Javier Aroca defiende en la UCA la comunicación y la reflexión como pilares de la democracia

El analista y tertuliano sostuvo con firmeza la excelencia de la universidad pública en la conferencia ‘El poder de la comunicación’

El analista político y comunicador Javier Aroca ha participado este lunes en el ciclo ¿Qué fue del siglo XX? con la conferencia El poder de la comunicación, impartida en la Sala Bolívar del Edificio Constitución 1812. La actividad, con una notable asistencia de estudiantes y miembros de la comunidad universitaria, se enmarca dentro de la XII Semana de las Letras y ha contado con la colaboración del Servicio de Extensión Universitaria del Vicerrectorado de Sostenibilidad y Cultura de la Universidad de Cádiz. La directora general de Cultura de la UCA, Ester Trigo, ha sido la encargada de dar la bienvenida a los asistentes y ha agradecido “este tipo de iniciativas que permiten acercar al alumnado voces relevantes del pensamiento actual”. Trigo ha subrayado que “en una época de manipulación, la comunicación es más importante que nunca”.

 El acto ha contado con la presencia de José Marchena, subdirector del Departamento Historia Moderna, Contemporánea, de América y del Arte y ha estado conducido por el investigador de la Universidad de Cádiz Vicente Manuel Terenti, que ha destacado que para conocer el mundo actual es imprescindible analizar los cambios vividos en la España del último tercio del siglo XX, “en donde Javier Aroca ha sido un protagonista de excepción”.

 En su intervención, Javier Aroca ha querido que la charla arrancara con una defensa del sistema público. “A lo público se lo debo todo”, ha comenzado -él es licenciado en Derecho y en Antropología por la Universidad de Sevilla- y ha llamado a reflexionar sobre la necesidad de defender la educación y los servicios públicos como pilar democrático. En un tono cercano e irónico, ha confesado ante un público muy joven que “las conferencias ni aguanto darlas ni recibirlas”, pero que la reflexión colectiva “es hoy más necesaria que nunca”.

 La juventud de la democracia

Durante su charla, Aroca ha recordado que la democracia en España “es joven” y ha prevenido de que aún hay sectores que “se resisten a ella”. A su juicio, “la democracia es como una flor que hay que regar cada día”, y ha alertado sobre el riesgo de relajación entre los propios demócratas: “Hemos fracasado con la educación en valores democráticos y eso nos hace más vulnerables frente a discursos autoritarios”.

 En ese sentido, ha denunciado la existencia de “periodistas activistas contra la democracia” y de una “revolución de la derecha” que busca debilitar el pluralismo. “La mentira y el desconocimiento son vías eficaces contra la democracia”, ha advertido, reivindicando la importancia del conocimiento, la reflexión crítica y el pensamiento independiente, al margen de ideologías.

 Aroca ha analizado también el papel de los medios de comunicación como herramientas de poder, señalando que “el control de la información es siempre un objetivo goloso para quienes ejercen el poder”. En ese contexto, ha mencionado que “lo primero que hizo Trump fue comprarse un programa propio en el que no hubiera posibilidad de crítica ni de mensaje bidireccional”.

 En este contexto en el que los medios de comunicación abandonarían su faceta crítica, la ciudadanía, ha advertido, “se ve cada vez más fragmentada, individualizada y carente de valores colectivos”, lo que facilita la manipulación. Esa fragmentación, esa ruptura de la sensación de pertenecer a un colectivo, a su juicio, sería el “banco en el que luego pescar al votante radicalizado”. “No es nuevo”, añadió, “el periodismo mentiroso existe desde tiempos de Pepe Botella, que se ha ganado ese sobrenombre pese a que era abstemio”.

 Centrándose en el caso español, ha abordado la evolución de la democracia en España desde la Transición hasta hoy. En la línea de lo que ha expresado anteriormente en tertulias políticas, quiso desmitificar el proceso de la transición, “irónicamente, inmóvil”. Ha recordado que frente a la visión muchas veces idílica, fue un proceso “muchas veces agresivo, con una violencia impune, ejercida desde los resortes del antiguo poder franquista o desde grupos como ETA o los Grapo”.

En lo referente a la política actual, ha destacado la necesidad de convivir con la diferencia, haciendo de la posibilidad de dialogar una fórmula que permita la convivencia de izquierdas y derechas. “La democracia es la racionalización del conflicto; el Parlamento debe ser un lugar para hablar y contraponer ideas”.

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