Hasta en tres ocasiones tuvo que volver Michael Thomas a escena para recoger la cálida ovación ofrecida por el público que en la tarde de ayer en un nuevo concierto de la Orquesta Ciudad de Almería (OCAL). El Auditorio Municipal Maestro Padilla alzaba el telón a ‘Duelo de gigantes’, el título propuesto por la OCAL y en el que confrontaba dos maneras coetáneas, aunque distintas, de entender la composición clásica: las de Johannes Brahms y Anton Bruckner.
La cita contaba con la participación del coro del Conservatorio de El Ejido y de músicos de las orquestas jóvenes de Almería y Andalucía y todo ello en el marco de la programación de primavera puesta en marcha por el Área de Cultura, Tradiciones y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Almería.
Del primero de los compositores, de Brahms, se interpretó la ‘Obertura del Festival Adémico Op. 80’, donde quedaba perfectamente reflejado su carácter perfeccionista y su profundo respeto por las formas clásicas frente a la música romántica comenzaba a explorar nuevas expresiones. Además de la excelsa interpretación de la OCAL, el momento más celebrado llegaría con la entrada del coro en el momento en el que Brahms inserta el conocido ‘Gaudeamus Igitur’, el himno universitario por excelencia.
Por su parte, la obra de Bruckner elegida fue la compleja y controvertida ‘Sinfonía nº3 en Re Menor Wab 103’, también conocida como ‘Sinfonía Wagner’, que cosechó severas críticas en su estreno en el año 1873 por ser demasiado extensa y austera, mientras que otros, por el contrario, la admiraban sobre todo por su intensidad y su visión trascendental.
Ejemplifica a la perfección el estilo monumental y espiritual del autor, caracterizado por largas líneas melódicas y una orquestación grandiosa. Bruckner, un auténtico innovador en la forma sinfónica, buscaba transmitir una profunda espiritualidad y una conexión con lo divino a través de su música. Esta sinfonía marcó a la postre el inicio de su madurez creativa y anticipaba la grandeza de sus sinfonías posteriores.
Como curiosidad, el patio de butacas contó con la presencia de familiares de Bruckner, un hallazgo que Michael Thomas conoció a través de un programa de entrevistas con estudiantes coordinado por Cajamar.
Un concierto en el que la OCAL contó también con alumnado seleccionado de proyectos tan destacados como la Orquesta Joven de Andalucía y la Orquesta Joven de Almería, demostrando, una vez más, su compromiso con la formación y el talento joven de la región andaluza y de la provincia almeriense, respectivamente.
Un ‘Duelo de gigantes’ en el que, sin duda, el gran beneficiado fue el público que escuchó las perfectas interpretaciones de la Orquesta Ciudad de Almería con la dirección de Michael Thomas.