Un editorial de Global Times explica cuáles son los factores de poder de China para hacer frente a la guerra arancelaria dispuesta por el Gobierno estadounidense. Citando a funcionarios chinos, asegura que Pekín no quiere ser parte de esa lucha, pero tampoco le tiene miedo. Señala que el país ha mostrado ante el mundo que puede soportar la presión, permanecer firme y asumir gran responsabilidad.
Esta postura se vio reflejada en la decisión de responder a los aranceles de EE.UU., a los que define como «irracionales», con tarifas que alcanzan el 125 %. De acuerdo con el medio, se trata de medidas que son necesarias y están basadas en las normas de la Organización Mundial del Comercio con la intención de defender sus derechos e intereses legítimos, así como para salvaguardar el sistema comercial multilateral y el orden económico internacional.
Por otra parte, cita un documento del Gobierno en el que aclara que las relaciones económicas y comerciales con EE.UU. son beneficiosas para ambos países, por lo que deben encontrar soluciones adecuadas para el actual conflicto a través del diálogo.
Para Global Times, la desglobalización iniciada por la Administración Trump no puede cambiar el rumbo de China ni «sacudir la voluntad unida y la fuerza colectiva» de su sociedad. «China siempre se ha comprometido a ‘dirigir bien sus propios asuntos'», expresa. En ese sentido, destaca que, en el plano doméstico, promueve un desarrollo de alta calidad, valora la innovación tecnológica e impulsa reformas orientadas a la resolución de problemas.
En lo que respecta al ámbito internacional, Pekín «practica un verdadero multilateralismo, comparte con el mundo las oportunidades de desarrollo mediante una apertura de alto nivel y contribuye a la construcción de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad». Por eso, asegura que la economía de China tiene un «amplio margen de maniobra, fuerte potencial interno y vasto espacio externo». En consecuencia, «la ‘lucha hasta el final’ de China está respaldada por una fuerte confianza«.
La respuesta a la presión estadounidense por parte de Pekín ha sido, según Global Times, «consistente», ya que en caso de que EE.UU. busque el diálogo, la «puerta sigue abierta», aunque aclara que «el diálogo debe llevarse a cabo sobre la base del respeto mutuo y la igualdad». «Si Estados Unidos quiere luchar, nuestra respuesta continuará hasta el final«, agrega.
Esta postura se basa en una «firme creencia en el camino de China y un firme compromiso con la salvaguarda del sistema comercial multilateral», y Pekín no va a retroceder en la guerra comercial y no tiene por qué hacerlo, asegura.