La responsable de Organización y portavoz federal de Izquierda Unida, Eva García Sempere, ha respondido hoy a quienes exigen a España que suba el gasto militar más allá del 2% del Producto Interior Bruto (PIB) reclamado en un principio “hasta el 3% o el 5% como quiere la OTAN o algunos en la Unión Europea (UE)” que “la realidad es que tenemos un gasto que ha pasado del 1,25% del PIB en 2014, en gasto militar real, al 1,52% en 2024”, y esto “tiene una cifra concreta, cuantificable, que son 11.229 millones de euros más en gastos militares”.
García Sempere hizo una clara “comparativa” en la rueda de prensa telemática que ha ofrecido para ilustrar con datos precisos “lo que significaría ese incremento del 5% del PIB” de gasto militar “en relación a otras cosas”. El resultado es contundente: “supone el 13% del promedio dedicado a todo el gasto social de la pasada década” y es “ocho veces más de lo que se dedica a vivienda, un 58% más de lo que se ha dedicado a sanidad y un terrible 89% más de lo que se dedica a educación”.
Todos estos datos están incluidos en el informe hecho público hoy por IU, titulado ‘Consecuencias del rearme en cifras’, de 41 páginas, y coordinado por el dirigente madrileño de la formación Carlos Sánchez Mato.
Por ello, la dirigente federal de IU dejó meridianamente claro, más en una semana que tachó de “fundamental” al incluir “la comparecencia presidente Sánchez en el Congreso para defender el aumento del gasto militar y explicar los acuerdos en el seno del Consejo Europeo” que “no permitiremos ambigüedades en materia de defensa. Queremos luz y taquígrafos, y que se explique de manera meridianamente clara de qué estamos hablando cuando se dice gasto militar, defensa o se habla de seguridad”.
Entre tanto, destacó que “la posición de Izquierda Unida de rechazo a este incremento es bien conocida y la hemos explicado creo que suficientemente en los últimos 40 años”. Incidió en que “más armas no representan más paz. La seguridad que necesitamos no la va a traer ni la ha traído nunca una mayor escalada bélica”.
Eva García Sempere resumió también qué objetivos principales persigue IU con un documentado trabajo, con el que intenta “hacer mucha pedagogía y que la sociedad española conozca un asunto que es fundamental”. En primer lugar, “desmontar el argumentario belicista tanto de la OTAN como de la Unión Europea”, es decir, de “aquellos que aplauden esta necesidad de rearme”.
“En segundo lugar, que se conozcan las cifras reales del gasto militar en nuestro país, cifras que muchas veces quedan maquilladas o camufladas y que se deben conocer para dimensionar bien de qué estamos hablando cuando se dice que hay que seguir creciendo en defensa”.
Y, por último, y quizá lo más importante, “saber en qué medida va a impactar este aumento, especialmente si se pone como objetivo el incremento del 5 % del PIB, que es lo que proponen la Unión Europea y la OTAN”.
García Sempere señaló que “desde luego, impacto va a haber y queremos saber cuánto” en relación al dinero que el aumento del gasto militar detraerá del “gasto social y la cobertura adecuada de los servicios públicos”. Recordó que “de este impacto no hablamos solo nosotras”, ya que el “el propio secretario general de la OTAN -el holandés Mark Rutte- ya señaló que es necesario hacer ‘sacrificios’ en salud y en gastos sociales, por poner un ejemplo, para garantizar la seguridad militar y que esto irá más”.
La portavoz federal de Izquierda Unida llamó la atención sobre que “algunas de las cifras que encontrarán en el documento muestran que el gasto militar promedio de los países de la OTAN ha crecido considerablemente en la última década”, lo que ya der por sí “desmonta” otras versiones.
Más efectos sobre el gasto social que en Europa
“Y algo curioso -dijo-, no todos han crecido por igual respecto al PIB. Estados Unidos ha reducido su porcentaje, mientras que los países de la Unión Europea, a los que ahora se nos pide un mayor esfuerzo, lo han aumentado de manera notable, pasando, por ejemplo, de un 1,29% del PIB en 2014 a casi el 2% en 2024”.
Además, si se analiza el caso concreto de España “vemos también que el gasto militar ha crecido tanto en los términos que reconoce la OTAN como, por supuesto, cuando incluimos esas partidas que quedan invisibilizadas, en la sombra, pero son también gasto en defensa. Aquí puso “el ejemplo más claro de los proyectos de I+D militar en el Ministerio de Industria o algunas partidas y misiones militares en el extranjero”.
García Sempere advirtió, a su vez, de que a los negativos efectos que acarreará subir este tipo de gastos hay que sumarle “la brecha que ya existe entre la inversión social que se hace en España respecto a los países del entorno y respecto a la media de la Unión Europea. Podemos estar seguras de que en España las familias trabajadoras sufrirán considerablemente más que el resto de familias europeas en cuanto a protección social, educación y salud”, por seguir con los ejemplos planteados.
Reclamó no confundir entre “seguridad” y “la seguridad de la cuenta de beneficios de los ‘señores de la guerra’, sino que debe ser la seguridad de las familias y con poder acceder a una vivienda digna, poder tener unos servicios públicos universales y de calidad, y poder llegar a fin de mes con garantías y tranquilidad suficientes”.
Apuntó que “la vía bélica no ha dado resultados”, por lo que “vamos a seguir insistiendo en la necesidad de apostar por la vía de la diplomacia y de la paz”. Para ello, “es fundamental que Europa deje de ser un vocero de la OTAN” y que “se escuche a la sociedad española y europea que defiende y opta por la paz, la diplomacia y la soberanía de nuestro territorio”.