Un modelo sobre el comportamiento del consumidor, desarrollado por la UCO, incluye la disposición a pagar como variable a la hora de estudiar la intención de compra de vehículos eléctricos en España
Los coches eléctricos se plantean como una opción más sostenible frente a los vehículos convencionales, que contribuyen al aumento de los gases de efecto invernadero. Sin embargo, su adopción en España es aún baja (un 21% de penetración), sobre todo si se compara con las altas tasas de adopción de países como Noruega (con tasas de 142,7%).
Con el objetivo de conocer cuáles eran los factores que impulsaban o no a apostar por el coche eléctrico un equipo del Área de Organización de Empresas de la Universidad de Córdoba ha desarrollado, en colaboración con las universidades de Sevilla y Pablo de Olavide, un modelo que explora la intención de compra de este producto. “Pensamos que era buena idea combinar distintos marcos teóricos solidos para estudiar no sólo la intención de comprar un coche eléctrico sino incluir otro tipo de variables que en ese momento no estaban siendo estudiadas” explica Javier Cabeza, investigador de la UCO.
El marco teórico del modelo combina una teoría más racional (Teoría del Comportamiento Planificado) y otra más basada en el altruismo del consumidor (Modelo de Activación de Normas). Además, incluye como novedad la disposición a pagar, un parámetro apenas considerado en este tema y que, como señala Cabeza “es una variable que se acerca todavía más al comportamiento real, porque cuando declaras que estás dispuesto a pagar una cantidad más por un determinado producto te estás acercando en mayor medida a lo que va a hacer el consumidor en la realidad”. El modelo, que se ha alimentado con datos de encuestas realizadas a 1241 conductores habituales en España, relaciona también estas variables con riesgos percibidos como el riesgo de pagar más o de obtener un menor rendimiento debido a la duración de las baterías.
Con todos estos parámetros el modelo resuelve que lo más determinante a la hora de apostar por el coche eléctrico es la concienciación medioambiental. Como explica la otra investigadora de la UCO participante en el estudio, Sandra Sánchez “lo más llamativo es que la principal variable que influye en la intención de compra es tener una actitud positiva hacia la compra de vehículos eléctricos”. Además, “lo que más influye sobre esa actitud es la conciencia de las consecuencias que puede provocar no apostar por ese tipo de movilidad. Influye menos lo racional e importa más esa conciencia medioambiental”. Así, los riesgos económicos y de rendimiento no eran tan determinantes como esa sensibilidad medioambiental.
Esa intención de compra, que influye positivamente en la disposición a pagar según este estudio, está mucho más influenciada por esa concienciación medioambiental en menores de 30 años. La relación entre la intención de compra y la disposición a pagar es aún más alta en persona mayores de 30 años o con ingresos altos. Con el estudio de estos indicadores demográficas, el modelo incluye la exploración de los posibles factores moderadores de la intención de compra, para completar el análisis.
Con estos resultados, gobiernos y empresas de vehículos eléctricos pueden conocer mejor aquello que impulsa la adopción de este producto y fomentarlo en sus campañas (con mensajes que refuercen ese sentimiento de sostenibilidad, por ejemplo), así como mejorar cuestiones como la red de puntos de recarga (con un indicador actual de 9.6% frente al 86.2% de Países Bajos) para que esta sea otra cuestión positiva que pueda ayudar a fomentar la adopción de esta movilidad sostenible.
Referencia:
Cabeza, Javier & Rosales-Tristancho, Abel & Sanchez, Sandra & Palacios, Beatriz. (2025). Rational and normative determinants in electric vehicle adoption: Willingness to pay and moderating variables. Technology in Society. 81. 102842. 10.1016/j.techsoc.2025.102842