06/03/2025
La Comisión de Seguimiento del Plan de Igualdad de las Cortes Generales ha aprobado el Informe sobre la evaluación final de la implantación del citado plan. El objetivo de la evaluación es conocer los avances logrados en materia de igualdad durante la vigencia del plan (2020-2024) y detectar los asuntos que sería conveniente incluir en un nuevo plan de igualdad. El informe de evaluación se estructura en cuatro partes.
La primera parte se refiere a la situación actual de la Administración parlamentaria en materia de igualdad. Para ello, se ha analizado la información recogida en estos cuatro años. Uno de los datos más relevantes en este sentido es que se mantiene la proporción equilibrada por sexos en el número total de efectivos de la Administración parlamentaria (Congreso, Senado y servicios comunes de las Cortes Generales y la Junta Electoral Central). Este equilibrio se mantiene también en las plazas de promoción en ambas cámaras, tanto en las de libre designación como las cubiertas por el sistema de concurso.
La segunda parte del informe de evaluación hace un análisis cuantitativo del grado de ejecución del Plan de Igualdad. Este establece 8 ejes de actuación divididos en 62 medidas organizadas en 142 indicadores que sirven para valorar la implantación. En total, 117 indicadores están realizados o en proceso, lo que supone que el Plan de Igualdad tiene un porcentaje de implantación del 82,39%.
La tercera parte de la evaluación final recoge los resultados del análisis cualitativo del Plan de Igualdad, es decir, la percepción sobre el grado de implantación del personal, recabado mediante una encuesta realizada a la totalidad de la plantilla en octubre de 2024. Respondieron al cuestionario 285 personas: 157 mujeres y 128 hombres. Una de las principales conclusiones es que, de forma mayoritaria, se considera que en las Cortes Generales hay igualdad de trato y de oportunidades entre hombres y mujeres, tanto de forma genérica como en las preguntas sobre asuntos concretos (acceso al empleo, formación, carrera profesional, etc.). Sin embargo, la mayor parte de los encuestados consideraron que el Plan de Igualdad no ha servido para corregir las desigualdades, especialmente en lo que se refiere a la conciliación de la vida personal, familiar y laboral, que es considerada la asignatura pendiente del Plan de Igualdad.
La cuarta y última parte se refiere a las conclusiones de la Comisión de seguimiento y a las recomendaciones para la elaboración del segundo Plan de Igualdad en los próximos meses. La Comisión ha acordado los apartados de los que constará el nuevo plan y los retos pendientes, en los que se debe hacer especial hincapié. Algunas de las cuestiones que tiene que valorar la Comisión negociadora del Segundo Plan de Igualdad (todavía sin constituir) son:
• Las medidas transversales, como las modificaciones normativas.
• La forma de coordinación entre unidades administrativas para las implantación de las medidas.
• La trazabilidad de las medidas, es decir, evitar que sean excluyentes y que haya duplicaciones y solapamientos.
• La posibilidad de incluir otros asuntos relacionados con la inclusión y al gestión de la diversidad, como la discapacidad, la diversidad sexual y la identidad de género o la brecha generacional.