- Las pensiones complementarias de la UE son un mercado de casi 50 millones de personas concentradas solo en unos pocos de países.
- Falta transparencia en los costes y rendimientos de los regímenes.
- Las pensiones paneuropeas todavía no son viables como opción de ahorro de jubilación

La UE, dentro de su ámbito de competencias, no ha respaldado eficazmente el desarrollo de pensiones complementarias que suplementen las pensiones estatales y contribuyan a garantizar unos ingresos de jubilación adecuados para los ciudadanos de la UE, según un nuevo informe del Tribunal de Cuentas Europeo (el Tribunal). En el contexto del envejecimiento de la población de la UE, la Comisión Europea y la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación (AESPJ) no han logrado reforzar el papel de las pensiones de jubilación en los países de la UE ni poner en marcha el producto paneuropeo de pensiones individuales (PEPP). Este informe llega en un momento en el que la Comisión, con sus planes para la Unión Europea de Ahorros e Inversiones, quiere revisar los marcos jurídicos para las pensiones de jubilación y el producto paneuropeo a fin de potenciar su eficacia y atractivo.
Los regímenes de pensiones desempeñan un papel importante en la protección social y en el refuerzo de los mercados de capitales de la UE. Aunque los países de la UE son responsables de sus propias pensiones, la UE tiene competencias reguladoras en la movilidad transfronteriza, la protección de los consumidores y el mercado interior. Cuando los sistemas estatales de pensiones de muchos Estados miembros de la UE se enfrentan a dificultades para garantizar la adecuación de las pensiones, la UE ha establecido un conjunto de normas básicas para las pensiones de jubilación y ha sentado las bases de unos planes de pensiones individuales para el conjunto de la UE.
«En un momento en el que las economías de la UE afrontan retos demográficos y fiscales, es necesario que las pensiones complementarias cobren una importancia cada vez mayor», afirma Mihails Kozlovs, miembro del Tribunal de Cuentas Europeo encargado de este informe. «Lamentablemente, ni las pensiones promovidas por los empleadores ni las pensiones individuales para el conjunto de la UE han estado a la altura de las expectativas, especialmente en lo tocante a las operaciones transfronterizas. Es necesario adoptar medidas adicionales para reforzarlas».
Actualmente, pese a las iniciativas de la Comisión, ni las pensiones de jubilación transfronterizas ni los productos paneuropeos de pensiones desempeñan un papel significativo en el mercado de las pensiones complementarias de la UE. Si bien se estima que los fondos de pensiones de empleo cuentan con unos 2,8 billones de euros en activos gestionados y dan servicio a unos 47 millones de trabajadores y pensionistas, sus actividades transfronterizas siguen concentradas en los pocos países en los que las pensiones promovidas por los empleadores ya estaban tradicionalmente arraigadas. Esto se debe principalmente a factores ajenos a las competencias de la UE, pero los auditores también señalan que la UE ha impuesto requisitos adicionales a los fondos transfronterizos, lo cual les coloca en una situación de desventaja aún mayor.
Se supone que el producto paneuropeo de pensiones individuales, vigente desde marzo de 2022, ofrece una alternativa para los trabajadores que ahorran para la jubilación a través de un producto transfronterizo portable. Sin embargo, la falta de incentivos fiscales y la aplicación de un límite reglamentario del 1 % para los costes y las tasas han reducido su atractivo. En 2025 solo hay un PEPP en el mercado. La utilización ha sido extremadamente baja hasta la fecha: menos de 5 000 ahorradores y menos de 12 millones de euros en activos gestionados.
Es esencial que los ciudadanos tengan pleno acceso a la información sobre pensiones a medida que se acerquen a la jubilación. Sin embargo, los planes de la UE para mejorar la transparencia de la unión de los mercados de capitales no han resultado muy fructíferos. Todavía no se ofrece una visión global de las pensiones estatales, profesionales e individuales que ayude a las personas a conocer sus ingresos futuros totales de jubilación. Y aunque la AESPJ ha emprendido una serie de medidas que han mejorado la información sobre los fondos de pensiones de empleo, los partícipes y beneficiarios todavía no cuentan con transparencia plena en cuanto al rendimiento de sus fondos subyacentes, ni tampoco de los costes para los trabajadores y los rendimientos para los jubilados. Esto es esencial, porque algunas pensiones dependen del rendimiento de la inversión, motivo por el cual los fondos de pensiones de empleo deben estar sujetos a una supervisión eficaz. No obstante, pese a sus esfuerzos, la AESPJ no estaba en condiciones de garantizar unas prácticas de supervisión sistemáticas en toda la UE, debido al marco de «armonización mínima» en el que opera la Autoridad y a la falta de adopción de sus iniciativa por las autoridades nacionales competentes.
Información general
En general, los sistemas de pensiones de la UE se basan en tres pilares. El primer pilar lo constituyen las pensiones financiadas por el Estado y de financiación obligatoria, complementadas con pensiones de jubilación relacionadas con la renta, como segundo pilar, y de otras pensiones individuales, que conforman el tercer pilar. Las pensiones de jubilación son planes de ahorro para la jubilación establecidos por los empleadores en beneficio de sus empleados. Existen dos tipos básicos: planes de prestaciones definidas y planes de aportación definida. La importancia económica de los productos de pensiones no estatales que gestionan los ahorros a largo plazo y en pensiones de los trabajadores varía significativamente entre los países de la UE. En algunos, las pensiones de jubilación tienden a proporcionar una mayor parte de los ingresos por jubilación que las pensiones estatales. El sector de las pensiones complementarias está concentrado en unos pocos países de la UE, y en algunos no existe en absoluto. En Dinamarca y los Países Bajos, por ejemplo, los activos gestionados por fondos de pensiones de empleo, u otras pensiones de jubilación individuales, exceden el PIB nacional.