- La declaración por ley en el año 2000 del antiguo parque natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina ha permitido financiar proyectos de desarrollo rural, uso público y conservación de la biodiversidad por más de 50 millones de euros
- El programa de actividades tiene un carácter abierto y aglutina actividades educativas, culturales, de ocio y un concierto en torno al espacio natural protegido, que desarrollarán la Junta y otras administraciones e instituciones
17 de junio de 2025
Castilla y León |
Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio
El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha presentado esta mañana el programa de actividades que se desarrollará durante todo este año en conmemoración de las ‘bodas de plata’ del Parque Natural Montaña Palentina, en un acto en el que ha estado acompañado por el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz; el delegado territorial de la Junta, José Antonio Rubio Mielgo; la presidenta de la Diputación de Palencia, María Ángeles Armisén, y los alcaldes del espacio natural protegido.
El programa abarca propuestas educativas, culturales y lúdicas, orientadas a vecinos y visitantes, donde tienen cabida talleres, rutas guiadas y un concierto. La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio trabaja en la confección del cartel de un evento de relevancia, del que próximamente ofrecerá más detalles.
Durante este acto, que ha contado también con la asistencia del director conservador del parque, Pablo Zuazúa, se ha hecho balance de estos 25 años, haciendo hincapié en los diferentes hitos del mismo, desde su declaración en el año 2000, pasando por la aprobación de su instrumento de planificación, hasta la última modificación legal que permitió de forma consensuada renombrar el parque de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre Montaña Palentina’ a Montaña Palentina.
En estos 25 años se han diseñado y ejecutado las infraestructuras y equipamientos de uso público del parque, destacando la construcción de la Casa del Parque y su reciente renovación en 2022, que ha permitido duplicar su número de visitantes. En estos años, solo en infraestructuras de uso público se han ejecutado actuaciones por valor de 10 millones de euros, más otras muchas actuaciones en planificación que serán ejecutadas en los próximos años.
Las intervenciones de conservación de la biodiversidad y mejora de hábitats han supuesto casi millones de inversión, con actuaciones específicas destinadas al oso pardo, a la prevención de incendios, a la depuración de las aguas residuales o a la restauración de escombreras.
Igualmente, las subvenciones a las Zonas de Influencia Socioeconómica (ZIS) han permitido financiar 186 proyectos con un importe cercano a los 5 millones de euros. Estas ayudas, al igual que gran parte de las actuaciones financiadas por la Junta de Castilla y León, se ha producido de forma específica por tratarse de un espacio natural protegido, situación que pone en valor este territorio frente a otros espacios naturales que no ostentan esta protección.
Conservación de la biodiversidad y mejora del hábitat
Uno de los pilares fundamentales del Parque Natural Montaña Palentina ha sido la ejecución de trabajos de conservación, con una inversión de 37,5 millones de euros. Una parte significativa de estos fondos se ha destinado a la protección del oso pardo y su hábitat, pero también se han abordado muchas otras actuaciones.
Entre ellas destacan las limpiezas de residuos en el medio natural, la recuperación de antiguas escombreras mineras, la mejora de masas forestales mediante tratamientos selvícolas y la recuperación de dehesas. Ejemplos significativos son las intervenciones en la Tejeda de Tosande o en el pinar autóctono de Velilla del Río Carrión.
En el ámbito de la fauna, se han desarrollado medidas como la adaptación de abrevaderos y pasos canadienses para anfibios, tratamientos con fungicidas para prevenir enfermedades en estos animales, así como la mejora del hábitat de especies vulnerables como el desmán ibérico y la perdiz pardilla.
También se ha trabajado en la restauración del patrimonio histórico y etnográfico, con la recuperación de fuentes, lavaderos, fraguas y potros de herrar, y actuaciones singulares como la restauración de ‘La Benina’, una construcción tradicional con cubierta de cuelmos de centeno, o la rehabilitación del Puente Romano de Rojadillo en Salcedillo.
Todo este esfuerzo acumulado durante un cuarto de siglo ha sido posible gracias a la colaboración entre administraciones, entidades locales, propietarios, asociaciones.
La protección del oso pardo es, sin duda, uno de los mayores logros alcanzados en estas dos décadas y media de gestión. En los años 90, antes de la declaración del parque natural, la subpoblación cantábrica oriental apenas contaba con entre 17 y 25 ejemplares. Gracias a los esfuerzos sostenidos de conservación y protección de su hábitat, los últimos censos genéticos recogen una cifra cercana a los 120 osos en esta subpoblación. Este crecimiento refleja no sólo una tendencia positiva en cuanto a número de individuos, sino también un avance muy relevante en términos de conectividad biológica: en los últimos años se ha confirmado un intercambio genético entre las subpoblaciones oriental y occidental, hecho que refuerza la viabilidad a largo plazo de la especie en la Cordillera Cantábrica.
