La Junta intensifica el control de la sobrepoblación de especies a través de la caza regulada

La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Catalina García, ha comparecido en la comisión del parlamento andaluz para informar sobre las actuaciones impulsadas por la Junta para controlar la sobrepoblación de especies en el medio natural a través de la caza regulada. Durante su intervención, ha subrayado que la caza es «una herramienta fundamental para la regulación de la superpoblación de ciertas especies», siempre dentro de los criterios de sostenibilidad, ética y respeto a la biodiversidad.

«En nuestra comunidad autónoma, la biodiversidad es un tesoro que debemos proteger y gestionar de manera responsable, asegurando que el medio ambiente y las actividades humanas puedan convivir en armonía», ha afirmado. En este sentido, se ha destacado que la actividad cinegética permite el control de especies con poblaciones excesivas, como el jabalí, y, además, previene daños en la agricultura, la ganadería y la seguridad vial. «Un exceso de población de determinadas especies conlleva problemas graves. Los cultivos sufren daños irreparables, poniendo en riesgo la economía de nuestros agricultores», ha especificado.

La consejera ha destacado que la actividad cinegética es también un motor económico para muchos municipios andaluces. «En nuestra comunidad autónoma, la caza emplea a alrededor de 45.000 personas y tiene un impacto en el Producto Interior Bruto andaluz de 3.500 millones de euros», ha dicho, recordando que se trata del único recurso económico para algunas zonas rurales. Al hilo de esto último, ha subrayado que Andalucía cuenta con más de 160.000 personas con licencia de caza, de las cuales más de 90.000 están federadas, y que existen más de 7.500 cotos de caza, que abarcan el 81% del territorio regional y casi siete millones de hectáreas.

«Desde el Gobierno andaluz apostamos por una caza sostenible y regulada, basada en estudios científicos y respetuosos con la biodiversidad», ha afirmado Catalina García. En este sentido, ha valorado positivamente la aprobación del Plan Andaluz de la Caza 2023-2033, que establece un marco para la ordenación y el fomento de los recursos cinegéticos en la comunidad autónoma. «Este plan se estructura en ocho objetivos, 40 medidas y más de 175 actuaciones, y busca garantizar la sostenibilidad del sector y su compatibilidad con la conservación de la biodiversidad», ha añadido.

Un plan integral para la gestión cinegética

La consejera, durante su intervención, ha abundado en que el Plan Andaluz de la Caza 2023-2033 se ha estructurado en dos grandes bloques: un diagnóstico de la situación cinegética actual y un conjunto de medidas y actuaciones dirigidas a garantizar un aprovechamiento sostenible de los recursos cinegéticos.

Entre sus principales objetivos, ha reseñado la necesidad de fomentar la participación de jóvenes y mujeres en la caza, ya que la edad media de los cazadores ha aumentado de 42 a 52 años en la última década, lo que ha reducido el número de personas activas en esta actividad. «Es imprescindible garantizar el relevo generacional para mantener la importancia de la actividad cinegética en la conservación del medio rural», ha declarado.

Asimismo, el plan contempla la digitalización del sector cinegético, promoviendo la puesta en marcha de nuevas tecnologías que optimizan la gestión de los cotos y la planificación de actividades. Junto a ello, se ha reforzado la vigilancia sanitaria para prevenir la transmisión de enfermedades entre la fauna silvestre, el ganado y, en algunos casos, los seres humanos.

La consejera ha señalado que el diagnóstico del Plan ha confirmado una tendencia al crecimiento de las poblaciones de caza mayor, mientras que en el caso de la caza menor se observa un descenso significativo en algunas especies. Sin embargo, ha precisado que existen excepciones como el conejo de monte, cuya distribución varía drásticamente entre diferentes zonas. «Mientras que en Sierra Morena y otras zonas forestales se encuentra en recesión, en la Campiña del Guadalquivir su abundancia está generando daños importantes en cultivos agrícolas», ha comentado. De hecho, ha puntualizado que la Junta de Andalucía ha aprobado resoluciones específicas que permiten el control del conejo de monte en más de 150 municipios.

Situaciones similares se han detectado en aves como la paloma torcaz y la paloma bravía, que pueden llegar a constituir bandadas numerosas con impacto en cultivos en determinadas épocas del año. «Estos niveles poblacionales irregulares ponen en riesgo la agricultura, a la vez que la estabilidad de otras especies silvestres», ha afirmado.

