La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha informado este martes al Consejo de Gobierno sobre el inicio de la tramitación del proyecto de decreto por el que se declara Zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA) la Charca de Suárez y se aprueba su Plan de Gestión.
La Charca de Suárez, una superficie de aguas libres perennes en la vega Motril-Salobreña ubicada en el término municipal de Motril (Granada), destaca como el humedal más importante de la costa granadina y una de las pocas lagunas de aguas dulces costeras de Andalucía. Este espacio, compuesto por ocho lagunas, alberga una rica biodiversidad, incluyendo especies de aves acuáticas como la focha moruna, el porrón pardo o la cerceta pardilla, así como rapaces como el aguilucho lagunero. Además, cuenta con especies invernantes como el andarríos chico, el ánade azulón o la garcilla bueyera, entre otras.
La posición geográfica de la Charca de Suárez, entre los humedales del poniente almeriense, los humedales de Málaga, la desembocadura del río Guadalhorce y la Laguna de Fuente de Piedra, convierte a este enclave en un lugar privilegiado para la nidificación, invernada y descanso de multitud de aves migratorias. Su valor ecológico ha sido reconocido desde 2007, cuando parte de sus lagunas fueron incluidas en el Inventario de Humedales de Andalucía. En 2009, estas lagunas fueron declaradas Reserva Natural Concertada, destacando la relevancia ambiental del área.
Sin embargo, este nuevo proyecto de decreto busca ampliar la protección a terrenos colindantes que, debido al cese de actividades agrarias, han proporcionado condiciones óptimas para la presencia de aves y flora palustre. La inclusión de estas áreas refuerza el compromiso de la Junta con la conservación de hábitats y especies de interés comunitario.
La declaración de la Charca de Suárez como ZEPA se enmarca en los objetivos de la Red Natura 2000, una iniciativa europea destinada a garantizar la supervivencia de especies y hábitats prioritarios. Esta red incluye 311 espacios protegidos en Andalucía, que representan 2,9 millones de hectáreas y se consolidan a la comunidad autónoma como líder nacional en superficie protegida.
De acuerdo con la Directiva 2009/147/CE sobre la conservación de las aves silvestres, ‘Directiva Aves’, los Estados miembros tienen la responsabilidad de preservar la biodiversidad mediante la creación de áreas protegidas. En este contexto, la declaración como ZEPA asegura la puesta en marcha de medidas específicas para la conservación de especies y la gestión sostenible del territorio.
Junto con la declaración de ZEPA, se aprueba también el Plan de Gestión del espacio, que tendrá una vigencia indefinida. Este documento estratégico contempla medidas fundamentales para preservar el entorno, tales como la identificación de amenazas, el establecimiento de objetivos de conservación y la evaluación continua de las acciones implementadas.
Entre las prioridades del Plan de Gestión se encuentran la protección de especies amenazadas, como la cerceta pardilla y la malvasía cabeciblanca, y la mejora de las condiciones del hábitat para fomentar la nidificación de estas aves. Además, se prevé la regulación de actividades humanas para garantizar un equilibrio entre conservación y desarrollo local.
Del mismo modo, el proceso de tramitación del decreto incluirá fases de información pública y audiencia, garantizando la participación activa de la sociedad y los actores locales. Este enfoque participativo refuerza el compromiso de la Junta de Andalucía con la transparencia y la implicación ciudadana en la protección de su patrimonio natural.
La iniciativa de declarar ZEPA la Charca de Suárez impulsa la posición de Andalucía como referente en la gestión ambiental y la conservación de la biodiversidad. Este esfuerzo se suma a las políticas de la Junta para abordar los retos globales relacionados con el cambio climático y la sostenibilidad.
Con esta declaración, la Charca de Suárez se integrará plenamente en el Inventario de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía, contribuyendo al desarrollo de una red de espacios que protege la biodiversidad y fomenta un modelo de gestión sostenible para el presente y futuro.