La Universidad de La Laguna y el Cabildo de La Palma convocaron recientemente a su alumnado procedente de la isla de La Palma que estudia en los campus tinerfeños para reflexionar conjuntamente sobre la importancia de mantener el vínculo con la isla, de modo que se puedan encontrar siempre abiertas allí las opciones de ocupación y emprendimiento.

Jóvenes de diferentes puntos de la isla dialogaron con el equipo técnico del proyecto ‘La Palma por el Empleo Joven’ sobre las actuales circunstancias de La Palma vistas desde la distancia y a través de la lente de su experiencia universitaria, más o menos dilatada en el tiempo, puesto que se encontraron tanto estudiantes de nuevo ingreso como personas a punto de terminar su doctorado. En las conversaciones hubo coincidencias en dar importancia a cuidar la conexión con La Palma y demandar una mayor atención por parte de la sociedad palmera y sus instituciones.

Esta población joven enfrenta dilemas como la aspiración de avanzar en la configuración de una isla que les permita realizarse en todos los planos de su vida, lo que conlleva pensar en cambios con la pretensión de que no se vea alterada su esencia. También existe la demanda de contrastar las oportunidades laborales y de emprendimiento que ofrece La Palma con su oferta formativa interna, reforzando las acciones de orientación para aquellas personas candidatas a salir a estudiar fuera.

En este, aspecto parece clave el compromiso institucional y la implicación de entidades como la Universidad de La Laguna. La mentorización puede ser una medida a explorar, al mismo tiempo que se refuerzan los espacios de confluencia: “Yo optaría por ‘crear piña’ con las personas que vengan de la isla a estudiar”, por ejemplo, “a modo de encuentros donde podamos compartir nuestro talento y trayectoria”, señaló una de las personas participantes.

La juventud palmera que se encuentra fuera también aboga por la creación de espacios de participación en La Palma adaptados a su perfil, necesidades y aspiraciones: “Si somos partícipes en el modelo de isla que queremos, querremos volver para disfrutarla”. De este modo, se contrarrestaría la idea de que estos jóvenes son “vagos” o que retornan “de capa caída”, cuando, en realidad, lo que parece faltar es más información sobre las oportunidades existentes y claves para su aprovechamiento.

En este sentido, se requiere trabajar más directamente con el sector empresarial, tanto el radicado en La Palma como el externo que se proyecta en la isla, para incentivar la valoración de candidaturas de personas que se han formado dentro y fuera, generando una mayor confianza, puesto que, a veces parece que “no se fían de los jóvenes”, en particular de aquellas personas que tienen más capacitación. La sobrecualificación llega a ser un problema importante en muchos casos para su incorporación al mercado laboral, y así, poder adquirir la experiencia necesaria para promocionar laboralmente en La Palma.

Por ello reclaman más oportunidades para adquirir las competencias esenciales que les permitan desenvolverse en un contexto laboral con frecuencia poco favorable. Esto implica la inversión en orientación antes del empleo, trazando estrategias individualizadas, anticipándose así a la etapa crítica en la que se decide si volver, o no, a una isla que a veces parece “estancada en una misma visión”. Con todo, la diáspora más joven quiere ser protagonista de su destino, para eso es esencial no perder el vínculo.