Isidro Sepúlveda, historiador de la UNED: “Debemos recuperar la unión frente al terrorismo para apartarlo del debate público”

Isidro Sepúlveda, historiador de la UNED: “Debemos recuperar la unión frente al terrorismo para apartarlo del debate público”

El rector de la UNED, Ricardo Mairal; el presidente de la Diputación de Ávila, Carlos García, y el alcalde de Cebreros, Pedro Muñoz, inauguran hoy en el Museo Adolfo Suárez y la Transición la exposición ‘Rolando 2:15-2:45: 50 años de la primera masacre de ETA’. La muestra, comisariada por la Fundación Centro para la Memoria de las Víctimas del Terrorismo, concede el protagonismo a las víctimas y busca contextualizar la repercusión del terrorismo en la Transición española. Tras la inauguración tendrá lugar el seminario ‘El impacto del terrorismo en la Transición’, organizado por Isidro Sepúlveda, director del Centro Adolfo Suárez de Investigación de las Transiciones Democráticas (CASITD)

La localidad abulense de Cebreros, lugar de nacimiento del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, acoge esta tarde a las 16:00 h la inauguración de la exposición Rolando 2:15-2:45: 50 años de la primera masacre de ETA, una muestra desarrollada a partir de la investigación del historiador Gaizka Fernández Soldevilla y que recopila imágenes, documentos y otros elementos extraídos de los expedientes policiales de la época relacionados con el atentado perpetrado por ETA en la madrileña cafetería Rolando el 13 de septiembre de 1974. La matanza, que se saldó con 13 víctimas mortales y decenas de heridos, supuso un punto de inflexión en la evolución de la banda, tal y como explica el historiador de la UNED, Isidro Sepúlveda.

 


“Este atentado significa la ruptura dentro de la organización entre ETA militar y ETA política-militar. En la exposición se explica a través de paneles cómo se organizó y ejecutó el atentado y las dudas que había dentro de la propia organización. De hecho, una parte de la banda no estaba al corriente de la acción. Estas dudas entre los miembros de ETA, la gravedad del suceso y el hecho de llevarlo a cabo sin el consentimiento de una parte de la organización, provocaron que la facción de ETA que no estaba al corriente del suceso negara su autoría y que la parte responsable del atentado simplemente guardara silencio”.

Igualmente, la sociedad cambió radicalmente su percepción de la banda, continúa Sepúlveda: “Si hasta ese momento una parte había contemplado con benevolencia los atentados de ETA, sobre todo el que acabó con la vida de Carrero Blanco y que facilitó el inicio de la Transición, este atentado hace que ya no se los perciba como unos nuevos ‘gudaris’ o guerrilleros, sino una banda terrorista, comenzando así la criminalización social tanto en España en general como en el propio País Vasco. En ese momento se puede decir que se quitan la careta. De hecho, un aparte de la banda se escinde”.

 

Contextualizar este atentado para entenderlo en su momento social y político es, para Sepúlveda, uno de los objetivos principales tanto de la muestra como del seminario: “pretendemos que estos actos, como este atentado en concreto, no se vean como acontecimientos aislados, sino que en el contexto tenían una significancia y una idea clara de desestructuración y ruptura con lo que se estaba construyendo”. Les mueve, además, el deseo de provocar en la sociedad una reflexión cinco décadas después del trágico acontecimiento:  “Exactamente igual que los poderes públicos consiguieron unirse entonces para hacer frente a esta lacra, a esta terrible manifestación de la acción política, lo que debemos ahora es recuperar estos deseos de unión y apartar el terrorismo del debate público. El terrorismo es condenable por todos y para siempre y no hay que emplearlo como chivo expiatorio para conductas y actuaciones extemporáneas”, concluye el historiador.

 

Tras la inauguración, tendrá lugar el seminario El impacto del terrorismo en la Transición, que podrá seguirse de forma online o presencial.