Innovación institucional, participación ciudadana y una mejor gobernanza, la clave para el futuro de los humedales valencianos

A lo largo de distintos encuentros, celebrados en la Universitat de València, el proyecto europeo BGG ha propiciado la identificación de desafíos clave derivados del cambio climático y la presión humana sobre los humedales valencianos y se han explorado soluciones innovadoras basadas en la participación ciudadana y nuevas herramientas digitales de evaluación de riesgos.

Entre las principales contribuciones se ha destacado la importancia de la gobernanza colaborativa y el papel de la ciudadanía en la conservación de los humedales. Así, Antonio Castelló, de SEO-BirdLife, ha subrayado la necesidad de educar y sensibilizar a la población y ha añadido que “el primer paso fundamental es que el público conozca las necesidades de estos ecosistemas”. Desde la perspectiva de Miguel Ángel Pavón, miembro de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) “la colaboración entre instituciones científicas y sociedad civil es esencial, pero muchas veces la administración no se alinea con los colectivos conservacionistas y científicos, dificultando los avances en la protección de diversas especies”.

Por su parte, Amelia Quintana, exjefa de la sección de Uso Público del Servicio Devesa-Albufera, se ha centrado en los retos en la gestión del Parque Natural de la Albufera y ha destacado el papel crucial de la colaboración entre administraciones locales, autonómicas y estatales para afrontar la regresión costera y la conservación de estos espacios. Asimismo, ha aclarado que la gobernanza de los humedales no puede depender únicamente de regulaciones estáticas, sino que necesita estrategias de gestión activas y coordinadas.

En la misma línea, Antonio Guillem, de la Fundación Global Nature, ha apuntado al éxito del proyecto Life Albufera como un ejemplo de participación efectiva, donde ONGs, universidades y administraciones trabajaron juntas en la conservación de los humedales.

Enric Amer, de Acció Ecologista Agró, ha resaltado la experiencia de la Marjal d’Almenara, donde la implicación ciudadana ha sido clave en la recuperación de especies y la gestión del ecosistema. I Jorge Mateos, del Centro de Educación Ambiental de la Comunitat Valenciana (CEACV) ha enfatizado la necesidad de lograr una mayor coordinación entre la administración, los sectores económicos y la sociedad civil para una gobernanza efectiva de los humedales: “Si no hay voluntad de juntar en una mesa a todos los actores, seguiremos viendo decisiones fragmentadas y falta de estrategias a largo plazo”, ha advertido.

Desde la Fundación Oceanogràfic, José Luis Crespo ha destacado el papel de los humedales en la mitigación del cambio climático y la captura de carbono: “Hemos demostrado que un humedal bien gestionado almacena carbono, pero el reto es trasladar este conocimiento fuera del ámbito científico para generar impacto real”.

Una de las sesiones de la jornada, celebradas con motivo del Día Mundial de los Humedales, ha puesto el foco en la implementación de procesos de co-gobernanza a largo plazo. Durante la misma se propició un debate interactivo en el que los asistentes hicieron hincapié sobre la necesidad de fortalecer una participación activa y rigurosa en la gestión de los humedales. Así señalaron que, para avanzar en una gobernanza efectiva, es imprescindible recabar datos de calidad y fomentar la implicación de la sociedad civil, los agricultores y los organismos técnicos. En ese sentido, Vicente Urios, catedrático de la Universidad de Alicante y anterior director conservador de la Marjal Pego Oliva, denunció que la acción de órganos consultivos como las actuales Juntas Rectoras de algunos parques resulta insuficiente.

En las jornadas se enfatizó la importancia de integrar herramientas digitales y prospectivas para anticipar y gestionar los riesgos ambientales. Algunos participantes criticaron la limitada difusión y usabilidad de las plataformas actuales, señalando la necesidad de aplicaciones móviles, códigos QR y campañas de formación que faciliten el acceso a información en tiempo real. De esta manera, se propuso pasar de un enfoque reactivo a uno proactivo, en el que la recopilación sistemática de indicadores ambientales y la simulación de escenarios futuros permitan diseñar estrategias de conservación más efectivas.