La sede de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad ha acogido este martes una jornada formativa sobre el método ‘Barnahus’, el cual busca una atención integral, interdisciplinar y centralizada a niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual. El afán del Gobierno andaluz es reforzar este servicio y mejorar la coordinación entre los distintos sectores implicados para que la atención al menor sea lo más completa posible y le genere el menor daño emocional y psicológico.
Este encuentro interinstitucional, organizado por la Consejería de Inclusión Social con la colaboración de la Fundación Márgenes y Vínculos, ha reunido a unos 40 profesionales de diversos ámbitos y ha contado con ponentes nacionales e internacionales expertos en la materia, como la responsable en el Consejo de Europa del Proyecto ‘Conjunto Fortalecimiento de la Justicia Adaptada a la Infancia’, Mireya García, entre otros.
El director general de Infancia, Adolescencia y Juventud de la Junta, Francisco Mora, y el director general de Justicia Juvenil y Cooperación, Esteban Rondón, han sido los encargados de inaugurar este encuentro, donde han destacado la importancia de una hoja de ruta única que permita una atención global y centrada en el menor.
El director general de Infancia, Paco Mora, ha recordado que Andalucía está “a la vanguardia” en la atención a la infancia y adolescencia víctima de este tipo de violencia porque el programa Barnahus lleva muchos años implantado. No obstante, ha incidido en la necesidad de seguir trabajando para su mejor implementación y de hecho este objetivo se encuentra en el tercer Plan de Infancia y Adolescencia 2024-2027, aprobado recientemente y pone foco en los menores en situación de vulnerabilidad.
“Para el Gobierno andaluz es fundamental la protección y atención a la infancia y, especialmente, a la más vulnerable”, ha proseguido Mora, que ha hecho hincapié en que es “clave” el método Barnahus para no revictimizar a estos menores. “Se trata de tener en un mismo lugar a todos los agentes que actúan con el chico o chica que ha podido ser víctima de violencia sexual y poner a su disposición y la de su familia todos los recursos”, ha explicado.
En este punto, el director general de Infancia ha puesto el foco en la coordinación entre los agentes para, desde el punto de vista sanitario, educativo, judicial o de atención, se actúe “por y para la infancia” de manera integral y adaptada a sus necesidades.
Humanizar el servicio judicial
Por su parte, el director general de Justicia Juvenil y Coordinación, Esteban Rondón, ha explicado que la Consejería de Justicia apuesta por la humanización del servicio judicial con especial atención a las víctimas más vulnerables, entre las que se encuentran los menores. Por ello, ha valorado que el modelo Barnahus responde a esa apuesta y ha mostrado su compromiso para implicar a los operadores jurídicos y profesionales de los servicios de apoyo a la Justicia que gestiona la Consejería a atender a las menores víctimas de violencia sexual de manera centralizada y coordinada en espacios específicos y amigables.
Entre los recursos de la Consejería de Justicia, Rondón ha destacado la labor del Servicio de Asistencia a Víctimas en Andalucía (SAVA), con profesionales especializados que acompañan y ofrecen apoyo psicosocial a los niños y niñas durante todo el proceso judicial. También se ha referido a las exploraciones e informes periciales que realizan los forenses de los Institutos de Medicina Legal, fundamentales en casos de violencia sexual.
Además, ha destacado la experiencia en la práctica de pruebas preconstituidas a través de las Salas Gesell habilitadas en las sedes judiciales. Son espacios equipados para que las víctimas más vulnerables, como los menores, declaren con ayuda de psicólogos y su testimonio es grabado para que no tengan que repetirlo en el juicio. Para Rondón, es una experiencia que la Consejería de Justicia pondrá al servicio del modelo Barnahus.
Esta jornada ha estado dirigida a todos aquellos profesionales implicados en la atención y protección de niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual, como trabajadores de los servicios sociales, del ámbito sanitario, educativo, de justicia (Fiscalía, juzgados, Servicio de Asistencia a víctimas en Andalucía, institutos de Medicina Legal) y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Más datos del modelo
Actualmente, el modelo Barnahus se da en cada una de las provincias de Andalucía a través del programa de evaluación, diagnóstico y tratamiento a niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual de la Junta de Andalucía. Así, tras la detección y derivación del caso, el menor y su familia acude a un servicio especializado para ser atendidos, pudiéndose desarrollar, en su caso, la prueba preconstituida (exploración judicial que puede evitar que tenga que declarar años después en juicio oral) y recibe el tratamiento más apropiado a sus necesidades, sin la obligación de tener que acudir a otro lugar.
Por ello, para que la intervención que se desarrolla en Andalucía responda a este modelo de atención integral propuesto, se requiere del compromiso firme de todos los agentes implicados y de ahí la importancia de jornadas formativas como ésta.