Investigadores de la UBU obtienen la datación de la Edad del Hierro I más precisa de Europa occidental

Varios investigadores del grupo de Paleomagnetismo de la Universidad de Burgos (Eva Vernet, Ángel Carrancho, Manuel Calvo-Rathert y María Felicidad Bógalo), han participado en un estudio que ha obtenido mediante arqueomagnetismo, la datación absoluta más precisa de la Edad del Hierro I en toda Europa occidental. El estudio acaba de ser publicado en la revista internacional Journal of Archaeological Science: Reports y ha sido realizado en el yacimiento arqueológico de El Castillar (Mendavia, Navarra).

El Castillar es un yacimiento del Bronce Final (ca. 1200 – 900 a.C.) y de la Edad del Hierro I (ca. 900 – 400 a.C.) que ha sido objeto de excavaciones desde los años 70 y que, actualmente, se excava anualmente. Durante su excavación apareció un nivel quemado relacionado con el abandono del yacimiento. A pesar de disponer de cuatro dataciones radiocarbónicas (14C), su rango cronológico era excesivamente amplio e impreciso (entre 800 y 416 a.C.), por lo que se planteó aplicar datación arqueomagnética. Este método se basa en obtener un registro de las variaciones del campo magnético terrestre en el último calentamiento del material. Este estudio ha logrado reducir esta incertidumbre a tan solo tres décadas, situando el abandono del yacimiento entre el 685 y el 655 a.C., al 95% de probabilidad.

 ¿Cómo se logra tal precisión?

Los minerales ferromagnéticos presentes en materiales arqueológicos (óxidos e hidróxidos de hierro), al ser calentados a altas temperaturas (> 600 – 700 ºC), son capaces de registrar la dirección y/o intensidad del campo magnético terrestre en el momento del enfriamiento. Hornos, hogares o cerámicas son frecuentes en yacimientos arqueológicos, por lo que el repertorio de materiales datables mediante arqueomagnetismo es amplio. El muestreo requiere recoger varias muestras y orientarlas con brújula magnética con la máxima precisión posible. La datación consiste en comparar, bajo ciertos criterios estadísticos, la dirección e intensidad magnética media obtenida del material estudiado con “curvas de calibración” del campo magnético terrestre para esa época. El 14C, un método ampliamente utilizado, no es muy efectivo para este período (800 – 400 a.C.) porque su curva de calibración tiene una meseta o plateau que impide datar con precisión. Sin embargo, la curva de calibración arqueomagnética define en este intervalo un pico en su intensidad conocido como “Levantine Iron Age Anomaly”. Es decir, la existencia de picos o variaciones en las curvas de calibración, son las que permiten datar con precisión y esto es precisamente lo que sucede en estas cronologías.

Este estudio multidisciplinar, que forma parte de la Tesis doctoral de Eva Vernet, ha sido el resultado de la colaboración de expertos de varias disciplinas y diversas instituciones como la Universidad de Burgos, la Universidad de Valladolid, el Ayuntamiento de Mendavia (Navarra) y la Universidad de Kochi (Japón). Este estudio no solo representa la datación absoluta más precisa hasta la fecha en Europa occidental para el Hierro I, sino que abre enormes posibilidades para fechar eventos arqueológicos de esta edad frente a técnicas geocronológicas alternativas, con una precisión desconocida.

Artículo:

Vernet, E., Carrancho, Á., Calvo-Rathert, M., Arróniz, L., Yamamoto, Y., Bógalo, Mª. F., Fonseca de la Torre, H.J. (2025). Full vector archaeomagnetic dating of an Early Iron Age archaeological settlement: El Castillar site (Navarra, northern Spain). Journal of Archaeological Science: Reports 62, 105059.