La Universidad Pablo de Olavide (UPO) se ha comprometido con la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación a incrementar el tamaño de sus grupos docentes y la captación de fondos de I+D y de transferencia, a armonizar la actividad docente y a favorecer la estabilización y promoción de su personal, así como a mejorar su oferta formativa, su proyección internacional o la sostenibilidad de su campus. Así se deja constancia en el contrato programa que ha firmado el consejero José Carlos Gómez Villamandos con el rector de esta institución académica, Francisco Oliva, con el objetivo de optimizar la gestión de los recursos procedentes de la Junta de Andalucía, aumentar la competitividad y los resultados de dicha institución y realizar reformas estructurales.
Este acuerdo con la UPO tiene asociada una partida de 5,7 millones de euros, que está incluida en los 78,91 millones asignados por la Consejería de Universidad a la institución vía modelo de financiación del ejercicio 2024. Además, su aportación por parte de la Junta está vinculada a la obtención de resultados en los objetivos previamente acordados entre ambas partes. El cumplimiento del documento se producirá cuando se alcance al menos el 90% de las metas y medidas previstas.
Los contratos programa son un instrumento novedoso que se pone en marcha, por primera vez, en las instituciones académicas públicas universitarias de Andalucía en el marco del modelo de financiación universitaria 2023-2027 y buscan homogeneizar la calidad del servicio y la eficiencia en el uso de los fondos. Se conciertan anualmente con cada una de las instituciones académicas públicas y son de dos tipos: los de carácter estructural y los estratégicos.
Con independencia de esa clasificación, esta planificación abarca un amplio abanico de materias que van desde la adecuación de infraestructuras, la estabilización y promoción del personal o el apoyo al estudiantado hasta la mejora de la docencia, la atención a la diversidad o el impulso de la internacionalización y el emprendimiento, pasando por el fomento de la cultura y el deporte. También tratan de potenciar la investigación y la transferencia de conocimiento. Teniendo en cuenta todos esos apartados, los documentos contemplan para las universidades públicas entre diez y veinte parámetros medibles, con una valoración de referencia, que van acompañados de propuestas y medidas aportadas por la Consejería de Universidad en los casos que son necesarios.
El texto de la UPO, circunscrito al curso 2023-2024, dispone de 15 indicadores distribuidos entre el contenido estructural y el estratégico, reservando gran parte de la partida establecida, 4,53 millones, a la parte estructural, que guarda una relación directa con la financiación básica armonizada, otro eje esencial del modelo de financiación universitaria que está relacionado con los gastos de personal, de funcionamiento y de mantenimiento de los campus. En el apartado estructural se detallan hasta once parámetros, en los que, con carácter general, se obtienen resultados satisfactorios, aunque en algunos de ellos es necesario que la institución continúe realizando esfuerzos en las directrices marcadas.
Mayor captación de fondos de I+D y armonización del encargo docente
En el contrato programa estructural, la Pablo de Olavide se propone ser más competitiva en la atracción de recursos de investigación y transferencia en las diferentes convocatorias autonómicas, nacionales, europeas o internacionales, con el fin de aproximarse al valor medio establecido por la Junta para el sistema de educación superior. Al conjunto de universidades se le ha asignado una cuantía media de 5,92 millones de euros, lo que dista aún de los dos millones que capta actualmente la UPO.
También se ha marcado como meta incrementar el tamaño de los grupos docentes para cada rama de conocimiento en las dos categorías consideradas: por un lado, los grupos grandes, y por otro, las agrupaciones medianas y pequeñas. La Consejería de Universidad ha establecido una serie de parámetros de referencia para cada uno de ellos en función del número de alumnos que son capaces de aglutinar y del porcentaje de horas de docencia que implican.
Asimismo, la Pablo de Olavide deberá acercarse a los valores medios de docencia del profesorado fijados para el sistema público universitario andaluz, que en la actualidad se corresponden con 160 horas por curso académico. La dedicación de esta plantilla en este campus se sitúa ligeramente por debajo, en concreto, en 159,3 horas. Esta institución habrá de mejorar el indicador de carga docente del profesorado no permanente, ya que supera el 37% aprobado por la Junta.
