Hacia una resolución política y democrática en Kurdistán: libertad para Abdullah Öcalan

Imagen de la campaña ¡Libertad para Öcalan!

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La liberación de Abdullah Öcalan no sólo supone justicia para un hombre encarcelado en condiciones que violan el derecho internacional y el propio sistema jurídico turco, sino que también es un paso crucial hacia la construcción de una paz duradera entre el Estado turco y el pueblo kurdo. A lo largo de los años, Öcalan ha expresado en repetidas ocasiones su voluntad de negociar y promover la paz, haciendo propuestas para el reconocimiento de los derechos kurdos dentro de una Turquía democrática y pluralista.

Las prácticas utilizadas en la isla-prisión de Imrali se han extendido por todo el país para sofocar cualquier forma de disidencia y oposición que vea en una solución política a la cuestión kurda un posible punto de inflexión hacia una transformación democrática de todo Oriente Próximo. Con el encarcelamiento de Abdullah Öcalan, el Estado turco no sólo pretende aislarlo físicamente como individuo, sino que también pretende sofocar los logros democráticos que han surgido de sus ideas.

El 28 de diciembre, una delegación del Partido DEM, formada por los diputados Sırrı Süreyya Önder y Pervin Buldan, se reunió con Abdullah Öcalan en la isla prisión de Imrali. Se trataba del primer encuentro completo con Öcalan en nueve años, tras las negociaciones de 2015 entre el Estado turco y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) rotas por Erdogan. Esta reunión fue precedida por una visita familiar en octubre con su sobrino Omer Öcalan.

Aunque fue una señal positiva, teniendo en cuenta que Öcalan llevaba casi cuatro años sometido a un aislamiento total, las condiciones de su detención siguen siendo inaceptables y continúan siendo un obstáculo para un posible nuevo proceso de paz. De hecho, si las conversaciones iniciadas en Imrali desembocaran en una nueva fase de negociaciones, no serían ni justas ni transparentes si una de las partes se viera obligada a participar en ellas en condiciones de prisión, sin posibilidad de comunicarse libremente con su movimiento político y el pueblo kurdo.

El Confederalismo Democrático, propuesto por Abdullah Öcalan, ha desencadenado un despertar social en todo el Kurdistán. Los principios de igualdad de género y la construcción de una sociedad democrática y ecológica están en la base de importantes procesos de transformación, y son fuentes de inspiración para numerosos movimientos revolucionarios de todo el mundo.

Es por ello que los sindicatos firmantes de este manifiesto sigamos empujando para crear las condiciones políticas que permitan pasar de un escenario de violencia y guerra a un escenario democrático que promueva una resolución política y democrática a la cuestión kurda. La paz en el Kurdistán es algo bueno para todas las partes y aunque la paz siempre tiene enemigos poderosos, es necesario convencer a las partes de que la paz es una situación en la que todos ganan. Por eso la comunidad internacional no puede mirar hacia otro lado y tiene que explorar mecanismos políticos con el objetivo de buscar una paz con justicia en el Kurdistán, porque sin duda sería una muy buena noticia para la región y para el mundo entero.

Hoy más que nunca, Abdullah Öcalan se presenta al mundo como una figura política en defensa de la paz, la democracia y los derechos de los pueblos, y creemos que quienes nos identificamos con estos principios democráticos, apoyemos los esfuerzos para transitar de un escenario de conflicto a un escenario de resolución denocrática.

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