenes satelitales, la optimización del reparto de energía en una comunidad energética y la generación y detección de firmas falsas. Los desarrollos se han realizado empleando computación convencional, computación cuántica simulada y, actualmente, se trabaja en la adaptación del código de estos para sus pruebas en ordenadores cuánticos reales. Estas pruebas permitirán comparar los resultados y verificar si existe o no, una ventaja cuántica en estos campos. En paralelo a estos demostradores, se trabaja también en la criptografía post-cuántica, el desarrollo de algoritmos criptográficos resistentes a ataques cuánticos.
El Centro Tecnológico CTIC está jugando en este campo un papel muy relevante. A finales del 2019, se convirtió en el centro tecnológico español con mayor capacidad de simulación en computación cuántica, a través de la adquisición de ISAAC, una potente supercomputadora capaz de lograr simulaciones cuánticas de hasta 38 q-bits. Es, ahora mismo, el centro tecnológico español con mayor capacidad de simulación en este campo y uno de lo más avanzados a nivel europeo.
Sobre esta infraestructura singular, el equipo de CTIC conjuntamente con el Grupo QHPC de la Universidad de Oviedo ha desarrollado QUTE, una plataforma pionera en Europa que ya está siendo utilizada por más de 30 investigadores de 15 instituciones de investigación en siete países. QUTE es empleado para crear programas experimentales o importar programas o algoritmos que hayan sido desarrollados con otras plataformas para ser ejecutados en el simulador y que podrán ser aplicados a la solución de problemas del mundo real.
El reto a medio y largo plazo es tener ordenadores con suficientes q-bits (y suficientemente confiables/precisos) para poder trabajar en problemas con el tamaño suficiente para alcanzar la ventaja cuántica con respecto a sistemas clásicos de manera que sean realmente útiles para las empresas.