El Consejo de Gobierno ha tomado razón de la asignación a la Unidad Aceleradora de Proyectos (UAP) de las dos fases del proyecto del Valle Andaluz del Hidrógeno Verde que acometerá Moeve, antigua Cepsa, en la localidad de Palos de la Frontera (Huelva) y en San Roque (Cádiz). Se trata de una iniciativa catalogada a nivel europeo como Proyecto de Interés Común Europeo (IPCEI), que lo sitúa como un proyecto estratégico para alcanzar los objetivos de descarbonización de la Unión Europea en 2030, y que supondrán una inversión global en torno a los 4.000 millones de euros y la creación de 2.820 empleos directos en las fases de construcción y de explotación.
La primera fase de ejecución del proyecto se desarrollará en Palos de la Frontera, bajo la denominación Moeve Onuba, y prevé la construcción en las actuales instalaciones del Parque Energético La Rábida de una planta de generación de hidrógeno de 400 MW de potencia de electrólisis utilizando electricidad de origen renovable, que suministrará hidrógeno verde tanto a sus propias instalaciones industriales como a las de terceros.
El proyecto incluye las instalaciones auxiliares necesarias para la operación de la planta, las infraestructuras asociadas, así como dos líneas subterráneas de 220 kilovoltios (kV) desde las subestaciones de Palos y Colón para el suministro eléctrico. Permitirá el ahorro de emisiones de gases de efecto invernadero, concretamente de 480.000 toneladas de dióxido de carbono al año, contribuyendo así a la descarbonización de la industria y del transporte pesado terrestre, aéreo y marítimo. Con este proyecto, se promueve una actividad vertebradora para nuevos desarrollos sostenibles tanto durante la ejecución de este, como durante su posterior funcionamiento.
En el caso de San Roque, el proyecto denominado Moeve Carteia consiste en una planta de producción, almacenamiento y distribución de 2.400 toneladas diarias (600.000 toneladas anuales) de amoníaco a partir de hidrógeno (1.000 MW de potencia de electrolizadores) y nitrógeno producidos a partir de fuentes renovables, en las actuales instalaciones del Parque Energético de Moeve en San Roque. Este proyecto se ejecutará a su vez en dos fases. Cada una constará de una combinación de electrolizadores (500 MW) y producción, almacenamiento y distribución de amoníaco de 1.200 toneladas diarias (300.000 toneladas anuales).
La iniciativa incluye las instalaciones auxiliares necesarias para la operación de la planta, así como dos líneas subterráneas de 220 kilovoltios (subestaciones Algeciras/Los Barrios), en función del plan de desarrollo de la red de transporte de energía eléctrica de Red Eléctrica Española, actual Redeia. La planta de amoníaco verde permitirá el ahorro de emisiones de gases de efecto invernadero, en concreto de 2.100.000 toneladas de dióxido de carbono al año.
Además, el valor añadido de ambos proyectos radica en que permitirá el desarrollo de mercados de combustibles y productos químicos de origen renovable, que contribuirán a situar a la provincia de Huelva como nodo logístico de referencia para este tipo de productos. Y en la provincia de Cádiz contribuirá al desarrollo de mercados de productos químicos inorgánicos sostenibles (amoníaco verde) y de energías sostenibles (hidrógeno verde) que fomentan la sostenibilidad y actúan como palanca para una descarbonización efectiva y progresiva de la industria química, contribuyendo a la generación de oportunidades de la zona portuaria del Campo de Gibraltar.
Planta de biogás en Arcos de la Frontera
Junto a las dos fases del Valle Andaluz de Hidrógeno Verde, el Consejo de Gobierno también ha tomado razón de la asignación a la Unidad Aceleradora de Proyectos de la iniciativa de la compañía Verdalia Bio Arcos para desarrollar una planta de biogás en Arcos de la Frontera, Cádiz. El proyecto, que prevé una inversión de 21 millones de euros, contribuirá a la gestión eficiente de residuos, la producción de fertilizantes naturales y a la reducción de las emisiones de carbono. Además, implicará un fomento del empleo local, previéndose un empleo asociado de 66 puestos de trabajo durante la fase de construcción y de explotación.
La instalación está diseñada para procesar residuos orgánicos no peligrosos, biodegradables y seleccionados en origen como estiércoles, alpechín, purín porcino, residuos de industria cárnica, teniendo en cuenta las mejores técnicas europeas disponibles para cada proceso. La capacidad de gestión de residuos orgánicos está estimada en 160.000 toneladas anuales y la producción de biogás en 1.690 metros cúbicos por hora (Nm3).