“Desde el principio, las nacientes CCOO aunaron la lucha reivindicativa con la lucha por la democracia reclamando la libertad sindical, la de expresión, la de manifestación, el derecho de huelga etc. En resumen, reclamábamos libertad. Esa palabra coreada: L-I-B-E-R-T-A-D-. Era lo que gritábamos entre el inicio de una manifestación y a llegada de los grises”.
La voz de Mari Cruz Vicente, secretaria de Acción Sindical y Empleo saliente de CCOO, con su aplomo e inmenso calor, y su lectura de un texto seleccionado de las memorias del compañero Julián Ariza, “El precio por la libertad. Recuerdos de un antifranquista”, sirvieron, durante la segunda jornada del XIII Congreso Confederal de CCOO, para rendir un merecido y sentido homenaje a este sindicalista histórico, fundador y precursor del sindicato.
Con el auditorio en su totalidad puesto en pie y aplaudiendo resonaba la frase: “Muchas gracias, Julián” que en la voz de Mari Cruz amalgamaba el latido de miles de corazones de afiliados y afiliadas del pasado y el presente de las CCOO. Y entonces un grito caluroso: “Qué viva la lucha de la clase obrera”.
Varios minutos de aplausos y Julián firme, de pie, como estuvo y continúa estando durante toda su vida, fueron la introducción al plenario de una pieza de vídeo en el que varios compañeros y compañeras del sindicato, de entonces y de ahora, hablaban con admiración de su ejemplo y su trayectoria. De la figura de Julián Ariza y su ejemplo ético y sindical.
Y Ariza subió y ocupó su lugar en el atril, frente al público que le escuchaba con respeto. Se dirigió al plenario y sí, lo dijo: “Me parece que quien tiene que dar las gracias soy yo. Soy una persona muy afortunada porque estuve en el momento acertado y con las personas acertadas”. Y dijo también que “mientras haya quien quiera una justa distribución del a riqueza habrá sindicatos”.
Miembro del Partido Comunista de España y de Comisiones Obreras, Ariza estudió maestría industrial en la especialidad de delineante. Formó parte del jurado de empresa de Perkins Hispania, S. A. como enlace y vocal y tuvo el cargo de vocal provincial del Sindicato del Metal de Madrid y fue uno de los impulsores de la creación de Comisiones Obreras. En 1967 fue condenado a prisión por el Tribunal de Orden Público (TOP).
Fue consejero y vicepresidente del Consejo Económico y Social de España y Presidente de la Fundación 1º de Mayo de Comisiones Obreras.