El parque natural ha sido también un instrumento clave para la conservación del paisaje, uno de los valores más representativos y frágiles de la Montaña Palentina. La normativa propia del espacio protegido ha permitido frenar procesos de urbanización desordenada del suelo rústico que, en décadas anteriores, estaban proliferando en el entorno de algunas localidades como Vidrieros, Brañosera o Arbejal. Gracias a la ordenación de este uso, a la concienciación pública y a una mayor vigilancia, se ha podido preservar la integridad del paisaje, evitando construcciones inadecuadas y garantizando una mejor integración del desarrollo urbano con el entorno natural.
Desarrollo rural
Otro pilar importante del parque natural es el desarrollo local. Los 10 municipios del Parque Natural Montaña Palentina se han podido beneficiar a lo largo de estos 25 años de la línea de ayudas en la zona de influencia socioeconómica del espacio natural protegido. Estos recursos han servido para financiar diferentes actuaciones encaminadas a la mejora del medio natural o de sus infraestructuras, así como de servicios y equipamientos que han contribuido a mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
En total, se han financiado 186 proyectos, por un importe global de 4,84 millones de euros. Esta cifra responde a inversiones muy variadas, que han tenido un impacto positivo y directo en la vida de los vecinos y en la conservación del entorno.
Las ayudas han permitido llevar a cabo mejoras en infraestructuras municipales como redes de abastecimiento, saneamiento, alumbrado o pavimentación; actuaciones de rehabilitación de edificios públicos como casas consistoriales, antiguas escuelas o casas del maestro; y mejoras en espacios públicos, con ejemplos destacados como la renovación del Ferial de Cervera o la Plaza del Rollo en San Salvador de Cantamuda. También se han impulsado acciones específicas de mejora del medio natural y de promoción del territorio, como la puesta en valor de Brañosera como primer municipio de España.
Estas actuaciones son un ejemplo del compromiso del parque natural con el desarrollo sostenible y el equilibrio entre la conservación del entorno natural y la mejora de las condiciones de vida de la población local. La inversión ha sido también una apuesta por el futuro del medio rural, la fijación de población y el aprovechamiento responsable de los recursos del territorio.
A la línea de ayudas ZIS, en el Parque Natural Montaña Palentina se ha sumado otra importante línea de actuación: las subvenciones a la realización de obras de adecuación al entorno rural en los Espacios Naturales declarados, cuya finalidad es fomentar y estimular la integración paisajística de las construcciones existentes dentro de los Espacios Naturales Protegidos.
Con un enfoque centrado en la mejora estética y funcional de las edificaciones, esta línea de ayudas ha permitido que muchas construcciones tradicionales y rurales se adapten armónicamente al entorno, respetando la arquitectura y los materiales propios de la zona.
En total, se han ejecutado 335 actuaciones, con una inversión conjunta de casi 969.000 euros, que han contribuido de forma significativa a conservar la identidad paisajística y cultural de la Montaña Palentina.
Algunos ejemplos de actuaciones realizadas en el marco de esta línea de subvenciones son sustituciones de cubiertas de uralita por teja tradicional, mejorando no solo la estética, sino también la seguridad y sostenibilidad de los edificios, el repicado de revocos en fachadas para dejar vista la piedra original, recuperando así el valor patrimonial de las construcciones, la sustitución de carpinterías exteriores por otras más acordes con el entorno rural, aumentando además la eficiencia energética y la realización de mejoras estéticas en naves ganaderas, que han favorecido una imagen más cuidada del paisaje ganadero.
En un territorio, donde la convivencia con la fauna salvaje forma parte del día a día, otro eje clave ha sido la línea de pagos compensatorios por daños causados por el oso pardo, que refleja el compromiso con una convivencia respetuosa entre la fauna silvestre y las actividades humanas.
En total, se han tramitado 1.134 expedientes en el Parque Natural Montaña Palentina, con una inversión de 715.800 euros destinada a compensar daños en ganado, cultivos, colmenas y otros bienes particulares, fortaleciendo así la implicación de la población local en la conservación de esta especie emblemática. En paralelo se han concedido 91 expedientes de ayuda a apicultores destinadas a la adquisición de pastores eléctricos para proteger sus colmenares, por un montante de 35.776 euros.
Por otra parte, el Parque Natural Montaña Palentina se ha posicionado en estos años como un modelo de equilibrio entre conservación de la biodiversidad y desarrollo turístico sostenible. Desde su declaración como espacio protegido, la Junta de Castilla y León, en coordinación con los ayuntamientos y entidades locales, ha desarrollado una red de uso público destinada a facilitar el conocimiento y disfrute del entorno natural por parte de la ciudadanía, de una forma sostenible con la conservación y el desarrollo socioeconómico.
