La Universidad de La Laguna y el Cabildo de Tenerife han presentado hoy, 19 de junio, los resultados de un estudio conjunto que ha derivado en una reorganización horaria en varias titulaciones universitarias con el objetivo de mitigar los problemas de tráfico en la autopista TF-5. La comparecencia estuvo presidida por el rector de la institución académica, Francisco García, y la presidenta de la corporación insular, Rosa Dávila, y en ella se anunció que esta medida afectará a más de 2.700 estudiantes y supondrá la retirada estimada de más de 550 vehículos en las horas punta del tráfico insular, contribuyendo a aliviar la congestión en los accesos al área metropolitana.

Durante la presentación, el rector subrayó que este acuerdo constata una vez más la excelente colaboración institucional con el Cabildo de Tenerife, “que abarca ámbitos tan diversos como la innovación, la empleabilidad, la investigación y, desde el primer momento, también la movilidad”. Reivindicó el papel ejemplar del centro en materia de sostenibilidad, recordando que el 71% del estudiantado se desplaza en transporte público, “una cifra muy significativa que ha mejorado en los dos últimos cursos y que se recoge también en los informes del Consejo Social”.

García destacó asimismo la implicación de la institución académica en proyectos como las guaguas lanzadera —especialmente la del sur, impulsada con participación estudiantil—, la implantación progresiva de barreras inteligentes que premiarán a los vehículos de alta ocupación y la colaboración activa en la futura estación de guaguas. “Todo este esfuerzo se basa en conocimiento, análisis y datos. Esta medida es un granito de arena más en esa apuesta conjunta para hacer frente a la crisis de movilidad que sufre Tenerife”, concluyó, reconociendo además “el esfuerzo colectivo de todos los centros universitarios que han asumido con responsabilidad los cambios posibles en sus horarios”.

Por su parte, la presidenta del Cabildo de Tenerife agradeció al equipo rectoral y a las facultades su implicación en este proceso, que calificó como “día histórico” tras muchos años tratando este problema. “Hoy anunciamos medidas concretas que comienzan a aplicarse desde el próximo curso”. Dávila subrayó que esta reorganización implica a 13 grados y 9 facultades, afecta a 2.700 estudiantes y permitirá eliminar 110.000 desplazamientos anuales, con una media de 550 vehículos menos cada día en las horas punta.

“Estas decisiones demuestran que no todo se resuelve con carreteras; hacía falta implicar a los agentes sociales, apostar por medidas estructurales y trabajar en un cambio cultural sobre cómo nos movemos”, añadió. En ese sentido, destacó la buena acogida del transporte público gratuito entre el estudiantado y el papel fundamental de la institución académica en el proceso: “La conciencia de la Universidad de La Laguna sobre su papel como actor clave en los desplazamientos diarios ha sido ejemplar, y el agradecimiento del cabildo, en nombre de toda Tenerife, es absoluto”. También mencionó otras actuaciones complementarias, como la próxima puesta en funcionamiento de la pasarela peatonal, que reducirá el tiempo de circulación en un 25 % y cuya coincidencia en el tiempo con la medida universitaria permitirá aliviar aún más la congestión.

La consejera insular de Movilidad, Eulalia García, también intervino para reforzar el valor de esta colaboración: “Desde el principio tuvimos claro que la universidad tenía que ser un factor clave en cualquier estrategia de movilidad. Este trabajo conjunto, que ya lleva dos años, está dando frutos tangibles”. Destacó las cuatro guaguas lanzadera en funcionamiento —una de ellas promovida por estudiantes universitarios—, la implantación de barreras inteligentes en los aparcamientos y el fomento del coche compartido, como ejemplos de un compromiso real. “Seguiremos colaborando estrechamente, porque aún queda mucho por hacer y el trabajo conjunto con la universidad está siendo muy positivo”, añadió.

Medidas en la ULL

La vicerrectora de Sostenibilidad e Infraestructuras, Marta Domínguez, fue la encargada de presentar en detalle los resultados del informe elaborado por la Cátedra de Economía y Movilidad CajaCanarias–ULL, que han servido de base para tomar las decisiones aplicadas en cada centro.

La adopción de estas medidas son fruto del convenio de colaboración firmado en 2023 entre ambas instituciones para trabajar de manera coordinada en soluciones que mejoren la movilidad insular, especialmente en el entorno metropolitano. Desde entonces, se ha desarrollado un proceso técnico y estratégico de trabajo conjunto que ha incluido el análisis de datos, la elaboración de propuestas y la implicación directa de los equipos de gobierno universitario y responsables académicos de los distintos centros. En abril de 2025 ya se avanzaron públicamente algunas de las líneas en las que se venía trabajando.

 

La vicerrectora de Sostenibilidad e Infraestructuras, durante su intervención.

El estudio analiza, entre otros factores, la distribución horaria de las clases, el número de estudiantes por titulación, su forma de desplazamiento y los datos de tráfico facilitados por el Servicio de Carreteras del Cabildo. Las franjas horarias comprendidas entre las 8:00 y las 9:00 horas (en sentido descendente) y entre las 14:00 y las 15:00 (en sentido ascendente) son las más críticas según este análisis.

En base a estas conclusiones, se han acordado varias medidas que se aplicarán a partir del curso 2025-2026, entre las que destacan el traslado parcial de clases al turno de tarde, la redistribución de la docencia hacia días con menor carga lectiva y el ajuste de los horarios de entrada y salida para evitar las horas punta. Estas modificaciones se han consensuado con los equipos directivos de los centros y aprobadas por sus respectivos órganos colegiados.

Las titulaciones que aplicarán cambios son Bellas Artes, Diseño, Conservación y Restauración, Español: Lengua y Literatura, Filosofía, Química, Logopedia, Arquitectura Técnica, Ingeniería Civil, Ingeniería Informática, Electrónica, Mecánica e Ingeniería Química Industrial. En algunas de ellas, como Bellas Artes o Filosofía, se retrasa el inicio de las clases hasta las 09:00 o 09:30 horas; en otras, como Arquitectura Técnica e Ingeniería Civil, se alternan turnos de mañana y tarde por cursos, mientras que en Logopedia o Química se reconfigura la distribución semanal de clases.

En total, se estima que estas medidas afectarán directamente a 2.750 estudiantes. A partir del análisis del reparto modal, se calcula que al menos 554 desplazamientos en coche dejarán de producirse en las franjas de máxima congestión, lo que podría tener un impacto positivo tanto en la fluidez del tráfico como en la reducción de emisiones contaminantes.

Además de los cambios en la docencia de grado, se han introducido ajustes en otros espacios universitarios. El Consejo de Gobierno, el Claustro, las comisiones académicas, la Escuela de Doctorado y Estudios de Posgrado y el Centro de Formación Permanente programarán sus actividades evitando las franjas horarias conflictivas, lo que refuerza el compromiso institucional con esta estrategia global de movilidad.

Esta reorganización de los horarios no solo busca mejorar la circulación en la TF-5, sino también avanzar en la sostenibilidad del sistema universitario. La iniciativa se enmarca en la Ley Canaria de Cambio Climático y Transición Energética y en los principios del proyecto de Ley de Movilidad Sostenible, apostando por la descarbonización, la movilidad activa y el transporte público, que en la actualidad es gratuito para el estudiantado.

El rector indicó en el cierre de su intervención que la Universidad de La Laguna ha hecho el 200% con las infraestructuras y los recursos de los que dispone, y que ahora toca a otras entidades aportar sus soluciones en el camino de la sostenibilidad.