Filosofía inaugura su nueva biblioteca

Texto: Alberto Martín, Fotografía: Francisco Rivas – 29 may 2025 15:42 CET

El rector Joaquín Goyache ha presidido este 29 de mayo el acto de inauguración de la nueva Biblioteca de la Facultad de Filosofía. Acompañado por el actual decano, Juan José García Norro, y su predecesor, Juan Antonio Valor Yébenes, y la directora de la Biblioteca, Isabel García Vázquez, el rector ha conocido los detalles de la reforma integral de la antigua biblioteca, que no solo la ha modernizado y modificado su distribución, sino que ha incorporado nuevos espacios para facilitar a sus usuarios el estudio, la investigación y el acceso libre a gran parte de los fondos de la colección. Una biblioteca, como destaca su decano, que aúna tradición y modernidad.

 

La nueva Biblioteca de Filosofía presenta numerosas novedades. La principal, como destaca su directora, Isabel García Vázquez, es la apuesta por el libre acceso. Gracias a los 1.200 metros lineales de nuevas estanterías, que recorren buena parte del espacio de los antiguos depósitos, los laterales de la nueva sala de formación y uso docente y el pasillo de entrada de la sala de lectura, los usuarios tienen a su disposición libre acceso a 35.000 libros. Además, pueden gestionar su préstamo de manera ágil gracias a una nueva y moderna máquina de autopréstamo bibliotecario y al buzón de devoluciones que se ha instalado.

 

El acceso a la biblioteca tiene una nueva distribución tras la instalación del nuevo mostrador de préstamos a un lateral de la entrada, permitiéndose el libre acceso a las instalaciones. Se ha renovado la sala de lectura -equipándola con 18 modernas mesas, de 6 puestos cada una, dotadas de enchufes y cargadores USB y luz cenital en cada puesto- y las salas de lectura e investigación y de trabajo en grupo. A estas se ha sumado una nueva sala de formación y uso docente -con 10 mesas móviles y un monitor de 85 pulgadas– que también será usada como sala de lectura mientras no esté reservada para cursos de formación o cualquier otro uso docente.  También se ha incorporado vitrinas expositivas y se ha reservado un espacio expositivo permanente de la Escuela de Madrid, para dar visibilidad a la trascendencia de la obra de autores como Ortega, García Morente, Laín, Aranguren, Zubiri, María Zambrano, Julián Marías o Luis Recasens, por mencionar a algunos de ellos.

 

Las zonas de depósito -la biblioteca alberga más de 90.000 libros- también han sido modernizadas, instalando estanterías movibles e incorporando también nuevos espacios tras habilitarse la antigua “casa del conserje” de la Facultad. También se han incorporado a la biblioteca nuevos despachos administrativos, como los antiguos despachos que ocuparon en su día Manuel García Morente u Ortega y Gasset.

 

El anterior decano de la Facultad, Juan Antonio Valor Yébenes, explicó que esta actuación que supera en mucho a lo que es una reforma integral, surgió al poco de llegar al Decanato en 2018, momento que coincidió también con la incorporación de Isabel García Vázquez a la dirección de la biblioteca, procedente de la de Psicología, a la que tomaron como modelo. Ambos coincidieron en la necesidad de modernizar las instalaciones –“parecía un despacho de ayuntamiento de los años 50”, señaló el profesor Valor- y la propia concepción de la biblioteca. Ha sido, según señaló, un proceso complejo, que no siempre tuvo la ayuda de todos, pero que gracias al trabajo de su equipo -con especial mención a su vicedecano Ricardo Parellada-, al del profesor García Norro y su equipo, a partir de diciembre de 2022, y también en buena medida a la implicación del rector Goyache, finalmente ha llegado a buen puerto.

 

Juan José García Norro, el actual decano, ha resaltado que la nueva Biblioteca consigue “conservar sin renunciar a lo que viene”, en referencia a su apuesta por refrendar el valor del libro en papel -“y la cara de felicidad que tiene quien lo lee”-, y, a la vez, incorporar los últimos avances tecnológicos. Para el decano, la nueva biblioteca se erige como “el corazón de la Facultad”, tanto por “bombear” la sangre del conocimiento, como por ser “el lugar que mucho de nosotros más queremos”.

 

El rector Goyache cerró el acto agradeciendo a todos los que “han participado en este maravilloso proyecto” su trabajo, y subrayando el papel de las bibliotecas y también de la filosofía en un “mundo con tanta polarización y falta a la verdad” como el actual, en el que se “está atacando  al conocimiento de manera radical”.