El murciano, vicepresidente Senior de IBM y director de IBM Research, ha desentrañado las claves de la inteligencia artificial y la computación cuántica, que protagonizarán el futuro y la solución de problemas para la ciencia
La Universidad de Murcia (UMU) ya cuenta en su claustro de honor con una de las figuras más influyentes en el ámbito de la supercomputación, la inteligencia artificial y la computación cuántica. Darío Gil, vicepresidente Senior de IBM y director de IBM Research, ha sido investido esta mañana como doctor honoris causa en un acto solemne que se ha celebrado en la Facultad de Economía y Empresa y que ha estado presidido por el rector de la UMU, José Luján; la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, María González Veracruz; y el consejero de Medio Ambiente, Mar Menor, Universidades e Investigación, Juan María Vázquez.
Darío Gil ha afirmado que “es un gran privilegio aceptar este honor y lo recibo con mucha alegría y humildad”. Además, ha añadido, “es una verdadera alegría el poder estar de nuevo en Murcia, tierra de mis orígenes, rodeado de amigos y familia”.
Nacido en Murcia en 1975, Darío Gil Alburquerque se doctoró en Ingeniería Eléctrica y Ciencia Computacional en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y su carrera, como ha explicado durante su discurso de aceptación, ha pivotado desde entonces en la promoción de la investigación para el desarrollo de microprocesadores; chips de información que son la base de la supercomputación. “Cuando integramos miles de estos chips en supercomputadoras, los sistemas más avanzados son capaces de realizar un trillón de cálculos por segundo. Si reflexionamos sobre esos números y lo que significan, vemos que es realmente extraordinario”, ha afirmado para reflejar la importancia de la supercomputación en los avances científicos.
En este sentido, Gil puso como ejemplo su liderazgo en la creación de una coalición internacional de supercomputación durante la pandemia de COVID-19, que permitió a investigadores de todo el mundo modelar el virus y desarrollar tratamientos de forma más rápida. Esta iniciativa, apoyada por instituciones como la NASA, la Sociedad Nacional de la Ciencia de EE. UU. y grandes empresas tecnológicas, incluyendo a Google, Microsoft, HP, IBM, Oracle, y muchas otras. Esta coalición, ha afirmado, se convirtió en la mayor colaboración público-privada en la historia de la supercomputación. El consorcio evolucionó a lo que es hoy la Reserva Científica Internacional, una red de comunidades científicas abiertas que trabajan en la preparación y mitigación de crisis globales complejas y urgentes.
El esfuerzo de Darío Gil para impulsar esta gran coalición tecnológica mundial es uno de los méritos destacados por la laudatio de sus padrinos de investidura: Maria Trinidad Herrero, catedrática de la Facultad de Medicina; y Antonio Flores, decano de la Facultad de Informática. Ambos han desgranado su extenso currículo y han destacado su liderazgo en el desarrollo de la computación cuántica y la inteligencia artificial, siempre con una perspectiva científica integradora.
El flamante doctor honoris causa ha dedicado su discurso, pronunciado ante un salón de actos con gran presencia de estudiantes, a ofrecer de manera divulgativa las claves del futuro de la supercomputación que, ha dejado claro, pasará por la combinación de bits (computación clásica), neuronas (inteligencia artificial) y cubits (computación cuántica).
“El progreso extraordinario que estamos viviendo en el campo de la inteligencia artificial es el resultado de crear redes neuronales artificiales con miles de millones de neuronas interconectadas”, ha explicado de manera muy visual Gil. Ha subrayado, además, que la IA está transformando la manera en que interactuamos con la tecnología y afirmó que «donde hoy hay software, mañana habrá IA».
Gil ha continuado desentrañando para los presentes el concepto de computación cuántica, que nació “para resolver lo convencionalmente irresoluble” gracias a los cubits y su innovadora forma de procesar la información. Se trata de un campo que promete revolucionar la resolución de problemas complejos en física, química y ciencia de materiales. Esta tecnología no reemplazará la computación clásica, sino que trabajará en conjunto con ella, dando lugar a los superordenadores cuánticos.
Finalmente, Gil ha hecho un llamamiento a la comunidad científica y tecnológica de España a participar activamente en esta nueva era de la computación.
El rector Luján, en nombre de toda la comunidad universitaria, ha agradecido a Darío Gil su aceptación de vincularse a la Universidad de Murcia y formar parte de un cuadro de honor que desde ahora comparte con nombres como Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato, Mario Vargas Llosa, Federico Mayor Zaragoza, Ramón Gaya, Paco Rabal, Antonio López, Adela Cortina, Margarita Salas, Antonio Campillo, Raimundo González Frutos, Claudio Magris, Gonzalo Sobejano, Robert Sackstein, Francis Mójica o John Maxwell Coetzee, entre otros muchos. Darío Gil es el septuagésimo primer doctor honoris causa de la Universidad de Murcia.