Investigadores de la UCA coordinan un estudio que demuestra el papel clave de unas células poco conocidas en el Parkinson

Este trabajo internacional, en el que participan también expertos de entidades como Harvard Medical School (Boston, EE UU), identifica subtipos de oligodendroglías que podrían ser clave en el desarrollo de la enfermedad y abren nuevas vías terapéuticas

Investigadores de la Universidad de Cádiz, adscritos al Instituto de Investigación e Innovación Biomédica de Cádiz (INIBICA), en colaboración con instituciones internacionales de gran reconocimiento, han liderado un estudio pionero que revela el papel esencial de un tipo de célula cerebral, la oligodendroglia, en el desarrollo de la enfermedad de Parkinson. La investigación, publicada en la prestigiosa revista científica Acta Neuropathologica, aporta nuevas claves para entender esta compleja enfermedad neurodegenerativa y propone posibles nuevas dianas para su tratamiento.

Hasta ahora, la enfermedad de Parkinson se ha vinculado principalmente con la pérdida de neuronas que producen dopamina y con la acumulación de ciertas proteínas anómalas en el cerebro. Sin embargo, estudios recientes han empezado a señalar que otras células del sistema nervioso, como las gliales —encargadas de dar soporte a las neuronas— también podrían estar implicadas. Este nuevo trabajo se ha centrado en la oligodendroglía, un tipo de célula glial responsable, entre otras funciones, de generar mielina, la sustancia que recubre y protege las fibras nerviosas.

El equipo de investigadores ha analizado unas 200.000 de estas células procedentes del estriado dorsal —una región cerebral clave en el control del movimiento— de más de 60 donantes, con y sin Parkinson. Para ello, emplearon tecnologías de última generación como la secuenciación de ARN de núcleo único y la transcriptómica espacial, que permiten estudiar la actividad genética de cada célula de forma individual y en su contexto anatómico.

Gracias a esta tecnología, los investigadores identificaron 15 subpoblaciones diferentes de oligodendroglía, desde células en estado inmaduro hasta células plenamente desarrolladas. Lo más relevante fue descubrir que cuatro de estos subtipos aparecen alterados en cerebros con Parkinson, mostrando señales de estrés celular, alteraciones en el sistema inmune, problemas en la formación de mielina y fallos en su desarrollo.

Además de ello, observaron que la presencia de estos subtipos “disfuncionales” se relaciona con una menor cantidad de mielina en el cerebro de los pacientes. Esto sugiere que, lejos de ser meras células de apoyo, la oligodendroglía podría estar participando activamente en el deterioro que causa la enfermedad.

“Este trabajo cambia la forma en que entendemos el papel de la oligodendroglía en el Parkinson. Ya no son solo células de soporte, sino actores clave en la progresión de la enfermedad”, destacan los investigadores Juan Manuel Barba y Ana B. Muñoz, del área de Biología Celular, departamento de Neurociencias, de la Universidad de Cádiz, y firmantes principales del estudio.

Uno de los grandes avances de esta investigación es haber identificado vías moleculares alteradas en estas células, como la respuesta al estrés celular, el estrés oxidativo o la señalización de ciertas proteínas reguladoras. Estas rutas podrían convertirse en objetivos para nuevos tratamientos, y algunos fármacos ya existentes, como Fasudil, Catalpol o Fingolimod, están siendo explorados por su potencial para actuar sobre ellas.

“Gracias al análisis de más de 200.000 células, hemos podido trazar un mapa sin precedentes de la oligodendroglía en el cerebro humano. Este trabajo demuestra que su disfunción es una característica central del Parkinson, especialmente en regiones como el putamen, una de las más afectadas por la enfermedad”, concluyen los autores.

Este estudio representa el mayor conjunto de datos sobre oligodendroglía en el estriado humano hasta la fecha y refuerza la idea de que, para entender y tratar el Parkinson, es fundamental mirar más allá de las neuronas y atender también a las células gliales. La oligodendroglía emerge, así como un nuevo frente terapéutico prometedor para preservar la mielina y proteger la salud neuronal.

 

Referencia bibliográfica: Barba-Reyes, J.M., Harder, L., Marco Salas, S. et al. (2025): ‘Oligodendroglia vulnerability in the human dorsal striatum in Parkinson’s disease’. Acta Neuropathol 149, 46. https://doi.org/10.1007/s00401-025-02884-5

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