La Junta de Andalucía ha puesto en valor esta mañana en Puente Genil el carácter pionero de su nueva normativa de protección frente a la contaminación lumínica, aprobada el pasado mes de febrero, como ejemplo del compromiso de la comunidad autónoma con un desarrollo sostenible, eficiente y respetuoso con la biodiversidad.
El delegado territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente en Córdoba, Rafael Martínez, ha participado en el acto inaugural del III Foro Fundación Ximénez, acompañado por el alcalde de Puente Genil, Sergio Velasco, y el presidente de la Fundación, Mariano Jiménez Rosales. Durante su intervención, Martínez ha remarcado la importancia de avanzar hacia un modelo energético responsable, en el que la luz artificial se utilice con criterios de eficiencia, salud y protección del entorno.
Al respecto, ha explicado que esta nueva norma andaluza responde a la necesidad urgente de frenar los efectos, muchas veces invisibles, que provoca la sobreiluminación en la biodiversidad, el bienestar de las personas y la calidad del cielo nocturno. “Apostamos por una regulación que ordena, sensibiliza, educa y que proyecta hacia el futuro una visión sostenible de algo tan cotidiano como es la luz”, ha afirmado.
Martínez ha destacado que la contaminación lumínica no solo reduce nuestra capacidad para observar el cielo, sino que altera los ritmos biológicos de la fauna y de las personas, e incrementa el consumo energético innecesario. “La Junta de Andalucía es consciente de que iluminar sin control es, además de un despilfarro económico, una agresión ambiental que Andalucía no puede permitirse”, ha señalado.
Así, ha incidido en que el uso excesivo de luz artificial está afectando a especies que necesitan oscuridad para orientarse, reproducirse o alimentarse, así como a plantas adaptadas a la polinización nocturna. También ha puesto el foco en los efectos sobre la salud humana, recordando que numerosos estudios relacionan la exposición continua a la luz nocturna con alteraciones del sueño, del sistema hormonal y del bienestar general.
En este contexto, el delegado ha puesto de relieve que la nueva normativa convierte a Andalucía en una de las primeras regiones de Europa en establecer una regulación específica que protege el cielo nocturno como patrimonio natural y cultural. De este modo, ha valorado especialmente el trabajo técnico y científico que hay detrás del texto, así como el proceso participativo que ha hecho posible su aprobación. “Hemos contado con el saber de astrónomos, médicos, ingenieros, ambientalistas, ayuntamientos y entidades sociales, y el resultado es una norma sólida, realista y ambiciosa”, ha indicado.
Entre los aspectos innovadores del reglamento, Martínez ha subrayado la zonificación lumínica del territorio andaluz, que clasifica diferentes áreas en función del nivel de protección requerido. En este marco, se han delimitado zonas de especial sensibilidad alrededor de los observatorios astronómicos de Calar Alto y Sierra Nevada, reconociendo su valor científico y su necesidad de condiciones óptimas para la observación del firmamento.
El delegado también ha hecho hincapié en la introducción del índice espectral G, una herramienta que permite limitar el contenido de luz azul, considerada la más perjudicial tanto para la salud humana como para los ecosistemas y la calidad astronómica del cielo. Ha destacado que esta medida cuenta con el respaldo de la comunidad científica y ha agradecido la presencia en el acto del investigador David Galadí-Enríquez, impulsor de este índice.
Durante su intervención, ha defendido además el potencial que ofrece esta regulación para el desarrollo de actividades económicas sostenibles en zonas rurales. En particular, ha señalado que el astroturismo representa una oportunidad real para generar empleo, fijar población y atraer visitantes interesados en la observación del cielo en entornos de alta calidad ambiental. “Hemos querido que esta norma no solo conserve, sino que también active. Que sea una herramienta para el desarrollo rural, para la economía verde, para el orgullo territorial”, ha sostenido.
Al hilo de esto último, ha añadido que este avance normativo se enmarca en la estrategia andaluza de lucha contra el cambio climático y de cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente aquellos vinculados con la energía limpia, la salud, la vida silvestre y las ciudades habitables. “Queremos poner la tecnología, la ciencia y la regulación al servicio de un horizonte común: un futuro en el que podamos convivir con la luz sin perder la noche”, ha afirmado.
Rafael Martínez ha concluido su intervención apelando a la colaboración entre administraciones, empresas y ciudadanía para hacer efectiva la aplicación de esta norma. “Con esta norma, la Junta ha construido una buena base, pero necesitamos el compromiso de todos para que este reglamento no se quede en el papel. Cada gesto, cada decisión que tomamos al iluminar un espacio, cuenta. Los grandes cambios, a menudo, empiezan por pequeñas acciones”, ha remarcado.
El III Foro Fundación Ximénez, bajo el lema “Iluminando el futuro sin dejar huella”, ha reunido a lo largo de la jornada a expertos y profesionales para abordar los retos tecnológicos, normativos y sociales que plantea el uso de la luz artificial en el contexto actual. La Fundación Ximénez, impulsada por Ximenez Group desde 2019, mantiene como eje de su acción la promoción de modelos energéticos sostenibles y el compromiso con la protección ambiental.