Sigüenza. 7 de abril de 2025. Hasta el próximo 26 de junio, se puede ver la exposición de primavera de 2025 de la Galería de Arte de Sigüenza, en esta ocasión dedicada al artista abstracto español Luis Feito (Madrid, 1929-2021).
Autor muy prolífico, en esta muestra se recogen más de 80 piezas de su nutrida producción: un amplio conjunto de grabados correspondientes a distintas series importantes en su trayectoria, abarcando su obra gráfica desde 1974 hasta 2010, así como una selección de obra única, en pintura acrílica y en tinta china, sobre papel y tela, entre los años 60 y 2000.
La inauguración de la muestra, este fin de semana, contó con la presencia de María Jesús Merino, alcaldesa de Sigüenza, y Ana Blasco, concejala de cultura, con numerosa asistencia de público. La exposición constituye una oportunidad en Sigüenza para conocer y admirar una amplia selección de la obra de este importante artista. Merino destaca el gran trabajo de la Galería, situada, además en un lugar emblemático de Sigüenza, como es la Plaza del Obispo Don Bernardo, frente a la Catedral, “con una oferta magnífica de arte contemporáneo, que es un atractivo más, perfectamente complementario de la visita a la ciudad”. La alcaldesa destaca, además, la calidad de las exposiciones, “fruto, sin duda, del gran trabajo que hacen sus propietarios, Sonia Hernández y Julio Álvarez”.
Luis Feito es un autor esencial de la vanguardia española del siglo XX. Tras graduarse en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid, comienza a exponer en la primera mitad de los años 50, inmerso ya en plena obra abstracta, tras un breve periodo figurativo durante su formación. Aquella obra inicial, en la que ya se aprecia un personal estilo que marcaría toda su carrera, consta de piezas en tonos terrosos, naturales, muy vacías sin llegar al minimalismo, que exploran la composición de la mancha descentrada, ya desde el principio muy matérica.
En 1957 funda, junto con artistas como Saura, Canogar, Millares, Viola, etc., el grupo El Paso, que reivindica la universalidad de “una plástica revolucionaria en la que estén presentes nuestra tradición dramática y nuestra directa expresión”. Pretenden darse a conocer como cultivadores del “arte otro”, como lo calificaría el crítico Michel Tapiè, asumiendo las corrientes post-surrealistas y post-cubistas americanas y europeas, apenas apreciadas en España en aquellos años. El grupo se disuelve en 1961, tras poner la vanguardia abstracta española en el mapa del arte contemporáneo, siguiendo posteriormente cada integrante su propia trayectoria.
La evolución de la obra de Feito comprende una exploración tanto del color como de la expresividad de la forma, siempre dentro de una abstracción lírica o informal. A principios de los 60, encuentra lo que sería una de sus firmas más reconocibles: fuertes contrastes de color, rojo y negro sobre todo, a veces amarillos u otras gamas. Elementos geométricos como el círculo o el triángulo son incorporados a su estética informalista pura en una parte significativa de su obra. La influencia oriental va penetrando en el artista, llevándolo a un expresionismo gestual, a veces explosivo, otras casi caligráfico.
En su periodo en Montreal edita unas coloridas serigrafías a partir de originales en gouache, una selección de las cuáles se pueden observar en esta muestra en la Galería Sigüenza. A partir de ahí serían el rojo y el negro los principales protagonistas de su obra: “siento que no tengo nada que decir con el azul”, llega a confesar en una entrevista en 2015.
De finales de los ochenta datan sus primeros aguafuertes: la serie Mayo (1989), también presente en esta exposición. A partir de ese momento, sin dejar de producir obra única, se convierte en autor esencial en la historia del grabado y del arte gráfico español. En esta exposición, además de las señaladas, se presenta una selección de importantes series en aguafuerte, aguatinta y punta seca, como son Octubre (1996), Diciembre (1996), Peñalara (2000) o Camorritos (2000).
Produjo también diversos libros y carpetas de autor, en colaboración con poetas contemporáneos o recogiendo textos clásicos, como “Poemas de San Juan de la Cruz” (2000) o la carpeta “Tiempo de luz” (2000), que se pueden apreciar también en esta exposición. En cuanto a la obra única, se muestran dos raras piezas de los años sesenta en negros, con acrílico y tinta china respectivamente, así como varias obras en acrílico en formatos grandes, en tonos pardos (años 80) o rojo y negro (años 90), casi todas ellas prácticamente inéditas, no vistas en exposiciones anteriores del autor.