La ULPGC documenta el uso medicinal de plantas más antiguo, en un yacimiento marroquí

Los investigadores hallaron restos en buen estado de conservación de Ephedra en la Cueva de las Palomas (Taforalt)

Un equipo de investigadores, liderado por el profesor Jacob Bentejuí Morales Mateos, adscrito al Grupo de Investigación en Arqueología Tarha de la ULPGC, ha podido constatar el uso de la Ephedra con fines medicinales con una antigüedad de 15.000 años, a partir de unos restos vegetales especialmente bien conservados en el yacimiento de la Cueva de las Palomas (Grotte des Pigeons, Taforalt), situado en la zona de Oujda, en el noroeste marroquí.

La Ephedra, además de su uso alimenticio, tiene un valor terapéutico y medicinal relevante, debido a su alto contenido en alcaloides como la efedrina y la pseudoefedrina, que favorecen, entre otras cosas, la vasoconstricción y la broncodilatación. Los restos carbonizados que se encontraron en la Cueva de las Palomas aparecieron en el interior de una tumba humana, junto a otros objetos y animales singulares, que probablemente formaron parte de ofrendas o un banquete funerario; las dataciones por radiocarbono realizadas a los restos vegetales y a los humanos indican que ambos fueron contemporáneos, lo que refuerza la hipótesis de un uso intencionado de la Ephedra en ese enterramiento.

Para los investigadores, estos restos arqueológicos de Ephedra podrían ser residuos del procesamiento y consumo de sus conos carnosos, nutritivos a la vez que terapéuticos, mientras que su ubicación en un contexto funerario hace pensar que esta planta pudo tener un papel simbólico y ritual importante en las prácticas mortuorias de las comunidades prehistóricas que poblaron esta zona al final del Pleistoceno, quienes ya practicaban operaciones quirúrgicas como trepanaciones y extracciones de dientes.

No es frecuente encontrar evidencias botánicas en yacimientos arqueológicos tan antiguos, anteriores al inicio de la agricultura y la vida en poblados, ya que los restos vegetales como semillas, frutos o tallos se conservan mal debido a su propia fragilidad. El hallazgo de estos restos de Ephedra en buen estado representan un impulso a la investigación sobre la arqueología de este período y área geográfica, además de ser los más antiguos documentados y, posiblemente, las evidencias botánicas datadas más tempranas sobre el uso de plantas medicinales por parte de los seres humanos.

Este trabajo cuenta con financiación de la británica Fundación Calleva, y ha sido publicado en la revista “Scientific Report”; posteriormente ha sido objeto también de amplios reportajes en las ediciones hispana, americana, japonesa y francesa de la revista National Geographic. Junto al profesor Morales Mateos, firman este trabajo también la profesora Yolanda Carrión Marco, de la Universidad de Valencia, y expertos de diferentes centros de investigación de Reino Unido (el Museo de Historia Natural de Hertfordshire, el Museo de Historia Natural de Londres, la Universidad de Oxford y la empresa Allen Archaeology), Alemania (Centro de Investigación Arqueológica de Leibniz e Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva) y Marruecos (Instituto Nacional de Ciencias de la Arqueología y el Patrimonio).