El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento del Protocolo Andaluz de Coordinación frente a los efectos de las Temperaturas Excesivas sobre la Salud 2025, que identifica los tres grupos de población más vulnerables a los efectos del calor, entre los que se encuentran personas mayores de 65 años con patologías previas, embarazadas, personas sin hogar o con discapacidad y menores de 4 años, especialmente lactantes, personas que realizan actividades físicas expuestos al sol y trabajadores al aire libre o en ambientes calurosos.
La Consejería de Salud y Consumo activó el 16 de mayo de 2025 este protocolo, que estará activo hasta el 30 de septiembre, si bien el propio plan introduce un criterio de flexibilidad que permite ampliarlo los quince días anteriores y posteriores, de modo que puede permanecer activo hasta el 15 de octubre si continúan las altas temperaturas. Este protocolo, que tiene como objetivo general reducir el impacto sobre la salud de la población de las temperaturas de calor extremas, involucra a las consejerías de Salud, Inclusión Social, Presidencia, Desarrollo Educativo, Turismo, Cultura y Empleo, así como a Emergencias 112 y a la Federación Andaluza de Municipios y Provincias.
Como objetivos específicos, el protocolo traslada el Plan nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperaturas sobre la salud de 2025 en Andalucía y facilita la respuesta intersectorial de manera coordinada; busca reducir el impacto sobre la salud asociado al incremento de la temperatura estival y a posibles olas de calor, aunando las medidas necesarias por parte de las distintas instituciones de la Administración General del Estado, de la Junta de Andalucía y de la administración local; centrar los esfuerzos preventivos en las poblaciones de riesgo de morbilidad y mortalidad por causa de temperaturas elevadas, identificándolas y estableciendo un seguimiento personalizado con los recursos ya existentes.
El protocolo establece tres grupos de población en especial riesgo. El Grupo I engloba a las personas mayores de 65 años, con una o más patologías (EPOC, insuficiencia cardiaca, demencia, insuficiencia renal, obesidad excesiva, hipertensión o diabetes mellitus); y que tomen medicación del tipo diuréticos, hipotensores, anticolinérgicos, antidepresivos y psicótropos; mujeres gestantes; personas sin hogar o en exclusión social; personas con discapacidad y algún otro factor de riesgo personal, ambiental, social o laboral; personas incluidas en el Proceso Asistencial Integrado del trastorno mental grave; y menores de 4 años, especialmente lactantes.
En el Grupo II, se incluye a las personas mayores de 65 años que vivan solas o con su cónyuge mayor también de 65 años, que tengan más de una de estas patologías (EPOC, insuficiencia cardiaca, demencia, trastorno mental grave, insuficiencia renal, obesidad excesiva, hipertensión y diabetes mellitus); o presenten alguna discapacidad; que tomen más de una medicación (diuréticos, hipotensores, anticolinérgicos, antidepresivos y psicótropos) y que tengan una vivienda difícil de refrigerar.
Finalmente, el Grupo III se refiere a las personas que vivan sin hogar o vivan solas, que tengan más de una de las patologías mencionadas anteriormente o presenten alguna discapacidad; que tomen más de una medicación (diuréticos, hipotensores, antidepresivos, anticolinérgicos y psicótropos); y que tengan una vivienda difícil de refrigerar y que no reciban nunca visitas. La Junta de Andalucía considera que debe prestarse especial atención a los ámbitos domiciliarios de personas mayores, a residencias de personas mayores y a las áreas con alta marginalidad. Para ello se cuenta con los distintos programas puestos en marcha en estos ámbitos por los distintos organismos competentes que participan en el Protocolo.
Predicción y coordinación
El documento establece, además, que la Consejería de Salud y Consumo transmite una predicción de las olas de calor realizada por el Ministerio de Sanidad y Equidad a partir de la información facilitada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y establece niveles de alerta según el grado de riesgo por exceso de temperatura. El Protocolo determina cuatro niveles de alerta que van desde la ausencia de riesgo (0, verde), bajo riesgo (1, amarillo), riesgo medio (2, naranja) y alto riesgo (3, rojo).
También es misión de la Consejería de Salud y Consumo la identificación de los grupos de población más vulnerables a los efectos del calor, con el fin de orientar y priorizar las medidas preventivas en cada ámbito institucional; la coordinación con las distintas administraciones y entidades públicas y privadas competentes para la identificación, seguimiento y atención de los grupos de riesgo, para la implementación de las medidas preventivas correspondientes en cada sector, y para facilitar información diaria a los organismos e instituciones implicadas, así como a profesionales sanitarios y de los servicios sociales, sobre el nivel de riesgo por zonas de meteosalud.
Entre las funciones que determina el protocolo, se incluyen también la difusión de medidas preventivas frente a los efectos del exceso de temperatura sobre la salud, dirigida a organismos, instituciones, profesionales y a la población general; la vigilancia y seguimiento de los principales indicadores de salud, así como de la implementación y efectividad de las medidas adoptadas, así como la activación, en caso necesario, de los dispositivos asistenciales, tanto de atención primaria como hospitalaria, sociales o de otra índole ante situaciones de riesgo elevado.
La exposición a elevadas temperaturas provoca efectos directos en el organismo. De menor a mayor gravedad se pueden incluir el estrés por calor, definido como las molestias y tensión psicológica asociada con la exposición a elevadas temperaturas; agotamiento por calor, que es una moderada enfermedad debida a la depleción de agua y/o sal. Los signos y síntomas incluyen intensa sed, debilidad, malestar general, ansiedad, vértigo, mareos, y dolor de cabeza. La temperatura corporal puede estar normal, por debajo de lo normal o ligeramente elevada (< 40º). Finalmente, el golpe de calor es un síndrome caracterizado por una elevada temperatura corporal de origen central, que se incrementa por encima de 40º C, y con una disfunción del sistema nervioso central que resulta en delirio, convulsiones o coma.
Desde la activación de este protocolo en Andalucía, se ha producido un fallecimiento por golpe de calor (el sábado 21 de junio de 2025 en Córdoba) y se han registrado otros siete golpes de calor en las provincias de Almería, Cádiz, Córdoba, Huelva, Jaén y Sevilla, de los que tres ya han recibido el alta hospitalaria y otros cuatro permanecen ingresados.