Medidas excepcionales para el control de daños

Catalina García ha incidido en que la caza regulada es una herramienta clave para equilibrar los ecosistemas y reducir los daños provocados por ciertas especies. En este sentido, ha recordado que la normativa andaluza prevé distintas medidas para hacer frente a estas situaciones. El Reglamento de Ordenación de la Caza en Andalucía, aprobado por el Decreto 126/2017, permite que los gestores cinegéticos se incluyan en sus Planes Técnicos de Caza estrategias específicas de control de daños. «Estos planes establecen qué especies están generando problemas, cuáles son las áreas afectadas y qué medidas de control pueden aplicarse, incluyendo el uso excepcional de ciertos métodos en casos concretos», ha matizado.

La consejera ha detallado que, en el caso del conejo de monte, la Junta de Andalucía ha puesto en marcha un área de control de daños que abarca más de 150 municipios en las provincias de Sevilla, Córdoba, Jaén, Málaga y Granada, donde se han implementado medidas específicas en terrenos cinegéticos. Entre las actuaciones establecidas, se ha permitido la captura en vivo con hurón y redes durante todo el año, la ampliación del período hábil para su caza con armas de fuego y el uso de aves de cetrería como mecanismo de control.

«Para el resto de los municipios andaluces, la inclusión de control de daños en los Planes Técnicos de Caza sigue siendo la principal vía de actuación», ha afirmado. En el caso de terrenos sin aprovechamiento cinegético, la Junta ha facilitado la tramitación de autorizaciones excepcionales para la gestión de daños en cultivos.

En lo que respeta al jabalí y al cerdo asilvestrado, Catalina García ha señalado que las medidas excepcionales han sido aplicadas en todo el territorio andaluz, tanto en terrenos cinegéticos como en zonas libres de actividad cinegética. «Entre las estrategias adoptadas, se ha permitido la instalación de capturaderos durante toda la temporada y la caza bajo diferentes modalidades, como aguardos diurnos o nocturnos, recechos, caza en mano o batidas de gestión, incluso fuera del período hábil de la Orden General de Vedas», ha detallado.

Además, la consejera ha indicado que las modalidades de caza permitidas dependen del tipo de terreno y del nivel de impacto de la especie en cuestión. «Si se trata de terrenos cinegéticos de caza mayor o menor, o si hablamos de terrenos libres, las medidas pueden requerir únicamente una comunicación previa o, en algunos casos, una autorización específica por parte de las Delegaciones Territoriales», ha precisado.

Protección de la caza menor

Catalina García ha resaltado que, además del control de especies con sobrepoblación, la Junta de Andalucía está trabajando en la conservación de la fauna cinegética menor. «El Plan Andaluz de la Caza contempla distintas acciones para frenar el declive de estas especies y mejorar su conservación», ha apostillado. Este plan contempla medidas dirigidas a la protección y mejora de hábitats, buscando compatibilizar los usos agrícolas y forestales con la conservación de la biodiversidad.

Por otro lado, ha anunciado el desarrollo de la orden de predadores, que, entre otros aspectos, busca garantizar la protección de las especies cinegéticas menores frente a amenazas externas. Igualmente, ha destacado la puesta en marcha del Plan de Caza Adaptativa de la Tórtola, que permitirá que los cotos que acrediten mejoras en el hábitat de esta ave puedan recuperar su caza en la temporada 2025/2026, siempre que la Comisión Europea conceda los cupos de captura correspondientes.

Otro paso importante, ha afirmado la consejera, ha sido la elaboración de una instrucción y un manual para la gestión de daños por el meloncillo, una especie cuya proliferación ha generado preocupación en algunos territorios.

El Pacto Andaluz por la Caza

Catalina García ha puesto en valor el Pacto Andaluz por la Caza, un acuerdo firmado en junio de 2022 por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y la Federación Andaluza de Caza (FAC) para consolidar el apoyo institucional a la actividad cinegética en la comunidad autónoma. «Este pacto ha marcado un antes y un después en la colaboración entre la Administración y el sector cinegético andaluz», a lo que ha añadido: «Desde la firma del pacto, hemos cumplido íntegramente once de los diecisiete compromisos adquiridos, lo que representa un 65% del total, y otros cuatro compromisos se encuentran en una fase avanzada de tramitación». En esta línea, ha puntualizado que «el resto de los compromisos están siendo gestionados por la FAC junto con las consejerías implicadas».

En este contexto, ha destacado la incorporación de Andalucía al Observatorio Cinegético, una plataforma digital impulsada por la Fundación Artemisan y la FAC que permite realizar un seguimiento en tiempo real de las especies cinegéticas. «Gracias a esta herramienta, podemos tomar decisiones basadas en datos científicos para garantizar una gestión sostenible de la caza», ha añadido.