La Universidad de Almería culmina uno de los cinco proyectos de investigación que tiene puestos en marcha en esta materia, financiado por la Fundación Centro de Estudios Andaluces: “Es una aportación muy interesante para prever cómo tenemos que trabajar y orientar nuestras políticas en el futuro”. Un seminario internacional divulga los resultados.
El Seminario Internacional ‘Cuidados, arreglos y artefactos: entramados que mantienen y reparan el mundo’ ha situado a la Universidad de Almería en el centro de la necesidad de seguir avanzando en un campo de estudio fundamental para la sociedad presente y futura. Se trata de la intersección entre cuidados y tecnologías, todavía relativamente novedoso y que obliga a afrontar todavía importantes desafíos sociales, éticos y políticos. Más en detalle, ha sido un encuentro internacional en el que se han presentado y discutido los resultados de un proyecto de investigación, con título ‘Arreglos y ensamblajes de tecnologías en las redes familiares para el cuidado de las personas en sus hogares’.
Dicho proyecto ha contado con la financiación de la Fundación Centro de Estudios Andaluces y se ha desarrollado en el periodo 2023-2025. Está integrado en la línea de investigación centrada en el estudio de las tecnologías y los cuidados, liderada en la UAL, en concreto por la profesora María Teresa Martín Palomo, y cuya información completa se encuentra en www.tecnocare-ual.es. El evento ha sido inaugurado por Maribel Ramírez, vicerrectora de Igualdad, Inclusión y Compromiso Social, y por Tristán Pertínez, director de la Fundación Centro de Estudios Andaluces, y han participado profesores e investigadores de gran relevancia en esta materia. Se ha realizado en formato híbrido, presencial y on-line.
Maribel Ramírez ha reflexionado sobre que “analizar cómo se entrelazan los cuidados y la tecnología nos invita a explorar nuevas perspectivas sobre el bienestar social y sobre la manera en que acompañamos y sostenemos a las personas que más lo necesitan”. Así, “hablar de cuidados es reconocer la pluralidad de actores y recursos involucrados: desde quienes los brindan hasta quienes los reciben, y el entramado de apoyos materiales y técnicos que intervienen en el proceso”. En este contexto, “la tecnología se convierte en una aliada potencial para fortalecer la autonomía y la dignidad personal, aunque, al mismo tiempo, nos interpela a afrontar preguntas cruciales sobre la protección de la intimidad, la salvaguarda de los derechos y la equidad en el acceso a estos avances”.

Tristán Pertíñez, por su parte, ha puesto en valor que “este proyecto es uno de los veintiuno que financiamos en la Fundación Centro de Estudios Andaluces de entre los más de cien que se presentaron en la convocatoria 2022-2024, elegido por su interés y su relevancia por el comité evaluador”. Dicho esto, “este seminario es precisamente un elemento de divulgación científica de sus resultados tanto a la comunidad científica como a la sociedad en general, y también, obviamente, a los decisores públicos, para que puedan tener en cuenta estos resultados de cara al diseño, a la valoración de políticas, en definitiva, para que todos los andaluces vivamos mejor, sobre todo cuando seamos más mayores”. Se ha quedado con “la perspectiva de futuro, porque es un avance, una previsión de cómo podemos utilizar en un carácter positivo la tecnología para el cuidado, por lo que es una aportación muy interesante para prever cómo tenemos que trabajar y orientar nuestras políticas en el futuro”.
Maite Martín Palomo ha explicado que “se enmarca en una línea de investigación que se está consolidando”, abordada actualmente en “cinco proyectos puestos en marcha desde la UAL”. La idea es la de “ver cómo las tecnologías pueden integrarse en esos sistemas de cuidado, qué desafíos presentan, y también pensar en la sostenibilidad a largo plazo de la atención a las personas que en la vida cotidiana ya no pueden valerse por sí mismas, o que no han desarrollado todas sus capacidades para poder manejarse sin apoyos”. En otras palabras, profundizar en “de qué manera las tecnologías pueden entrar para hacerse un pilar más del estado de bienestar”, y, “a partir de ahí, hacer recomendaciones que tengan que ver por ejemplo con los diseños tecnológicos”.
En ese sentido, “otro de los proyectos, financiado por el Instituto de la Mujer, se está realizando en colaboración con la ESI, porque hay un equipo trabajando con la idea de incorporar todo este conocimiento a la programación informática y hacer que todo lo que nos proporciona el enorme desarrollo tecnológico de nuestras sociedades se pueda ir aplicando a las políticas públicas”. Ha dicho que “es una línea muy desafiante que se quiere consolidar aquí, en la Universidad de Almería, creando para ello un programa de formación específica, una microcredencial, un máster que tenga que ver con género y cuidados, y que seamos un referente también para Andalucía, para España y para América Latina en esta temática”.
Entre los nombres más destacados en participar se pueden citar Constanza Tobío, catedrática de sociología en la Universidad Carlos III de Madrid y Premio Nacional de Sociología 2021, Nuria Vallés, del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial del CSIC, Miquel Domèneq, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, María Pía Venturiello y Estefanía Cirino, del Instituto Gino Germani (Argentina), Isabel Pérez, de FLACSO Uruguay, Bárbara Badanta, profesora de la Universidad de Sevilla, e Inmaculada Zambrano, de la Universidad Pablo de Olavide. Respecto a los integrantes de la Universidad de Almería han tenido protagonismo el catedrático de Sociología Juan Sebastián Fernández, el profesor de Filosofía José María Muñoz, la profesora Magdalena Correa y la joven investigadora Raquel Latorre Martínez.
Se ha puesto sobre la mesa que los cuidados se producen a través de un amplio y variado despliegue de prácticas, apaños y arreglos, ya que implican ejercicios de adaptación, reajustes, retoques, reequilibrio, o compensación. Estos procesos, a su vez, involucran el empleo de ayudas técnicas, de maquinaria, de objetos o artefactos diversos, y si bien las tecnologías tienen un gran potencial para redefinir el cuidado, también presentan desafíos significativos, como la superación de la brecha digital, la necesidad de competencias no reconocidas, su relación con el consumo y la diferenciación social, y las preocupaciones sobre el control y la privacidad en la era de la vigilancia. La Universidad de Almería está avanzando con paso firme en ello, “recibiendo constantemente investigadoras, doctorandos que están haciendo estancias”, según ha desvelado Martín Palomo: “Hay todo un ámbito muy grande por desarrollar”.