La Universidad de La Laguna, en colaboración con el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Arafo, ha puesto en marcha recientemente una propuesta formativa innovadora en la que las aulas universitarias se trasladaron a entornos naturales mediante un taller vivencial en el Barranco de Añavingo del citado municipio sureño. Este enclave, considerado un laboratorio natural de endemismos de Canarias y recientemente afectado por el gran incendio forestal de agosto de 2023, se convirtió en un espacio de reflexión y aprendizaje sobre la importancia de custodiar y preservar el ecosistema canario.
La actividad, enmarcada en una jornada dedicada al ecoactivismo, reunió a una cincuentena de participantes en el marco de las I Jornadas Transdisciplinares por la Biodiversidad y el Medioambiente. Durante el taller vivencial se realizó una práctica inmersiva, donde se combinaron observaciones ecológicas, dinámicas sensoriales y reflexiones sobre el rol crucial que juega la ciudadanía en la regeneración y protección del medio local.
La experiencia en el entorno natural del Barranco de Añavingo fue guiada por el técnico Juan Antonio Curbelo, quien, gracias a su conocimiento profundo del territorio, se ha consolidado como uno de los especialistas de campo más relevantes en medio ambiente de la isla. Curbelo propició un espacio para conectar ciencia, arte y ciudadanía, fomentando un enfoque reflexivo y activo frente a los desafíos ecológicos que enfrenta el Archipiélago.
El taller vivencial fue coordinado por el investigador Eduardo Rodríguez Batista (Departamento de Botánica, Ecología y Fisiología Vegetal) y la profesora María Gabino (Ciencias de la Comunicación), ambos de la Universidad de La Laguna. Asimismo, contó con la intervención de Felisa Hodgson, doctora en Biología y especialista en impacto y seguimiento medioambiental, quien contextualizó la visita con un recorrido panorámico por el monte de La Esperanza y los altos del Valle de Güímar.
Con esta acción, la Universidad de La Laguna reafirma su compromiso con la sostenibilidad, el pensamiento crítico y la implicación activa en los retos ecológicos del Archipiélago. Además, destaca la importancia de profundizar en el conocimiento del medio natural canario como vía para promover una mayor sensibilización y acción frente a las problemáticas medioambientales locales