De acuerdo con el anticipo del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) de Equilibra, la actividad económica experimentó un crecimiento interanual del 7,5% en el mes de febrero de 2025. No obstante, otro dato más alentador es que la actividad también muestra una mejora real en su medición contrastada respecto a febrero del 2024.
Febrero se presentó como un punto de inflexión donde, sumado al dato del EMAE, la inflación del mes fue del 2,4% y la interanual se desplomó al 66,9%.
Este fuerte repunte, en parte, se explica por la baja base de comparación con febrero de 2024, cuando la economía se encontraba atravesando el ajuste inicial del gobierno de Javier Milei, consecuencia de la crisis heredada del kirchnerismo.

Contrastando con febrero, los datos del mes de enero reflejados por Equilibra, dictaron un incremento del 7%. El anticipo del Estimador Mensual de Actividad Económica demostró una mejora de la actividad interanual en comparación contra la caída registrada en 2024. Pero también se recupera en su medición desestacionalizada, dando una suma del 0,5% en comparación con el mes de diciembre.
El impulso no se limita al agro, ya que si se excluye este sector, el EMAE revela un crecimiento aún mayor del 7,3% interanual, consolidando una tendencia positiva tras el alza del 5,4% interanual registrada en noviembre de 2024. En términos mensuales, la economía sin el agro creció un 0,7% con respecto a diciembre del año pasado, lo que confirma que la recuperación es generalizada y sostenida.
Por su parte, el sector agropecuario también evidenció un repunte del 2,5% interanual en enero, aunque su impacto en la mejora total del EMAE fue más moderado, aportando solo 0,2 puntos porcentuales al crecimiento general. Este dato resalta que la reactivación económica va más allá del campo y se extiende a otros sectores productivos.

A pesar de la leve caída del PBI en 2024, que cerró con una contracción del 1,8% anual, las perspectivas para los siguientes meses del 2025 son sumamente optimistas.
La recuperación del agro tras la sequía impulsó un crecimiento del 31% en este sector, lo que amortiguó la caída del PBI no agropecuario (-4% anual). Sin embargo, el aspecto más relevante es el «elevado arrastre estadístico» que dejó el cuarto trimestre de 2024, con un efecto positivo del 2,6% sobre la economía de este año.