El presidente de EE.UU., Donald Trump, afirmó este lunes que ha dado la autorización a su equipo de comenzar inmediatamente a producir energía con carbón, como medida para contrarrestar la ventaja económica que China obtiene de la electricidad basada en este mineral.
«Después de años de estar cautivo por extremistas ambientales, lunáticos, radicales y matones, permitiendo que otros países, en particular China, obtengan una tremenda ventaja económica sobre nosotros al abrir cientos de centrales eléctricas de carbón, autorizo a mi administración a comenzar de inmediato a producir energía con el hermoso y limpio carbón», escribió el mandatario en Truth Social.
Tras asumir el mandato, Trump declaró la emergencia energética nacional, asegurando que el país norteamericano no cuenta con los suficientes recursos para satisfacer sus necesidades.
Según datos de la Administración de Información Energética de EE.UU. compartidos por Bloomberg, el carbón representaba en el año 2000 más de la mitad de la generación de electricidad de la nación. Su importancia ha ido disminuyendo con el paso de los años, debido mayormente a las regulaciones ambientales, hasta llegar a alrededor del 15 % actualmente.
Se tenía planificado que siguiera reduciéndose el uso de este mineral, con el cierre previsto de otras 120 centrales eléctricas de carbón en los próximos cinco años. Sin embargo, a principios de este mes, la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. anunció que se revisarían las regulaciones que limitan la contaminación por mercurio y gases de efecto invernadero, impuestas durante el mandato del expresidente Joe Biden, lo que podría ayudar a la conservación de algunas centrales de carbón.