La educadora social murió en un piso tutelado para menores que cumplen medidas judiciales en Badajoz. La comunidad educativa ha denunciado las malas condiciones laborales de estos profesionales
12/03/2025. La comunidad educativa de la Facultad de Formación del Profesorado, centro cacereño donde se imparten los estudios de Educación Social, ha guardado un minuto de silencio en memoria de la educadora social Belén Cortés Flor, que murió mientras trabajaba como educadora social en un piso tutelado para menores que cumplen medidas judiciales en Badajoz.
Previo al minuto de silencio, se han dedicado unas palabras en recuerdo de la trabajadora y para denunciar las malas condiciones laborales a los que se enfrentan cada día estos profesionales.
El decano, Francisco Javier Jaraíz Cabanillas, ha manifestado que “desde la Facultad de Formación del Profesorado de la UEx, donde formamos a futuras y futuros educadores sociales, queremos expresar nuestro profundo dolor y consternación por el asesinato de Belén Cortés Flor, profesional comprometida con la protección y el acompañamiento de menores en situación de vulnerabilidad”. “Ante esta terrible pérdida y como muestra de solidaridad con su familia, compañeros y con toda la comunidad educativa y social, hemos convocado un minuto de silencio en su memoria y en repulsa de cualquier forma de violencia”.
“Hoy guardamos un minuto de silencio en memoria de Belén, víctima de una tragedia que nunca debió ocurrir. Su pérdida nos duele, nos indigna y nos obliga a alzar la voz porque, de alguna forma, era compañera nuestra, formando parte de una comunidad de profesionales dedicados a la intervención social y socioeducativa en la que nuestra Facultad tiene una gran responsabilidad”, ha declarado Rocío Yuste, educadora social y profesora del Grado en la UEx. Yuste ha denunciado las malas condiciones laborales de los educadores sociales, “no podemos permitir que quienes dedican su vida a acompañar y cuidar a los demás lo hagan en las condiciones de inseguridad y desprotección que todos conocemos”. “El riesgo psicosocial en estas profesiones es una realidad silenciada, y lo peor de todo ello es que se les exige asumirlo como si fuera una parte del propio trabajo”. En su intervención también ha habido palabras para la reivindicación, “después de este simbólico silencio, debe venir la acción, el compromiso real de todos y todas nosotras. Que su recuerdo nos impulse a exigir más respeto, más medios y más seguridad por una labor tan esencial en nuestra convivencia social”.
Los estudiantes también se han sumado a la denuncia de esta situación. Ángel Parra, alumno de 3º de Educación Social, ha recordado que Belén “representante de nuestra vocación, había denunciado la falta de recursos en el desempeño de su profesión”. “Este minuto de silencio, añade, debe ser un espacio para la reflexión para que esta situación no vuelva a repetirse”.
