El consejero de Turismo y Andalucía Exterior de la Junta de Andalucía, Arturo Bernal, ha mantenido un encuentro con representantes de la la Real Sociedad para el Fomento del Caballo de Marruecos (Sorec), entidad que colaborará con la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre en materia de formación específica ecuestre.
Este acuerdo, cuyo marco general se firmó el pasado mes de octubre entre ambas fundaciones, será suscrito el próximo 16 de diciembre en Marrakech con el objetivo principal de desarrollar un proceso de formación específico diseñado por la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre para la Sorec y bajo su tutoría.
El consejero se ha reunido con ambas entidades en el marco del Salón Internacional del Caballo que se celebra en Sevilla y a la que acudieron representantes de la Asociación Marroquí de Criadores de Caballo Bereber y Árabe Bereber, la Asociación Nacional de Artes Ecuestres Tbourida de Marruecos y de la embajada española en Rabat, junto con el director de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre, Rafael Olveral.
El encuentro con la delegación marroquí tuvo como objetivo que el consejero de Turismo conociera a los máximos responsables de la Sorec que, con un sistema similar al francés, es la organización gubernamental que aglutina todo lo referente al caballo en Marruecos.
También centran su labor en la promoción y gestión de las carreras y de los hipódromos, de las asociaciones de razas, de los centros ecuestres y de la formación. Igualmente, la Sorec gestiona la Feria de El Jadida, una de las ferias de caballos más importantes de África y a la que acuden caballos de diferentes razas y disciplinas de toda Europa, Asia y África.
Para Arturo Bernal, este acuerdo es un reconocimiento a la gran labor desempeñado por la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre a lo largo de los años, consolidándose como un ejemplo de atractivo turístico y cultural que trasciende nuestras fronteras. «Es una referencia para todos aquellos que apuestan por el equilibrio entre tradición y modernidad, situando a Andalucía como un referente mundial en el sector», ha opinado.
Además, este acuerdo refuerza el compromiso de la Real Escuela, fundación dependiente de la Consejería, con la promoción internacional de Andalucía como destino, a la par que impulsa iniciativas sostenibles que mantienen su legado para las próximas generaciones. «Su impacto económico y cultural es un motor clave para el turismo y la generación de empleo en la región, posicionando a Andalucía en el epicentro de la oferta ecuestre mundial», ha concluido.
La Consejería de Turismo, a través de este convenio, apostará por la internalización y la formación, además de profundizar en el fomento de la investigación y la cultura ecuestre entre ambos territorios, fijándose así la voluntad de las instituciones implicadas en la organización y realización de actividades educativas y divulgativas para el desarrollo conjunto de la equitación y el trabajo.
Espectáculo ecuestre ‘Tbourida’
El espectáculo ecuestre ‘Tbourida’, el más tradicional y representativo de la escuela equina marroquí, data del siglo XVI y fue inscrito en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2021. Este elemento del patrimonio cultural inmaterial se transmite de generación en generación en el seno de las familias, a través de la tradición oral.
Consiste en una escenificación de cabalgatas militares reconstituidas con arreglo a convenciones y rituales ancestrales arábigo-amazighs. Las representaciones de este espectáculo las efectúa un grupo formado por un número impar de jinetes de hasta 25 personas, que se alinean unos junto a otros con sus cabalgaduras, teniendo en medio de ellos a su jefe.
Antes de que comience la ‘Tbourida’, los jinetes suelen realizar rituales y rezar colectivamente. A las órdenes de su jefe, los jinetes y sus caballos ejecutan la cabalgata en dos partes. La primera es la ‘hadda’, o saludo de la tropa, en la que ésta hace su entrada al trote en la pista, haciendo una exhibición de manejo acrobático de sus armas y volviendo después a su posición de partida. La segunda parte es la ‘talqa’, en la que la tropa simula partir a la guerra a todo galope disparando sus fusiles cargados con cartuchos de fogueo.