Por otro lado, tendrá que aumentar ligeramente la proporción que mantiene entre el personal técnico, de gestión y de administración y servicios, es decir el PTGAS, y la plantilla docente e investigadora, el conocido como PDI. El valor medio se ha establecido en un miembro del PTGAS por cada dos del PDI y la UPO arroja un resultado de 2,31.
Al margen de estos aspectos en los que se observan pequeñas desviaciones, la Universidad Pablo de Olavide cumple con lo establecido por la Consejería para la ratio entre las horas de docencia reconocidas al profesorado por la dirección de trabajos de fin de grado y másteres (TFG y TFM) y los créditos de TFG y TFM, al mantenerla igual al valor medio de 0,75. También arroja datos satisfactorios en el criterio que mide la tutorización por parte del profesorado de las prácticas externas, puesto que registra un valor inferior o igual a 0,5 en relación con los créditos asignados a este tipo de prácticas.
La UPO está, igualmente, en consonancia con la ratio de los créditos optativos que han de cursar los estudiantes en los grados y másteres hasta 2027, arrojando un valor de 2,15, que está por debajo de los 2,3 autorizados por la Junta. A ello se suma, además, el cumplimiento del peso de los créditos presenciales en las titulaciones de grado.
La Pablo de Olavide obtiene buenos resultados en la relevancia que adquieren los grupos A1 y A2 (los de mayor nivel en la escala funcionarial) entre los recursos humanos destinados a las tareas de gestión y de administración y servicios, ya que posee un nivel de representatividad del 28,68%, superando así el 25% pautado.
En cuanto a los indicadores bibliométricos de publicaciones científicas, que están relacionados con la calidad de la investigación, la UPO supera ampliamente la referencia apuntada por la Consejería de Universidad, puesto que dispone de un porcentaje del 81,9%, muy por encima del objetivo del 75%. En este apartado se emplean indicadores normalizados sobre publicaciones, citas, así como los convenios, contratos y patentes que se establezcan con este fin.
Mejora de la oferta formativa y fomento de la internacionalización
Por su parte, el contrato programa estratégico, que tiene asociados 1,16 millones de euros, profundiza en la calidad del servicio prestado, con la implantación de cuatro grandes objetivos con las correspondientes medidas asociadas. Entre ellos, adquiere especial relevancia la mejora de la oferta formativa de esta universidad con la finalidad de hacer más atractivas las titulaciones. Entre las acciones propuestas también tiene cabida el impulso de las microcredenciales, de las enseñanzas propias de formación permanente o de los títulos de carácter internacional.
El texto firmado plantea, igualmente, aumentar la digitalización tanto de la actividad académica como de la de gestión mediante una mayor automatización y robotización de las tareas administrativas, la introducción de la inteligencia artificial en los procedimientos de gestión y en la actividad académica o la transformación digital de las aulas docentes.
En relación con la proyección exterior, el documento compromete a la UPO a fomentar la oferta académica conjunta de corte internacional, a concurrir a proyectos de movilidad internacionales, a participar en redes europeas de docencia e investigación o a captar talento de PDI y PTGAS de carácter internacional.
Para avanzar en materia de sostenibilidad, esta institución tendrá que renovar el equipamiento de las aulas para hacerlas más eficientes, promoverá el uso de energías renovables en sus sedes o realizar actuaciones que permitan convertir el campus en un refugio climático.
Modelo de financiación
Los contratos programa son uno de los ejes nucleares para la implantación del modelo de financiación de las universidades públicas de Andalucía, que en 2024 implicó una transferencia inicial de 1.685,57 millones de euros -más de un 23% con respecto a 2018-, de los que la UPO obtuvo 78,91 millones. Para 2025 el aporte aprobado para todo el sistema se cuantifica en 1.726,4 millones, que implica un incremento del 26% con respecto a 2018.
Este sistema de planificación y distribución de recursos, aprobado en septiembre de 2023, se aplicó por completo el pasado año y se estructura en cuatro grandes categorías: financiación básica armonizada, financiación por resultados, financiación por proyectos estratégicos y financiación de nivelación.