Juan Cruz Cigudosa: “Frente a los bulos y la desinformación, la sociedad española demanda más rigor y evidencia científica”

- El secretario de Estado de Ciencia, Innovación y Universidades ha clausurado el acto de presentación de los resultados de la Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología, que realiza la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) cada dos años.
- Además, Cigudosa ha anunciado la aprobación de tres convocatorias de FECYT destinadas a cumplir con los criterios de impulso a la ciencia y de sensibilización social con un presupuesto total de 14,5 millones de euros: Cultura científica y de la Innivación, I+P y María de Guzmán (línea de Ciencia Abierta).
El secretario de Estado de Ciencia, Innovación y Universidades, Juan Cruz Cigudosa, ha asegurado hoy, durante la clausura del acto de presentación de los resultados de la Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología, que realiza la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) cada dos años, que “frente a los bulos y la desinformación, la sociedad española demanda más rigor y evidencias científica”, y ha añadido que “en el actual contexto de instigación negacionista, los españoles y españolas confían en la ciencia y quieren más ciencia”.
Además, Cigudosa se ha referido a la ciencia “como una poderosa herramienta para una democracia más fuerte, como una estructura de confianza colectiva y una defensa frente a la amenaza de retrocesos sociales”.
Principales resultados de la Encuesta
El secretario de Estado ha hecho estas declaraciones después de la presentación de los principales resultados de la Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología que sostiene, entre otros, que la ciudadanía tiene un alto grado de confianza en la investigación científica (4,09 en una escala de 1 a 5, donde 5 es confianza total). Esto se traduce en un 75,8% de confianza. (un 43,2% confía completamente y un 32,6% confía algo). Además, se observa que la confianza en la investigación científica aumenta a medida que se incrementa tanto el nivel de estudios como el nivel socioeconómico del hogar.
Los resultados muestran también una confianza muy elevada en los/as científicos/as. El 85,9%, considera que el personal científico es experto en su campo. Además, predomina la percepción de que investigan por el interés común (61,4%) y que desarrollan su trabajo respetando reglas y procedimientos establecidos (57,9%). Sin embargo, es menor el porcentaje de quienes creen que tienen suficientemente en cuenta a la ciudadanía en su investigación (37,2%) o que informan adecuadamente sobre los resultados de su trabajo (36,3%).
El estudio también refleja que existe una fuerte demanda para que haya una mayor inversión en ciencia y tecnología. Un 81,8% reclama más inversión en ciencia por parte del Gobierno, y porcentajes similares lo exigen también a empresas (77,6%), gobiernos autonómicos (77,6%) y locales (68,8%). “La ciudadanía ha entendido que la inversión en conocimiento es una responsabilidad colectiva”, ha afirmado Cigudosa.
Las universidades y los centros públicos de investigación son, con gran diferencia, las instituciones que la ciudadanía considera más adecuadas para explicar el impacto de los avances científicos y tecnológicos en la sociedad, con un respaldo del 81,1%. A continuación, se sitúan los/as divulgadores/as científicos/as, con un 64,5%.
Sobre la inteligencia artificial (IA), la ciudadanía manifiesta un alto nivel de uso de algunas de sus aplicaciones y les atribuye beneficios. Por otro lado, a pesar del uso cotidiano de estas tecnologías, también se desconfía de sus posibles riesgos y se presentan diversas preocupaciones. Muchas personas no saben cómo funcionan realmente y manifiestan preocupación por la seguridad de datos personales (42,4%), por un exceso de confianza en ellas (32,6%) y por el aumento del control por parte de gobiernos (28,9%) y empresas (16,7%). Otra de las inquietudes está relacionada con el efecto que puede tener sobre el empleo. Siete de cada diez personas creen que, en los próximos 10 años, la inteligencia artificial sustituirá parcial o totalmente las tareas laborales que realizan.
Por otra parte, menos del 1% cree que no debería haber regulación de la IA. Cigudosa ha destacado que “en España, con nuestra Estrategia Nacional de IA y creación de la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (AESIA), podemos decir que somos pioneros en este ámbito porque hemos tenido un liderazgo destacado en el impulso de la regulación europea”. “Defendemos un modelo de desarrollo tecnológico responsable de la IA. Una IA al servicio del bien común y de los valores democráticos”, ha dicho.
En el caso del cambio climático, la mayoría de la población reconoce que se trata de un problema grave (81,4%) y el 69,7% atribuye su causa a la acción humana. También se detecta una fragilidad en la confianza institucional para abordarlo, y una sospecha de que intereses económicos bloquean soluciones existentes, muy extendida entre la población (el 56,6% así lo considera). Asimismo, la ciudadanía se separa de la visión catastrofista: solo el 21,8% manifiesta que estamos ante una situación irreversible y ya no se puede hacer nada.
En este sentido, el secretario de Estado ha afirmado que “necesitamos acción y credibilidad, y también alertar de los riesgos reales que suponen los discursos negacionistas con casos extremos como la tragedia de la DANA”. “La sociedad española no quiere pasos atrás. El cambio climático mata y el negacionismo climático nos vuelve especialmente vulnerables a sus efectos”, ha asegurado.
Tres convocatorias para cumplir con los criterios de impulso a la ciencia y de sensibilización social
Durante su intervención, el secretario de Estado también ha anunciado la aprobación de tres convocatorias de FECYT destinadas a cumplir con los criterios de impulso a la ciencia y de sensibilización social con un presupuesto total de 14,5 millones de euros.
Se trata de la convocatoria de Cultura Científica y de la Innovación, que apoya proyectos que incrementen la presencia activa de la ciencia, la tecnología y la innovación en el día a día de la sociedad. También proyectos que ayudan a la ciudadanía a estar mejor informados y permiten participar en el proceso de investigación científica a través de la ciencia ciudadana o de la educación. La dotación de este año es de 5,5 millones de euros, un millón más que en 2024, lo que supone la mayor dotación en los últimos 18 años.
La convocatoria I+P, que cuenta con un presupuesto de 3 millones de euros (un millón más que en 2024), promueve proyectos transformadores que integran la ciencia y la tecnología en el diseño y ejecución de políticas públicas.
Por último, la convocatoria María de Guzmán con una línea dedicada a la Ciencia Abierta, que impulsa proyectos que contribuyen a la construcción de infraestructuras digitales de ciencia abierta en todo el territorio español. La dotación de la línea de ciencia abierta es de 3 millones de euros, a la que se suman 3 millones más para apoyar el uso de bases de datos de artículos científicos.
En el acto han participado también la directora general de FECYT, Izaskun Lacunza; la directora del departamento de Cultura Científica y de la Innovación de la Fundación, Rosa Capeáns, quien ha presentado los resultados; y los codirectores científicos de la encuesta, Celia Díaz Catalán, profesora en el Departamento de Sociología: Método, Teoría y Comunicación de la Universidad Complutense de Madrid, y Pablo Cabrera Álvarez, investigador en el Institute for Social and Economic Research de la Universidad de Essex (Reino Unido), experto en metodología de encuestas, que han intervenido en una mesa redonda para comentar y analizar los resultados, moderada por Cintia Refojo, Responsable de la Unidad para el avance de la comunicación científica de FECYT. El encuentro se ha emitido en directo por el canal de YouTube de la Fundación y está disponible para su visualización.
Sobre la Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología
Esta encuesta, que cumple ya la décimo segunda edición, es realizada por FECYT cada dos años y profundiza en el conocimiento de las actitudes y comportamientos de la población residente en España con respecto a la ciencia y la tecnología. Ofrece una visión única de cómo ha ido evolucionando la percepción que tiene la ciudadanía española sobre la ciencia.

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