La presencia de la UAB en cualquiera de las redes sociales o canales de comunicación de las que hace uso no presupone en modo alguno compartir la línea editorial ni de otras informaciones contenidas en estas redes o canales.
El objetivo siempre ha sido utilizarlo para transferir el conocimiento científico generado a la universidad, combatir desinformaciones con aportaciones veraces y fehacientes y fomentar el uso del catalán, en clara minorización en un mundo globalizado.
Esto era así tanto para la red social X como para cualquier otro canal que permitiera dar a conocer nuestras actividades, independientemente del origen geográfico o la ideología de su propiedad, y con el único requisito de que la plataforma en cuestión respetara la Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea.
Ahora bien, la propiedad de este canal ha decidido explicitar sus preferencias políticas, y no sólo en lo que se refiere a la política de su país sino también a la de otros países; en especial cuando en éstos se celebren procesos electorales. Unas preferencias además muy alejadas de los principios y valores propios de la UAB. La más que razonable sospecha que, encima, pueda estar manipulando a la opinión pública mediante la red de la que es propietario único y plenipotenciario hace aún más peligrosa esta situación.
Por tanto, y visto que esta actitud lejos de menguar se va agravando, la UAB ha decidido dejar de utilizar la red social X mientras la propiedad de ésta no cese en sus injerencias y en el fomento de actitudes alejadas del respeto y la responsabilidad social.