La alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, y la presidenta de la Autoridad Portuaria de Almería (APA), Rosario Soto, han visitado las obras que el Puerto de Almería está llevando a cabo por Poniente y que conllevarán su apertura a la ciudad este verano con un gran impacto positivo sobre la misma. Se trata de la entrada directa a las instalaciones portuarias desde la N-340 y la reforma integral del Varadero, un edificio emblemático del puerto que cumplirá cien años en 2026 y que ya con la reestructuración viaria ha ganado protagonismo y embellecido la entrada a la capital almeriense por Pescadería.
Entrada directa al Puerto de Almería desde la N-340
Respecto de la entrada directa a las instalaciones del Puerto desde la N-340, la alcaldesa ha destacado que este acceso, “además de permitir diversificar e incrementar el volumen de tráfico de mercancías en el Puerto con el consiguiente impacto económico para Almería, contribuirá a la fluidez del tráfico en la entrada a la ciudad por Poniente, que actualmente es la más saturada”. Como ha detallado, los vehículos pesados y también los turismos, sobre todo en verano con la Operación Paso del Estrecho, se desviarán al recinto portuario sin tener que llegar a la rotonda de Pescadería. De igual modo, la descongestión de vehículos en esta rotonda redundará en la agilidad de circulación en la salida de la ciudad hacia Poniente.
Las obras del acceso directo al Puerto de Almería desde la N-340, que supone la primera fase de conexión con la A7 por la que Ayuntamiento de Almería y Autoridad Portuaria han batallado mucho, van a buen ritmo. Esta actuación, que la APA ejecuta con una inversión de 2,8 millones de euros e incluye la remodelación integral de los viales interiores del puerto hacia la zona industrial, comenzó en enero y tiene un plazo de ejecución de 9 meses, si bien la autoridad portuaria priorizará el acceso directo para intentar que esté listo este verano cuando la entrada de vehículos al puerto se incrementa con la Operación Paso del Estrecho.
Patrimonio cultural portuario para eventos
El Varadero del Puerto de Almería se encuentra en la recta final de su puesta en valor, en la que la APA ha invertido 1 millón de euros, con la cofinanciación de unos 600.000 euros de la Unión Europea a través de los fondos Feder a la eficiencia energética. El edificio reabrirá sus puertas esta primavera, acondicionado de manera mucho más funcional y acorde a las necesidades actuales con una sala con aforo de más de 600 personas. En este sentido, la presidenta Rosario Soto explica la apuesta de la APA por la recuperación del patrimonio cultural e histórico portuario como es el edificio Varadero, “un edificio que, una vez aprobada la ordenanza que regula su uso en Consejo de Administración, podrán disfrutar los almerienses sumándose a la oferta de espacios de la ciudad para la celebración de eventos”.
La actuación en el Varadero ha consistido en la reordenación de los espacios y la restauración de elementos como las puertas de acceso que miran hacia la entrada del puerto por Pescadería, el gran portón como el original para que vuelva a ser la entrada principal y parte de las ventanas para cumplir los criterios de eficiencia energética establecidos en la rehabilitación del edificio, tal y como ha sucedido con la cubierta.
Además, se ha mejorado la accesibilidad para personas con movilidad reducida y la acústica del Varadero con acciones relativas al aislamiento y acondicionamiento de los revestimientos, la climatización y ventilación, y también la iluminación. En el exterior, se ha procedido a la reforma de la fachada para devolver al edificio su aspecto al estado más original posible, eliminando elementos añadidos y devolviendo el protagonismo a la sillería de piedra labrada exterior. Para el pavimento, la APA ha vuelto a apostar por el tejido empresarial de la provincia almeriense y productos de calidad como es el mármol de Macael.
Por otro lado, se ha dotado al edificio de última tecnología audiovisual y se ha incluido un sistema de lazo magnético para personas con discapacidad auditiva que usan audífonos o implantes cocleares con bobina telefónica (T-coil) para que la nueva sala multifuncional sea más inclusiva y accesible para el mayor número de personas y que estas puedan participar en eventos, conferencias, reuniones y eventos sin barreras.