In memoriam Teresa del Valle, antropóloga precursora y maestra

  • Crónica

Fecha de primera publicación:
11/04/2025

Foto: JAKIUNDE

En unas reflexiones que datan del año 1983, Teresa del Valle analiza algunos ritos de paso arraigados en el contexto vasco. Como señala Del Valle, este tipo de ritos pretenden ayudar al tránsito entre distintos estadios de la vida: el paso de la infancia a la adolescencia, de la adolescencia a la madurez o, en el caso de los ritos asociados a la muerte, de la vida real a otros estadios. Precisamente el caso de la muerte llama su atención como antropóloga y se detiene para examinar las tareas que deben abordar las y los allegados a quien acaba de fallecer. Por una parte, estarían los asuntos prácticos del ritual como es la preparación del funeral; por otra, los quehaceres vinculados a lo que denomina el bienestar de la persona muerta y que -nos dirá- pone a la comunidad frente a frente con las creencias sobre “un más allá” y, sobre todo, con el reto de asegurar el bienestar de quien ha fallecido.

Una tesitura similar confronta hoy la antropología vasca con la muerte de Teresa del Valle. En este caso, la preocupación no es tanto con las cuestiones prácticas de la despedida, sino con el mantenimiento de su legado y la responsabilidad de velar por el bienestar de su pensamiento, dando continuidad a un modo singular de entender y practicar la antropología, como tarea que engloba investigación, docencia y socialización de conocimientos. 

Todo ello en un momento histórico complejo, como lo fue el que la propia Teresa del Valle encaró a su regreso a Euskal Herria tras la muerte de Franco. Dejó atrás sus años de formación en Estados Unidos y Micronesia y decidió participar activamente de la efervescencia socio-política de finales de los años 1970. Una implicación con diferentes expresiones. Por una parte como docente, abriendo camino para la antropología en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). El documental Pioneras (2021) dirigido por Inge Mendioroz (2021) y producido por el grupo de investigación en antropología feminista AFIT (UPV/EHU), recoge su testimonio emocionado al hablar de las aulas repletas de alumnado en Zorroaga (Donostia). Una expresividad y vitalidad al recordar aquellos años que la retrata como docente: para ella la enseñanza era una prioridad en su labor dentro de la universidad. Igual de entusiasta se mostraba frente a la investigación. Precisamente en aquellas aulas de Zorroaga se crearía un grupo que -bajo su coordinación- puso en diálogo el conocimiento antropológico y el feminismo. Fruto de esta alianza y del trabajo colectivo destaca el libro Mujer Vasca. Imagen y realidad (1985), un hito en la antropología y punto de partida de la antropología feminista vasca. Una línea de trabajo reforzada con la creación del Seminario de Estudios de la Mujer de la UPV/EHU (1981-1994), germen de la investigación y docencia feminista en el contexto vasco y dirigido por la propia Teresa del Valle.

Al frente del Seminario, en la dirección de equipos o como integrante de proyectos de investigación, el pensamiento y el hacer de Teresa del Valle ha contribuido a una antropología vasca innovadora (algo de lo que da cuenta Mujer Vasca. Imagen y realidad), compleja (como son sus análisis del espacio en Andamios para una ciudad), dinámica (como su visión de la lengua propuesta en Korrika. Rituales de una lengua en el espacio) y feminista, como lo es el conjunto de su obra. No en balde ésta se articula en torno a algunos de los principales conceptos gestados por la teoría feminista contemporánea. Suyo es el mérito de poner sobre la mesa cuestiones que el paradigma feminista estaba debatiendo en el mundo anglosajón y que cuando Del Valle se instala en Euskal Herria abren una grieta en el pensamiento de la época.

Pero más allá de lo académico, Teresa del Valle mostró un sincero compromiso con su entorno. Implicación que iba de lo más cercano (destacando sus vínculos con los municipios de Tolosa y Asteasu), a lo general, al conjunto de la cultura vasca. Muestra de ello sería su gusto por las tradiciones, fiestas y rituales; por la música, el arte, los museos; su interés por la arquitectura y el paisaje. Este compromiso le llevaron a participar en diferentes asociaciones y entidades (Eusko Ikaskuntza, Jakiunde). Pero también a compartir sus reflexiones como colaboradora en prensa, escribiendo en periódicos como Egin, Diario Vasco o Andra. Lo hacía desde la convicción del valor de la aportación de la antropología a los debates sociales y en la creencia de que los medios de comunicación sirven como altavoz, pero también como invitación a la conversación con quién está al otro lado. Siempre decía que disfrutaba especialmente recibiendo comentarios a sus artículos de prensa de las personas con las que se cruzaba en el día día, por ejemplo, al ir a comprar el pan.  

Como se ha visto, la trayectoria de Teresa del Valle es extensa, rica, diversa. Con una proyección a diferentes escalas: como conferenciante en cualquier pueblo de Euskal Herria; como invitada en universidades españolas o como ponente en congresos europeos y eventos en Latinoamérica, especialmente en Mexico. Por todo ello ha recibido importantes reconocimientos, como los premios Emakunde 2010 o Eusko Ikaskuntza-Laboral Kutxa 2018. Era consciente del valor de estos galardones, pero, como antropóloga le nutría particularmente el contacto con los lugares y sus gentes, las relaciones, la conversación. Por eso convertía cualquier encuentro en un momento especial de intercambio y reciprocidad. Reflejo de ello son las densas redes que fue tejiendo a lo largo de su vida, urdidas con hebras muy diversas. Nos congratula especialmente formar parte de esa red, como alumnas, amigas, colegas. Teresa del Valle nos ha acompañado a muchas de nosotras no sólo en la práctica antropológica sino en el hacer vida, tareas para ella inseparables. Por eso su mentorazgo era diferente. Era un soporte que abarcaba lo académico, pero también lo personal y que fue prolongándose a lo largo de las distintas fases vitales, nuestras y suyas, madurando y envejeciendo, hasta el final.    

Martha Patricia Castañeda afirma que las genealogías feministas son elaboraciones culturalmente situadas, que recurren a la recuperación del pasado para analizar el presente y apuntar a futuras transformaciones radicales. Una visión de la genealogía que va más allá del registro de hitos biográficos o méritos profesionales, para plantearla como ejercicio de configuración y reconfiguración que incluye la mirada crítica, las relaciones e influencias, los aprendizajes y el mundo al margen de la academia, las disputas, las emociones y los afectos, las luchas políticas. Por ello el adiós a Teresa del Valle deja paso a la labor de pensar cuidadosamente sobre su lugar en la genealogía de la antropología y teoría feminista vasca de la que fue precursora y que hoy -consolidada- acoge a un colectivo en crecimiento.  

Su ausencia nos deja huérfanas, pero nos queda su obra y su recuerdo.

Jone M. Hernández, Margaret Bullen, Carmen Díez, Mari Luz Esteban, Miren Urquijo. Grupo investigación AFIT. UPV/EHU.