Un estudio liderado por la Universidad Rey Juan Carlos ha analizado cómo percibe el profesorado universitario el uso de la IAg en contextos de enseñanza. Las creencias pedagógicas y el uso previo de estas nuevas herramientas han sido claves para determinar los resultados obtenidos.
Irene Vega
La aparición de la Inteligencia Artificial generativa (IAg) ha creado un intenso debate sobre sus aplicaciones en la educación. Algunos estudios destacan sus beneficios para fomentar el aprendizaje y otros alertan sobre riesgos como la dependencia tecnológica y la superficialidad del aprendizaje.
Un estudio realizado por la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), junto con la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) la Universidad Complutense de Madrid (UCM), ha buscado responder a preguntas clave sobre las percepciones del profesorado universitario respecto a las oportunidades y amenazas de la IAg. Los resultados, publicados recientemente en la revista científica Frontiers in Psychology, han revelado que los docentes percibieron en un nivel equivalente tanto de oportunidades como de amenazas en el uso de la IAg. No obstante, los profesores mostraron un mayor optimismo a la hora de valorar el potencial de estas herramientas para fortalecer su rol en la enseñanza, al tiempo que manifestaron una cierta preocupación por los procesos que pueden promover en los estudiantes.
Para realizar esta investigacion, se diseñó un cuestionario, que fue contestado por un total de 321 profesores universitarios, y se consideraron variables como las creencias pedagógicas, el uso previo de la tecnología y otras características sociodemográficas (el género, la experiencia docente o el área de conocimiento).
El cuestionario se estructuró en dos secciones. En el primer bloque, se recogió información demográfica y profesional de los participantes, así como la frecuencia con la que usaban la IAg en sus actividades de enseñanza y sus creencias pedagógicas. En la segunda sección, los participantes completaron una escala para evaluar creencias sobre las oportunidades y amenazas de la IAg en cuatro dimensiones clave: procesos que promueve en los estudiantes, manejo de la información de los estudiantes y los roles docentes en la evaluación y en la tarea. “Las creencias pedagógicas constructivistas y el uso previo de la IAg influyeron significativamente en percepciones más positivas, mientras que variables como el género, la experiencia docente o el área de conocimiento no tuvieron efecto”, señala Beatriz Cabellos, profesora del departamento de Psicología de la URJC y autora principal del estudio.
Los resultados subrayan la necesidad de formación específica para integrar la IAg en la enseñanza universitaria, pero esta formación debe estar dirigida a promover un enfoque centrado en el estudiante, más propio de concepciones constructivas. “Estas tecnologías pueden transformar la educación, facilitando la exploración activa del conocimiento y adaptándose a las necesidades individuales de los alumnos y, para ello, el papel del docente es esencial”, concluye la investigadora de la URJC.