La primera ponencia del congreso correrá a cargo de Sean Whipple, de la empresa estadounidense (con una sede en Sevilla) GreenLight Biosciences Inc. En ella expondrá los avances obtenidos, junto al equipo de investigación de Miodrag y Vojislava Grbic, en la aplicación en campo de plaguicidas contra el Tetranychus urticae basados en tecnología RNAi.
“Los excelentes resultados obtenidos en los ensayos de campo son un importante paso para la puesta a punto de un producto acaricida ecológico -necesario para la producción orgánica- y muy selectivo (solo afecta a la araña roja y otras plagas de ese grupo, sin perjudicar a ningún otro ser vivo), que podría estar listo en el plazo de un año para su salida al mercado”, explica Miodrag Grbic.
Este sería el primero de una nueva generación de plaguicidas ecológicos contra la araña roja y otras plagas y enfermedades de los cultivos, como el oídio o la botrytis, cuyos ensayos de campo se prevén ampliar a los viñedos riojanos.
Son productos basados en la tecnología RNA de interferencia (RNAi) que permite ‘apagar’ genes esenciales de las plagas, iniciando así el proceso de destrucción de su estructura RNA. El descubrimiento de este mecanismo de regulación de genes con RNAi recibió el premio Nobel en 2006. Aprovecha un sistema de defensa natural de varios organismos conta los virus, mediante la destrucción de las estructuras de RNA de cadena doble (double stranded RNA).
El uso de este mecanismo natural aplicado a control de las plagas en agricultura supone una alternativa sostenible al control químico de plagas, en línea con los objetivos de la Unión Europea de reducción de tóxicos en agricultura.
“Este nuevo método de control de ácaros y otras plagas y patógenos basado en RNAi, conseguido 13 años después de la secuenciación de genoma de T. urticae, marca un gran logro para el consorcio dedicado al estudio de la araña roja -enfatiza Miograd Grbic-. Es una muestra de cómo la ciencia básica desemboca en nuevas tecnologías sostenibles, un importante avance para control de las plagas en agricultura que ofrece un sustituto a plaguicidas químicos dañinos para el medioambiente, las personas y los animales”.
Estos avances han sido posibles gracias a diferentes proyectos de investigación entre ellos el Proyecto Genoma Canadá (‘Bioplaguicidas con nuevo método de actuación para el control de ácaros de alto riesgo en agricultura’, del grupo de Miodrag y Vojislava Grbic, en colaboración con GreenLight Biosciences, Inc., dotado con 4 millones de dólares) y el proyecto ‘SuperPests’ de la convocatoria Horizonte 2020 de la Unión Europea, en el que participa la Universidad de La Rioja.