
En la madrugada de hoy, viernes 18 de abril, Viernes Santo, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno sacaba su imagen por las calles quintanareñas para celebrar la conocida Procesión de la Campaná, uno de los actos más significativos de la Semana Santa de Quintanar de la Orden.
A primera hora de la mañana, en la Parroquia Santiago de la Espada, el Vicario Parroquial, David Miguel Gómez, dirigía el Sermón de la Pasión, arropado por todos los asistentes a esta solemne procesión, quienes participaron con recogimiento y devoción.
Tras la homilía, las puertas de la parroquia se abrían para dar paso a la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, portada a hombros por sus anderos.
Decenas de nazarenos y fieles acompañaban la escena en un ambiente de profundo respeto y emoción.
El paso recorría las calles aledañas al Templo Parroquial y Jesús Nazareno lucía su característica túnica blanca, las manos atadas e iba sin cruz, representando el momento previo a su condena a muerte. La imagen, sobre una cama de claveles rojos, era acompañada únicamente por el sonido de las campanas que portan los nazarenos, que rompían el silencio sobrecogedor de la madrugada quintanareña y por la Banda Sinfónica Municipal que, con su música de capilla, aportaba solemnidad al recorrido.
El cortejo procesional avanzaba escoltado por el Párroco de la localidad, el Vicario Parroquial y miembros de la Junta de Cofradías.
Al llegar a la Plaza del Ayuntamiento, la imagen de Jesús Nazareno era recibida por el Paso de Jesús ante Pilatos, perteneciente a la Cofradía del Santo Descendimiento. Desde el balcón del Consistorio, Zacarías López-Barrajón leía la sentencia que condenaba a Jesús a muerte. Tras ello, los miembros de la Cofradía del Nazareno cambiaban la túnica blanca de la imagen por una morada.
Una vez finalizado este emotivo acto, ambos pasos se unían en la Procesión de los Pasos, en una jornada que volvió a demostrar por qué la Semana Santa de Quintanar de la Orden está declarada de Interés Turístico Regional.