El Gobierno de La Rioja y el sector productor de la región han valorado positivamente el paquete de medidas específicas que ha propuesto recientemente la Comisión Europea para modificar hasta tres Reglamentos Europeos y ayudar al sector vitivinícola a gestionar su potencial productivo, adaptarse a las nuevas tendencias de consumo y aprovechar nuevas oportunidades de mercado.
Así se ha puesto de relieve durante la reunión de trabajo que ha mantenido este lunes, 31 de marzo, la consejera de Agricultura, Noemí Manzanos con los representantes de las Organizaciones Profesionales Agrarias (OPA) de La Rioja (Arag-Asaja, UAGR y UPA). En este sentido, se ha valorado esta propuesta como “un primer paso, una herramienta más para avanzar en el objetivo común de recuperar el equilibrio en el sector”. No obstante, condicionan su eficacia a que estas nuevas medidas vengan acompañadas de “una financiación adicional suficiente”, al margen de la prevista en la Intervención Sectorial del Vino (ISV).
En este sentido, y teniendo en cuenta que se trata de una propuesta inicial, desde La Rioja se va a trabajar para que estas medidas se doten con nuevos fondos europeos y, en la parte de cofinanciación, que también desde el Ministerio de Agricultura se realice un esfuerzo presupuestario para poder implantar estos cambios y que su financiación no recaiga únicamente en las comunidades autónomas. “La posibilidad de habilitar pagos nacionales para la cosecha en verde o los arranques voluntarios en casos justificados de crisis, facilita que estas puedan ser implantadas en un futuro cercano, pero es necesario que todas las administraciones se impliquen económicamente”, ha precisado Noemí Manzanos.
El hecho de que los Estados miembros tengan capacidad para poner en marcha arranques voluntarios de viñedo proporciona a los viticultores otra herramienta más en la toma de decisión sobre las inversiones a realizar.
Por otra parte, la ampliación del plazo de validez de las autorizaciones de replantación de 3 a 8 años y la supresión de las sanciones, aportan una mayor tranquilidad al viticultor que contará con el tiempo suficiente para tomar sus decisiones basadas en la evolución del mercado.
Otra iniciativa importante afecta a la reestructuración y reconversión del viñedo, que priorizará las actuaciones de carácter cualitativo que busquen evitar un incremento en los rendimientos. Precisamente, este es el camino que ya se ha seguido en La Rioja durante las dos últimas campañas, reduciéndose el potencial productivo en tintos hacia variedades blancas y minoritarias, en cerca de 600 hectáreas.
Por otro lado, también se considera positivo que se amplíe la duración de las campañas financiadas por la UE para la promoción de vinos en mercados de terceros países que pasan de tres a cinco años, lo que garantiza una mejor promoción de los vinos europeos.
Otro de los cambios propuestos que puede ser de gran interés para las bodegas está relacionado con el establecimiento de una normativa más clara que facilite la comercialización de productos vitivinícolas con menor contenido de alcohol, vinos desalcoholizados, productos sin alcohol y aromatizados.
Con el fin de impulsar el enoturismo, la Comisión establece que las ayudas podrán alcanzar hasta el 80% de la inversión, y este mismo porcentaje se mantiene para las inversiones destinadas a la mitigación del cambio climático.
Para la puesta en marcha todas estas medidas, la modificación de estos reglamentos deberá ser ratificada por el Parlamento europeo y el Consejo de la Unión Europea, y posteriormente será trasmitida a los diferentes parlamentos de los países miembros.