Programa de uso público y promoción del turismo
Uno de los pilares de esta red es la Casa del Parque, centro de recepción e interpretación del espacio natural, en que se desarrollan todo tipo de actividades de educación ambiental, divulgación y difusión del espacio natural, habiendo acogido ya a 267.742 visitantes desde su apertura en 2004. Además, la red de senderos —compuesta actualmente por 13 rutas de pequeño recorrido y una de gran recorrido— ha sido recorrida por 522.939 visitantes entre 2019 y 2024, según los datos registrados por contadores automáticos situados en los equipamientos.
Durante estos 25 años se han invertido 7.926.316 euros en la construcción y mantenimiento de equipamientos de uso público en el Parque Natural. Además de la Casa del Parque, destacan rutas emblemáticas como la senda de la Tejeda de Tosande, la senda de la Cascada de Mazobre, la senda del Roblón de Estalaya o la senda del escultor Ursi. También se han habilitado miradores estratégicos como los de Piedrasluengas, el Alto de la Varga o Alba de los Cardaños, que permiten contemplar los paisajes más espectaculares del Parque.
El esfuerzo por mejorar la calidad turística ha sido reconocido con la obtención del distintivo ‘Q de Calidad Turística’ en 2007. En 2015, el Parque fue acreditado con la Carta Europea de Turismo Sostenible (CETS), una iniciativa de la Federación EUROPARC que promueve un modelo de turismo respetuoso con el entorno y basado en la participación de los agentes del territorio y las empresas turísticas. Hasta la fecha se han acreditado 21 empresas turísticas. Gracias a los mecanismos de participación que impulsa la CETS, se continúa trabajando en la mejora y ampliación de esta red de infraestructuras, con la previsión de incorporar nuevos equipamientos en los próximos años.
El Parque Natural Montaña Palentina se consolida así, como un referente en turismo de naturaleza, donde la conservación del patrimonio natural y cultural camina de la mano con un modelo turístico responsable y de futuro.
Descripción de los valores naturales del espacio
Este espacio situado al norte de la provincia de Palencia, en la vertiente meridional de la cordillera Cantábrica, es un territorio muy montañoso que se caracteriza por las elevadas altitudes de sus cumbres (más de 2.000 metros: Curavacas o Espigüete) y los fuertes desniveles en los fondos de los valles. Aquí nacen los ríos Carrión (Laguna de Fuentes Carrionas) y Pisuerga (cueva del Cobre).
En el valle del río Carrión contrastan las fuertes pendientes de escasa cobertura vegetal y predominio de la roca con los valles de amplia cobertura arbustiva y de variado colorido estacional, mientras en la cuenca del Pisuerga destacan, por el contrario, la presencia de extensas masas arboladas que se asientan sobre un relieve menos acentuado. Geológicamente se trata de un territorio complejo con sustratos paleozoicos de diferente naturaleza (calizas, pizarras, conglomerados, areniscas…). Sobre él, la disolución de la caliza ha provocado un importante modelado kárstico, esencialmente hipógeo, sin menospreciar las huellas del glaciarismo cuaternario. La variedad de sustratos, exposiciones, pendientes y condiciones climáticas así como el rango altitudinal favorecen la presencia de una gran variedad de comunidades vegetales y faunísticas.
Entre las formaciones boscosas señalar encinares, melojares, quejigares y hayedos acidófilos y calcícolas, enebrales de sabina albar, en su límite norte de distribución peninsular, sin olvidar la singular Tejeda de Tosande o el pinar de Velilla, mancha natural de pino silvestre superviviente de los extensos pinares que en épocas pretéritas cubrieron las laderas de estas sierras, así como las acebedas. Los matorrales son también muy variados junto a pastizales de siega y de diente y los diferentes pastos de altura, a los que se unen las ricas comunidades de pedreras, roquedos y turberas altas, sin postergar algunos taxones florísticos: ‘Echium cantabricum’, ‘Artemisa cantábrica’. O un árbol muy singular, el ‘roblón de Estalaya’ un notable y venerable ejemplar de ‘Quercus petraea’.
Se ha de reseñar también la gran singularidad de su fauna, entre las aves, tienen gran interés las especies forestales ligadas a los bosques atlánticos (pico medianoo pito negro), rapaces (alimoche o águila real) y entre los mamíferos una especie emblemática y en peligro de extinción: el oso pardo cantábrico. Espacio lleno de singularidades, como el bosque fósil de Verdeña, su rico e imprescindible patrimonio cultural, con ermitas e iglesias románicas que señorean en cada pueblo, casas blasonadas de Cervera, la abadía de Lebanza o la fuente de La Reana en Velilla del Río Carrión.