Cubertería antigua, loza, utensilios de cocina de otros tiempos, condimentos y recetarios de familias pudientes forman parte de la muestra bibliográfica ‘De la cocina a los libros. Alimentos que cuentan nuestra historia’, inaugurada hoy 23 de abril, con motivo del Día del Libro, en el Servicio de Biblioteca de la Universidad de La Laguna.

Galería gráfica

Esta exposición también pone el acento en las colaboraciones científicas llevadas a cabo por los investigadores e investigadoras del área de Nutrición y Bromatología de la institución académica, con cuyos trabajos científicos se han revalorizado productos de proximidad y se han obtenido certificados de calidad que acreditan su solvencia.

La muestra, que permanecerá abierta hasta el 20 de junio en la Biblioteca General y de Humanidades, exhibe una selección de documentos de varios fondos especiales de este servicio, como son el Fondo Antiguo, Fondo de Canarias y varios archivos personales que han sido donados. Se trata de una documentación de enorme valor, que repasa los hábitos alimenticios de siglos anteriores, con testimonios originales en los que se relata, por ejemplo, la revolucionaria aparición del tenedor en la mesa, a partir del siglo XV, desterrando así las bárbaras maneras medievales de comer con las manos. También da cuenta de otros textos sobre las buenas maneras en la mesa, tildando de poco adecuado la costumbre de lanzarle los huesos a otros comensales, o de normas de higiene básicas.

La idea que subyace en todo ello es repasar la historia de la alimentación, y muy particularmente la idea las islas, con un capítulo centrado en la dieta del mundo aborigen, a base de gofio y de productos derivados del ganado, además de dátiles o higos. En la exposición se añaden otras fuentes bibliográficas más actuales, con una selección de libros sobre frutales, libros de viajes, denominación de calidad, recetas canarias, otros sobre pescado y salinas y una última mesa acerca de cereales, legumbres, gofio y queso.

De izquierda a derecha, Elena Rodríguez, Sonia García, Isabel León y Gonzalo Rey.

Sin relevo generacional

La profesora titular Elena Rodríguez, del área de Nutrición y Bromatología, y parte del equipo investigador que ha comisariado la muestra, también destacó que esta exposición reseña con fuentes documentales cómo era la alimentación de la población canaria antes ( carne de carba, oveja de pelo, chicharros, gofio, higos) y después (papas, vid, batata, cebolla, vino, gallinas) de la Conquista. Destacó que la alimentación variaba entre islas y dependía del nivel económico de cada familia. Con la llegada del turismo a mitad del siglo pasado y l éxodo de la vida rural a poblaciones más grandes, la alimentación se vio drásticamente influida, proceso que se ha acelerado en estos últimos 25 años, dijo.

La investigadora pertenece al grupo de Ciencia y tecnología de los alimentos, así como al de Nutrición, alimentación y salud. En ambos casos han trabajado para caracterizar algunas variedades de productos locales y han colaborado en análisis de productos que han logrado denominaciones de calidad, como es el caso de la miel, la papa, el aguacate o el tomate, al tiempo que también han contribuido a revalorizar el producto local, diferenciándolo del importado, lo que también se extiende al ajo, la batata, los berros o el gofio. Elena Rodríguez alertó del peligro de abandono de la agricultura y de la falta de relevo generacional, con la esperanza puesta en los jóvenes para que se acerquen a la producción local y no se abandone la agricultura.

Por su parte, Sonia García, del Servicio de Biblioteca, añadió que esta iniciativa expone cómo las formas de preparación de las comidas han variado con el tiempo, dando lugar a nuevos usos y dietas. Hizo referencia al primer volumen sobre comida vegetariana, que data de 1912, de Doménech, o de otro en el que, bajo el pseudónimo de Señora Martín, Luis Contreras escribía un libro de cocina en 1915. En esta muestra, que se complementa con una sucesión de talleres, han colaborado el Museo de Historia y Antropología, la Casa de la Miel, la Casa del Vino, el ICIA, Tenerife Espacio de las Artes, Casa Museo Cayetano Gómez Felipe y la Facultad de Farmacia.

Exquisiteces bibliográficas

El director del Servicio de Biblioteca, Gonzalo Rey, apuntó que la celebración del Día del Libro es siempre un momento de encuentro en la universidad, destacando el afán por la lectura y por la ciencia en abierto. También adelantó que una parte de la biblioteca que acoge esta muestra se denominará Marta Ouviña, jefa de sección fallecida hace unos años.

La vicerrectora de Cultura y Extensión Universitaria, Isabel León, apuntó al final de la sesión que las bibliotecas son hoy en día “espacios de aprendizaje humano y humanístico”. También recordó que cuando viajamos nos acercamos a nuevas culturas y experiencias a través de la comida y ensalzó el buen hacer del personal del Servicio de Biblioteca que ha montado una muestra con las “mejores exquisiteces bibliográficas” de nuestras islas.

La Agrupación de Teatro de Filología, como es ya habitual, llevó a escena una breve pieza al final de la sesión.